Grover Furr, Montclair NJ
Vladimir Bobrov, Moscú
(18 de enero de 2010)
Los últimos años han visto una serie de biografías
de José Stalin, todas muy antagónicas a su sujeto
de estudio, todas extremadamente anticomunistas.
La última de estas biografías es la de Robert
Service, miembro de la British
Academy y profesor de Oxford (St. Anthony’s College). Al final de ese libro
encontramos el siguiente pasaje:
«El escritorio de Stalin en la dacha Blízhniaia escondía secretos perturbadores.
Contenía tres hojas
de papel que había ocultado bajo
un periódico, dentro de un cajón. Una era una nota de Tito:
Stalin: deje de enviar gente a matarme.
Ya hemos capturado a cinco, uno de ellos con una bomba y otro con un rifle... Si
no deja de enviar asesinos, voy a enviar uno a Moscú, y no voy a tener que enviar a un segundo.
Así le escribía un gánster a
otro. Nadie más había desafiado a Stalin de este
modo; tal vez por eso conservó la nota. También había guardado lo último que le había escrito Bujarin: “Koba, ¿para qué necesitas
mi muerte?” ¿Había querido Stalin estremecerse
de satisfacción al releer esto?
(Resulta inconcebible que le
quedara alguna clase de aprecio por Bujarin).
El tercer papel era la carta dictada por Lenin el 5 de marzo 1922, que contenía la exigencia de que Stalin se disculpara con Krupskaya, por haberla insultado. Fue el último mensaje que
le envió Lenin y era el más hiriente. No lo habría conservado en el escritorio
a menos que su eco resonara en lo más recóndito de su mente.
Los dirigentes del partido mantuvieron los tres escritos en secreto.» 2
Otra biografía reciente, la de Simon
Sebag Montefiore, tiene un pasaje similar:
«En el escritorio de Stalin, supuestamente, se
encontraron cinco reveladoras cartas bajo una hoja de periódico.
Eso le dijo Jruschov a A.V. Snegov,
quien sólo pudo recordar tres de ellas
ante el historiador Roy Medvédev. La primera era la carta de Lenin de
1923 exigiendo que Stalin se disculpe por su
rudeza con su esposa, Krupskaya.
La segunda era la última petición
de Bujarin: “Koba, ¿por qué necesitas que yo muera?”. La tercera era de Tito,
de 1950. Se decía que rezaba: “Deje de enviar asesinos para matarme... Si esto no se detiene, enviaré a un hombre a Moscú y no
habrá necesidad de enviar a nadie más”.» 4 [El subrayado es mío – GF]
Ambos autores se remiten al reciente
libro de Roy y Zhores
Medvedev, «El Stalin desconocido» [The Unknown Stalin. His Life, Death, and Legacy]. En el capítulo 14 de ese libro, en el
ensayo titulado “El asesinato de Bujarin” de Roy Medvedev,
leemos:
«Según Aleksei Snegov, que llegó a ver los
documentos relativos a los últimos días de Bujarin, el prisionero pidió lápiz y papel justo
antes de su ejecución, con el fin
de escribir una última carta a
Stalin. Se le concedió ese deseo. La breve nota
empezaba con las palabras: “Koba,
¿por qué necesitabas que yo muera?”. Stalin conservó esta carta
previa a la ejecución, en uno de los cajones de su escritorio, por
el resto de su vida.» 5 [El subrayado es mío – GF]
«En 1955, después de haber sepultado la
idea de un museo de Stalin,
Jruschov decidió que la dacha fuera
transferida al Comité Central para
que sirviera como un lugar apartado en el que grupos de
empleados del Comité Central puedan reunirse para preparar
informes y análisis diversos para el Politburó. Con
ese propósito, después comenzaron a amueblar
el edificio. Gran parte de los muebles de Stalin fue
retirada y llevada a las amplias
cámaras subterráneas que se habían
construido antes y durante la
guerra, para servir de refugios antiaéreos. Aleksei Snegov, un
conocido nuestro que había sido asistente de Jruschov, nos dijo que cuando se estaba
retirando el escritorio de Stalin
de su antiguo estudio,
accidentalmente se encontraron cinco
cartas dirigidas a él, que había
escondido bajo una serie de periódicos
en uno de los cajones.
