viernes, 15 de febrero de 2013

Reunión entre Stalin y Enver Hoxha de marzo de 1949

Recordando a Stalin, en el 60º aniversario de su muerte
 
Cualquiera que lea las actas del encuentro Stalin-Hoxha de marzo de 1949, según el registro del lado soviético, sin conocer la historia de la revolución albanesa, la lucha interna en el Partido y la posición marxista-leninista del PTA, puede llegar a conclusiones apresuradas y poco fieles a la realidad histórica. En el punto concreto de la actitud de los comunistas albaneses en relación con la burguesía nacional, se podría concluir que Stalin está, en cierta forma, llamando la atención a Hoxha y al PTA por haber excluido a la burguesía media. En cierto sentido, así es. Da la impresión, además, que Hoxha se queda callado al respecto, asumiendo la crítica.  

Sin embargo, si se lee la versión de Hoxha sobre esta reunión, se puede observar que está de acuerdo con Stalin en ese punto. Esto se puede advertir cuando el líder albanés relata su encuentro con Stalin:  
 
“En cuanto a los elementos que pertenecían principalmente a la burguesía media y a la pequeñaburguesía con tendencias patrióticas, que se unieron a la lucha del pueblo y se opusieron al ocupante extranjero, el Partido los respaldó, se interesó en ellos y les indicó el verdadero camino para contribuir al desarrollo del país y al fortalecimiento de la independencia de la Patria. Sin embargo, en estos últimos años, le dije [a Stalin], debido a la actividad hostil de Koçi Xoxe y compañía, se han observado actitudes injustas y se han tomado medidas severas hacia una parte de estos elementos y hacia algunos intelectuales patriotas, pero el Partido ha denunciado enérgicamente estos errores y no va a permitir que se repitan de nuevo”. (Enver Hoxha, Con Stalin. Memorias, p. 55 de la edición publicada por www.enverhoxha.ru)

Como se puede observar, la crítica de Stalin es correcta y Hoxha está de acuerdo con ella, porque las acciones incorrectas contra la burguesía media fueron realizadas por la camarilla de Xoxe y seguidores, camarilla que tuvo mucha influencia en algunos sectores de la dirección del Partido y a la que Hoxha combatió y derrotó en la lucha interna del PTA, para corregir las desviaciones de la línea marxista-leninista. 
 
Por otra parte, es importante resaltar la afirmación de Stalin en relación con los comisarios políticos. La historiografía burguesa de la Segunda Guerra Mundial establece una relación causal entre la presencia de los comisarios políticos en el Ejército Rojo y las derrotas iniciales de la Unión Soviética. Según esto, el reordenamiento del Ejército Rojo, la contención de la agresión alemana y las subsiguientes victorias soviéticas tienen su explicación en el plano institucional en la eliminación de los comisarios políticos y el establecimiento de un mando militar profesional en el Ejército Rojo. Supuestamente la interferencia e ineptitud del Partido bolchevique y sus representantes en el ejército constituyeron un obstáculo inicial en la guerra antifascista. En la parte final de su intervención en la reunión con Hoxha, Stalin da una explicación convincente que permite entender los cambios que el Partido bolchevique bajo su dirección introdujo en el ejército soviético: Los comisarios políticos no son necesarios cuando realmente la dirección del ejército está en manos de los comunistas.” Muchos de los que dirigieron la Gran Guerra Patria, en el terreno estrictamente militar, Zhukov, Koniev y otros, eran militantes del Partido bolchevique, para no hablar del mismísimo Stalin, el comandante supremo, no sólo por título sino por su dirección práctica en el aspecto militar. El Partido bolchevique, en consecuencia, fue el guía indiscutible y la fuerza vital de la Guerra Patria, tanto por su línea y sus directrices como por la acción disciplinada de sus organizaciones y militantes. 
 