Snegov sólo pudo
recordar tres de ellas. Una había
sido dictada por Lenin el 5 de marzo de 1923. Exigía
que Stalin se disculpe por
su actitud abusiva hacia Krupskaya. No
mucho tiempo después de que se
encontrara, Jruschov leyó esta carta a los delegados al XX Congreso del Partido, en su discurso
secreto sobre “el culto a la
personalidad”. La segunda carta
era de Bujarin, en espera de
la muerte, escrita poco antes de que le ejecutaran. Terminaba con las palabras: “Koba, ¿por qué necesitas mi muerte?”. La tercera era del mariscal Tito en
1950. El texto era breve: “Stalin.
Deje de enviar asesinos para matarme. Ya hemos capturado
cinco, uno con una
bomba, otro con un rifle... Si
esto no se detiene, voy a enviar a un hombre a Moscú y no
habrá necesidad de enviar a otro.» 6 [Énfasis añadido – GF].
«La breve nota empezaba con
las palabras: “Koba...”.»
Mientras que de acuerdo con la segunda historia,
«La segunda carta era de Bujarin... Terminaba con las palabras: “Koba...”.»
Las dos versiones tampoco están de acuerdo respecto a Snegov y sobre cómo
éste llegó a saber de los supuestos documentos. De
acuerdo con la primera versión, Snegov
“llegó a ver los documentos relativos a
los últimos días de Bujarin”. Es decir, Snegov estuvo
al tanto de los documentos sobre Bujarin, pero no de
los otros.
Por el contrario, en la segunda versión, una de tres:
* Snegov estuvo presente cuando
se removió el escritorio y entonces vio las
cartas;
* Snegov las vio después, cuando fueron llevadas ante Jruschov;
* Snegov se enteró de ellas, oralmente, por Jruschov.
Ahí no se dice que Snegov vio
los documentos de Bujarin,
de los cuales la “última petición” era una de ellos.
En el original en ruso, hay una discrepancia
más. El primer pasaje del capítulo 14, dice lo
siguiente:
«Коба, зачем тебе была нужна моя
смерть?»
«Koba, ¿por qué necesitabas mi muerte?»
Mientras que el segundo pasaje
dice:
«Коба, зачем тебе нужна моя смерть?»
«Koba, ¿por qué necesitas mi muerte?»
El traductor no advirtió, hizo caso omiso o deliberadamente ignoró
esta discrepancia textual. En el segundo pasaje, Bujarin
se dirige a Stalin en tiempo presente, como
es de esperar. En el primero,
es como si Bujarin estuviera enviando
su nota ¡desde el más allá!
El único punto en común que tienen es que Snegov estuvo
involucrado de una u otra forma. Mas en otros detalles esenciales,
las dos historias –¡del mismo libro!– no coinciden.
Es evidente que ¡ninguno de los hermanos
Medvedev lee el
material del otro!
Esto nos obliga a dudar de la verdad de la historia. En
consecuencia, debemos preguntarnos si tal documento existió alguna vez.
“La última petición de Bujarin”: Antes y ahora
Es ilustrativo repasar lo que Roy Medvedev escribió en algunas de sus obras anteriores, acerca de “la última petición de Bujarin”. No la mencionó –tampoco a las otras dos supuestas “cartas”– en la edición original de «Que juzgue la Historia: Orígenes y consecuencias del stalinismo» [Let History Judge: The origins and consequences of Stalinism, 1971].7 Mientras que en su biografía de Bujarin, de 1980, publicada sólo fuera de la URSS, se lee:
«En cuanto a Bujarin, se
comportó con dignidad. Pidió,
sin embargo, que se le diera lápiz y
papel para escribir una última carta a Stalin. Se
le concedió este deseo. La nota empezaba con
las palabras, “Koba ¿por qué necesitas
que muera?”. Stalin conservó toda su vida esta carta de Bujarin, previa a su ejecución,
en uno de los cajones de su escritorio, junto con un áspero mensaje de
Lenin sobre el tosco comportamiento
de Stalin hacia Krupskaya,
y otros documentos similares.» 8
Esta es la versión en “tiempo presente” de la cita. Ahí Medvedev no
aporta ninguna fuente de esa
historia. En la edición ampliada y revisada de su clásico anti-Stalin «Que juzgue la Historia:
Orígenes y consecuencias del stalinismo», de 1989, el pasaje pertinente
dice así:
«Bujarin se mantuvo en calma. Pidió un lápiz y una hoja de papel con el fin de escribir una última carta a Stalin, y se le concedió su petición. La breve carta empezaba con las palabras: “¿Koba, ¿por qué necesitabas mi muerte?”. Durante el resto de su vida, Stalin mantuvo esta carta en uno de los cajones de su escritorio, junto con la áspera nota de Lenin sobre el trato grosero de Stalin a Krupskaya, y algunos otros documentos similares.» 9
El relato más completo de cómo Roy Medvedev
supuestamente supo de las cartas del “escritorio de Stalin”,
incluyendo “la última petición de
Bujarin”, se encuentra en otro ensayo de «El Stalin desconocido».
«Snegov era un amigo de muchos años de Jruschov,
desde los días en que trabajaron juntos
en Ucrania en la
década de 1920... Snegov también conocía
a Beria – ambos
trabajaron en el kraikom de Transcaucasia
en 1930-1931. Snegov
fue arrestado en 1937, pero logró
sobrevivir. Por iniciativa de Jruschov y Mikoyán,
fue liberado en el verano de 1953, y se presentó
como testigo en la investigación del “caso Beria”. En
1954, Jruschov nombró a Snegov como jefe adjunto de la administración política
del gulag y
más tarde lo tomó como su
asistente cuando preparaba el discurso
secreto sobre el “culto a la personalidad” para el XX Congreso. En la década de 1960, Snegov ya estaba jubilado y feliz
de compartir sus recuerdos con la
gente de su confianza. Después de
un ataque al corazón en 1967,
pidió a Roy Medvedev que fuera a verlo con una grabadora. Pasaron tres días juntos, y autorizó a que el contenido de sus conversaciones
se hiciera público después de su muerte.» 11
Algunas de las informaciones de los Medvedev, sobre Snegov, son incorrectas. Afirman que Snegov fue “liberado en el verano de 1953”. Los documentos del partido ahora disponibles
demuestran que no fue puesto en libertad
hasta marzo de 1954. En la página 69, escriben: «Aleksei Snegov, un conocido nuestro
que había sido asistente de Jruschov…». En
realidad, Snegov nunca fue “asistente” de Jruschov.12
Es posible que Roy Medvedev
realmente hablara con Snegov, tal como lo afirma. Pero si lo hizo: o Medvedev nunca
grabó a Snegov como dice, o, si lo grabó, Medvedev
no releyó las transcripciones,
o no escuchó las conversaciones
grabadas para refrescar la memoria; ya que, como hemos
visto más arriba, él “cita” la “nota”
de manera diferente en distintos
momentos.
Pleno del Comité Central del
PCUS (b) de febrero-marzo
de 1937. Autor: V.I. Mezhlauk. En la imagen: L.B. Kámenev, G.L. Piatakov, A.I. Rykov,
N.I. Bujarin, K.B. Rádek. Dibujo a lápiz en una hoja de cuaderno.
Escrito a mano por el autor: “En un callejón sin salida”. Inscripción
en la parte posterior de la hoja: “Camarada Zhdanov.
Obra de V. Mezhlauk. Beria”. Fuente: Archivo de Alexander N. Yakovlev (www.idf.ru)
Verificación de las declaraciones
Lo que realmente nos gustaría saber es esto: ¿Es cierta o no la historia de Snegov acerca de las cartas encontradas en el escritorio de Stalin?, ¿Existieron esos documentos?, ¿Cómo podemos verificar o refutar la historia de Snegov?
I. La carta de Lenin
a Stalin
De las tres cartas mencionadas por Medvedev, sólo hay una cuya existencia puede ser verificada: la carta de Lenin a Stalin. La fecha correcta es 5 de marzo de 1923. Fue publicada oficialmente por el gobierno soviético en 1989, en Izvestia TsK KPSS Nº 12, 1989, pp. 192-3.
Esta es la información acerca de dónde
estuvo conservada:
«La carta de V.I. Lenin y la respuesta de J.V. Stalin se han mantenido en un sobre oficial de la Dirección del Sovnarkom [Consejo de Comisarios del Pueblo], en el cual se ha escrito: “Carta de V.I. de 5/III-23 (2 copias) y respuesta del c[omrade] St[alin], no leída por V.I. Len[in]. Copias únicas”. La respuesta de J.V. Stalin fue escrita el 7 de marzo, inmediatamente después de que M. A. Volódicheva le entregara la carta de V.I. Lenin. Ed[itor].»13
En la parte inferior de la carta de Lenin están los identificadores de Archivo:
«(TSPA IML pri TsK KPSS [Archivo Central del Instituto de Marxismo y Leninismo, adjunto al Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética – GF] f. 2, op. 1, d. 26004; Registro de Secretarias, texto escrito a máquina, V.I. Lenin, Obras Completas, v. 54, pp. 329-30).»14
Es decir, en 1989, la
carta de Lenin a Stalin estaba junto a la respuesta de Stalin, en el Archivo Central
del Partido Marx-Lenin.
Aún más: las cartas están en un sobre oficial del “Consejo de Comisarios del Pueblo”. Este organismo fue rebautizado “Consejo de
Ministros”, el 15 de marzo de
1946, mucho antes de la muerte de
Stalin.15 Esta es una fuerte evidencia de que, alrededor de esa fecha, la carta de Lenin a Stalin del 5 de marzo
de 1923, estaba en
ese sobre. Es probable que siempre
haya estado ahí, en su sobre oficial original, junto con la respuesta, no leída, de Stalin. No hay
ninguna indicación de que alguna vez se mantuviera en algún otro lugar,
incluso en el escritorio de Stalin.
Si la carta de
Lenin hubiese estado “en su
escritorio” y, después, pasado a los
archivos, entonces con seguridad los
otros dos documentos también se hubieran
puesto en los archivos. Pero
nunca nadie los ha localizado. Incluso Medvedev
no sabe de ninguna
copia. Y antes del libro de los
Medvedev en 1980, nadie
en absoluto había oído hablar de ninguno
de esos documentos. 16 Si hubieran sido conocidos, indudablemente algunos anticomunistas como Jruschov o Gorbachov, o los historiadores que
ellos apoyaron, los habrían citado. Por lo tanto, se puede asumir con seguridad que ninguno de los
documentos existe en la actualidad. Y no hay evidencia de que alguna vez existieron.
Durante el proceso que llevó a la “rehabilitación” de Bujarin en 1988, la comisión especial del Buró Político se fijó la tarea de localizar todas las cartas hasta entonces desconocidas de Bujarin y todos los documentos relacionados con
sus actividades. La
nota que llamamos “La última petición de Bujarin” fue mencionada explícitamente, y
también el hecho de que no se encuentra
para nada en el archivo de la
investigación de Bujarin.
(Com Démichev. Cuando le dijeron que lo iban a fusilar,
escribió una nota a Stalin: “Koba,
¿por qué necesitas mi muerte?” [Versión
en tiempo presente – GF].
No se encuentra en los materiales de
investigación.)17
Ya que la historia “Snegov” está equivocada acerca de la carta de Lenin del 5 de marzo de 1923 –la única parte de la historia que podemos verificar de forma independiente–, nos vemos obligados a concluir que también está equivocada acerca de los otros dos documentos, entre ellos “la última petición de Bujarin”. Snegov afirmó que la carta de Lenin estaba en el escritorio de Stalin, sin embargo sabemos que no fue así. Si se equivocó acerca de esta sola carta, estamos obligados a rechazar como falsa la historia completa de la que forma parte.
II. La carta de
Tito a Stalin
Hasta aquí, hemos determinado que
la historia Snegov-Medvedev sobre la
carta de Lenin a Stalin es falsa. También
hemos visto cómo la historia de
Medvedev sobre “la
última petición de Bujarin”
cambia cada vez que la cuenta de nuevo. Queda
por ver lo que podemos decir
acerca de la tercera de las supuestas cartas,
la “Carta de Tito a Stalin”.
En la versión revisada de «Que juzgue la Historia: Orígenes y consecuencias del
stalinismo» de Roy Medvedev (1990),
leemos la siguiente versión de esta carta:
«Después de la muerte de Stalin, se
encontró en su escritorio, entre otros papeles
importantes, una nota de Tito. La
nota decía: “Camarada Stalin, le pido que deje
de enviar terroristas a
Yugoslavia para asesinarme. Ya
hemos capturado siete... Si esto no se detiene, voy a enviar un hombre a Moscú,
y no habrá necesidad
de enviar un segundo.» 18
Este texto difiere del de «El Stalin desconocido» de 2004, citado anteriormente:
* En 1990 y 2002: “Camarada Stalin...”; en 2004: “Stalin”
* En 1990 y 2002: “Le pido que deje de...”; en 2004: “Deje de...”
* En 1990-2002: “Ya hemos capturado
siete...”; en 2004: “Ya
hemos capturado cinco... [Énfasis
añadido – GF].
Las diferencias textuales en el original ruso son
aún más sorprendentes. Medvedev ni
siquiera se molestó en utilizar la misma redacción en
sus dos libros.19
Las variaciones en este “texto” son tan
importantes que realmente no podemos hablar de un solo “texto” en absoluto. Es muy probable que todos esos relatos sean ficticios,
incluso si, como puede ser el caso,
Medvedev simplemente no escuchó de nuevo sus viejas
grabaciones de las conversaciones con Snegov – si es que
existen esas cintas grabadas. Por
lo general, la práctica de Medvedev
como historiador es poco rigurosa.
Muy a menudo no
cita ninguna fuente de las
afirmaciones que hace.20
Por otras razones, ya hemos llegado a la conclusión
de que la historia Snegov-Medvedev sobre las “cartas en el escritorio de Stalin”
es falsa. Y por
lo que sabemos, Medvedev fue el primero en informar
al mundo de esta “carta de Tito a Stalin”,
en 1990. Yo no la
he encontrado, en absoluto, en ningún erudito
sobre Tito. Evidentemente ningún experto sobre Yugoslavia la ha considerado lo suficientemente confiable para referirse a ella.
Edvard Radzinsky y Dmitry Volkogónov escribieron, en la década de 1990,
vastas biografías de Stalin. Ambos
usaron los materiales de los archivos soviéticos anteriormente
secretos. Volkogónov, sin duda, tuvo
manejo de los archivos, con acceso
a todo lo que quisiera o pudiera localizar. Ninguno
de los dos cita las cartas de “Bujarin” y “Tito”. Y tuvieron que haber estado enterados de ellas a partir del
trabajo de Medvedev. No obstante,
ninguno las consideró dignas de incluirlas.
Conclusión
Toda la evidencia que tenemos apunta a una conclusión: la historia Snegov-Medvedev
sobre las “Cartas en el escritorio de Stalin”
es una invención. Debe ser así, incluso
si, como afirma, Medvedev realmente tiene en su poder conversaciones
grabadas con Snegov, en las que
este último le relata esa historia.
En ese caso, sencillamente Medvedev fue descuidado en grado sumo por
transcribir el relato de Snegov. Sin embargo, ese relato es un “cuento”.
Y al igual que la “carta de Tito
a Stalin”, la “última petición de Bujarin” es una falsificación.
Vista objetivamente, la “última petición
de Bujarin” tendría
poca importancia, incluso si fuera
real. No respalda ni la culpabilidad ni la inocencia de Bujarin, ya que no contiene
ninguna declaración de inocencia, sólo de desesperación.
Los últimos escritos de Bujarin que tenemos –su
apelación de la condena y su última carta a su
joven esposa Anna Larina– tampoco contienen ninguna declaración
de inocencia. De hecho, en
las dos declaraciones
en las que enmarcaba su petición
de indulto, al Tribunal Supremo soviético, Bujarin
reafirmó plenamente su culpabilidad.21 Ambas declaraciones demuestran que Bujarin albergaba
alguna esperanza de que se le permitiera vivir y continuar, ya sea en la cárcel o
en el exilio, su
trabajo cultural e intelectual. El
texto de su “última petición”, incluso si fuera auténtico, sólo puede reflejar simplemente la angustia de que estos
planes de trabajo futuro no iban
a ser posibles.
Pero los historiadores anticomunistas que se refieren a este documento no lo ven con objetividad. Por el contrario, tratan
forzosamente de presentarlo como “prueba”
de la inocencia de Bujarin, para que sus lectores crean que el “buen” Bujarin fue falsamente incriminado, o “entrampado” por el “malo” de Stalin.
Sin embargo, todas las evidencias de los antiguos archivos
soviéticos, que se han puesto a
disposición desde el fin de la URSS, apuntan en la dirección opuesta. Todo confirma las propias confesiones
de Bujarin, repetidas al menos dos veces, aunque probablemente muchas
veces más: que él era culpable.22 Los autores
del presente artículo hemos estudiado estas pruebas
conjuntamente con nuestra publicación de la primera confesión de Bujarin, del 2 de junio de 1937, cuyo original es mantenido como top-secret por el gobierno ruso de la actualidad.23
La forma intelectualmente irresponsable en que manejaron
el cuento de las “cartas en el escritorio de Stalin” revela la deshonestidad de los “respetables”
historiadores anticomunistas. Éstos pudieron
saber, debieron saber y muy probablemente supieron que esta historia
no podía ser verdad. Los historiadores tienen la obligación de
informar a sus lectores de la naturaleza de la
evidencia.
En sí mismo, el hecho de que “la última petición de Bujarin”
y la “carta de Tito a Stalin” sean fraudes, que nunca existieron, es de menor importancia. Pero
son un síntoma de un fraude
mucho mayor: en general, la falsificación de la historia
de la Unión Soviética, la
demonización del Partido Bolchevique y del movimiento comunista internacional en el siglo XX.
Notas
1 Este artículo fue
publicado por primera vez en idioma ruso, en la revista virtual de historia Aktual’naia
Istoriia, en febrero de 2009. Véase http://actualhistory.ru/bukharin_last_plea
2 Robert Service, Stalin.
Una biografía. Siglo XXI, Madrid,
2006, p. 590. En la nota 4 de la página 644, correspondiente a la cita de Tito,
se lee: “Citado por Z. y R. Medvedev, Neizvestnyi Stalin, pp. 82-3.”
3 Uno de los autores del
presente artículo ha demostrado que prácticamente cada una de las supuestas
“revelaciones” de Jruschov, en su famoso “discurso secreto”, es falsa, y que se
puede demostrar que Jruschov mintió deliberadamente en la mayoría de los casos
(y posiblemente en todos los casos). Véase Grover Furr, Antistalinskaia
Podlost – Moscow: Algoritm, 2007.
4 Stalin. The Court of
the Red Tsar. NY: Knopf, 2004, nota al pie de la página
647.
5 The Unknown Stalin.
His Life, Death, and Legacy. Tr. Ellen Dahrendorf. Woodstock & NY: The
Overlook Press, 2004, p. 309.
6 Zhores y Roy Medvedev,
“Stalin’s Personal Archive: Hidden or Destroyed. Facts and Theories.” Ibid.,
pp. 69-70.
7 Let History Judge: The
origins and consequences of Stalinism. NY:
Knopf, 1971. En el Prefacio (xxxiii) se agradece a Snegov, junto a otros viejos
bolcheviques, y se le cita nueve veces como fuente de “evidencias” contra
Stalin. Pero no se menciona la historia de las “cartas en el escritorio de Stalin”.
En
su libro, Medvedev escribe: “Según A.V. Snegov, Yezhov fue ejecutado en el
verano de 1940”. Sabemos, sin embargo, que Yezhov realmente fue ejecutado el 2
de febrero de 1940. Entonces, Snegov estuvo equivocado aquí. ¿Por qué debemos
creerle en otras partes?
Medvedev
también cita la carta de Lenin a Stalin del 5 de marzo de 1923, pero la cita utilizando
el tomo LIV de las Obras Completas de Lenin, pp. 329-30, una vez más, sin
ninguna mención de las “cartas en el escritorio de Stalin”.
Medvedev
fecha su libro así: “Agosto de 1962 – Agosto de 1968”. Hacia esta última fecha,
Snegov obviamente ya había hablado con Medvedev, aunque evidentemente no le
dijo –o todavía no le había dicho– lo de
las “cartas en el escritorio de Stalin”. ¿Por qué no?
8 Roy A. Medvedev.
Bukharin. The Last Years. Tr. A.D.P. Briggs. Norton, 1980. Copywrite Zhores
A. Medvedev., p. 161. No tenemos el texto original en ruso de
este libro, publicado únicamente en el extranjero.
9 Roy A. Medvedev, Let
History Judge: The origins and consequences of Stalinism. NY: Columbia University Press, 1989, p. 375.
10 Ni la historia de la “última
petición de Bujarin” ni la de los supuestos “documentos encontrados en el
escritorio de Stalin” son mencionados en el artículo de Roy Medvedev sobre la
biblioteca personal de Stalin, en Vestnik RAN No. 3, 2001, http://russcience.euro.ru/biblio/med01vr.htm
11Unknown Stalin, pp. 91-2.
12 Reabilitatsia: Kak
Eto Bylo. Fevral 1956 – nachalo 80-kh godov. Moscow:
Mezhdunarodnyi Fond Demokratiia (2003), p. 524.
13 “………..” [En ruso. No legible]
14 “………..” [En ruso. No
legible]
“………..” [En ruso. No legible]
“El Consejo de Ministros fue creado de conformidad con la Ley de la URSS
del 15 de marzo de 1946, que reformó el Consejo de Comisarios del Pueblo de la
URSS”.
16 Quizá nadie, aparte de
Snegov. Pero es precisamente la historia de Snegov la que se está cuestionando
aquí.
17 Reabilitatsiia: Kak Eto
Bylo, Seredina 80-kh godov, 1991. Moscow: Mezhdunarodnyi Fond Demokratiia
(2004) p. 40.
18 Pp. 792-3.
19 Aquí está el texto de la
última edición de K sudu istorii (2002) de Medvedev:
“………..” [En ruso. No legible]
Compare
éste con el texto de Neizvestniy Stalin citado arriba en la nota 5:
“………..” [En ruso. No legible]
20 El uso de la evidencia y el
razonamiento deficientes por parte de Medvedev, en la primera edición (en inglés)
de Let History Judge, es discutida con cierta amplitud en J. Arch Getty,
Origins of the Great Purges. The Soviet Communist Party Reconsidered,
1933-1938 (New
York and Cambridge: Cambridge Univ. Press, 1985).
Una de estas obras,
sin embargo, nunca fue publicada en
la Unión Soviética – Let
History Judge de Roy Medvedev.
Esta biografía de Stalin contiene el más completo recuento
soviético no oficial de la época, desde un punto de vista comunista. A
diferencia de Jruschov, Medvedev
acusa a Stalin de
la muerte de Kírov, de planificar
de antemano la represión y de diezmar sádicamente
la generación de viejos bolcheviques.
Es una amarga condena de Stalin, total y constante, realizada por un ex comunista. (218)
En varias partes
del libro de Medvedev, se
representa a Stalin como paranoico, psicótico, ex informante de la policía zarista, que tomó una posición equivocada sobre las Tesis de Abril de
Lenin en 1917, la política
militar durante la guerra civil, la política de la Comintern en los años veinte, la NEP, la situación del país en 1929, la diplomacia en los años treinta,
la estrategia de la Segunda Guerra
Mundial y la economía de la posguerra. Medvedev no explica cómo un torpe
como ése pudo tener seguidores en el
partido. (268, n. 31)
El
“ensayo bibliográfico” de Getty en ese libro (pp. 211-220) contiene una
importante crítica de los deficientes métodos históricos que todavía hoy abundan
en el estudio de la historia soviética.
21 Bujarin escribió dos
apelaciones, una más larga que la otra. Ambas se conservan en los Volkogonov
Papers, en el Archivo Nacional de los Estados Unidos. Ambas fueron publicadas
en Izvestiia, el 2 de septiembre de 1992, p. 3. La última carta de Bujarin
a su esposa fue publicada en Rodina Nº 8-9, 1992, p. 68.
22 Culpable,
es decir, de por lo menos lo que él confesó, aunque
no necesariamente de todo lo que
el Fiscal del Estado lo acusó.
Además de las confesiones de Bujarin en el juicio (y su reafirmación
de ellos en su Apelación),
ahora tenemos el texto de su primera
confesión el 2 de junio de 1937.
Y además de éstos, sabemos que hay, o habían, al
menos tres confesiones más de Bujarin.
Una es mencionada en Reabilitatsia: Kak Eto Bylo I, 697, y las
otras dos fueron mencionadas por Vyshinsky durante el proceso de 1938.
23 Grover Furr y Vladimir
L. Bobrov, “Nikolai Bukharin’s First Statement of Confession in the Lubianka.” Cultural Logic 2007. En http://clogic.eserver.org/2007/Furr_Bobrov.pdf
Este
artículo y la confesión de Bujarin del 2 de junio de 1937 que le acompaña, fueron
publicados primero como “Pervye priznatel'nye pokazaniia N.I. Bukharina na
Lubianke” y Furr & Bobrov, eds., “Lichnye pokazaniia N. Bukharina”, en Klio.
Zhurnal dlia uchennykh (St. Petersburg) 1 (36), 2007, pp. 38-52.Fuente: Grover Furr y Vladimir Bobrov, “Bukharin’s ‘Last Plea’: Yet Another Anti-Stalin Falsification”, publicado en Grover Furr’s Home Page, en http://msuweb.montclair.edu/~furrg/research/bukhlastplea.html. Los dibujos han sido tomados de la versión rusa de este artículo, publicada en las páginas actualhistory.ru y stalinism.ru
Traducido para “Crítica
Marxista-Leninista” por Thiago R.
Nota: Debido a las dificultades que tenemos con DocGoogle, los últimos documentos los ponemos a disposición sin restricciones en Scribd.com
Descargar "La útima petición' de Bujarin. Otra falsificación anti-Stalin" de Furr y Bobrov (2010)