El registro soviético de este encuentro es un pálido reflejo de las opiniones expresadas por Stalin y Hoxha, especialmente de las de este último. Esto puede explicarse por motivos derivados de la traducción y la transcripción de la conversación. En las notas introductorias al contenido de la conversación del registro soviético, se puede notar que sólo hay un intérprete y es de nacionalidad soviética. Este debió traducir para ambas partes y en su traducción debió perderse mucho para ambos lados: tanto cuando traducía las palabras de Hoxha al ruso como cuando traducía las palabras de Stalin al albanés. Todo dependió en gran medida del dominio que el intérprete ruso tenía del albanés.  
 
Es evidente que el registro soviético da más peso a las intervenciones de Stalin. Por fortuna, Enver Hoxha escribió sobre sus encuentros con Stalin, echando luz a varios pasajes de la historia de las relaciones entre los dos líderes, los dos Partidos y los dos países. No sabemos si Hoxha conoció la versión soviética de la conversación, ésta sólo se conoció después de su muerte y la desintegración de la URSS. Sin embargo, pese a diferencias de énfasis, ambas se complementan y se confirman.


 
 

Estenograma de la
reunión entre J. V. Stalin y E. Hoxha
sobre las relaciones albano-yugoslavas y la política externa e interna de Albania 

Moscú, 23 de marzo de 1949
22 horas 00 minutos  

SECRETO 

Presentes del lado soviético: A. Y. Vyshinski, el  Embajador de la URSS en Albania D. S. Chulekha y V. I. Erofeev (intérprete).

Presentes del lado albanés: el Presidente de la Comisión de Planificación  del Estado albanés Spiro Koleka y el Embajador de Albania en la URSS M. Prifti. 

Después del intercambio de saludos, el camarada Stalin pregunta si la delegación albanesa ha llegado cómodamente a Moscú. 

Hoxha responde que han llegado muy cómodamente.  

Hoxha dice que se le ha encargado, en primer lugar, transmitirle al camarada Stalin los más profundos sentimientos de amor del pueblo albanés, y darle las gracias por todo lo que se ha hecho y se está haciendo por Albania. 

El camarada Stalin se lo agradece. El camarada Stalin pregunta si todo lo que se ha prometido ha sido entregado a Albania.

Hoxha responde afirmativamente. 

El camarada Stalin dice que fue bueno que el personal soviético navegara en un barco italiano y lo trajera aquí. [1] El barco fue traído con total seguridad. El crucero fue tripulado por italianos. Antes de entregarlo a la Unión Soviética, lo estropearon en el Mar Negro. El camarada Stalin comenta que los italianos en esta tarea se comportaron como gente mala. 

Hoxha dice que eso sucede todo el tiempo con los italianos. 

El camarada Stalin pregunta qué cuestiones tiene Hoxha.  

Hoxha responde que, en primer lugar, le gustaría esbozar la situación que se está desarrollando en el país y en el Partido, para, luego, presentar unas peticiones de carácter económico e informar también sobre el ejército albanés y sus necesidades. Además, quiere plantear algunas cuestiones que los camaradas albaneses desean que el camarada Stalin les clarifique. Por último, Hoxha quiere describir, en breve, la situación en la frontera albanesa. 

El camarada Stalin dice que Hoxha no tiene restricción alguna y puede plantear todas las cuestiones que quiera. 

Hoxha dice que la carta que el Partido Bolchevique envió al Comité Central del Partido Comunista de Yugoslavia y la Resolución del Buró de Información salvaron a Albania de una catástrofe inimaginable.  

El camarada Stalin pregunta en qué constituía esa catástrofe. 

Hoxha responde que los nacionalistas yugoslavos perseguían ciertos objetivos dirigidos contra la URSS, contra el campo antiimperialista y democrático, y contra Albania.

El camarada Stalin agrega: “y contra los musulmanes”. 

Hoxha está de acuerdo en eso. Hoxha declara que desde la liberación del país, el grupo nacionalista yugoslavo de Tito prosiguió con sus actividades subversivas en Albania. Los comunistas albaneses no podían dejar de notar que las relaciones económicas y de otro tipo, entre Albania y Yugoslavia, se estaban desarrollando insatisfactoriamente. Sin embargo, la vigilancia revolucionaria del Partido albanés no fue lo suficientemente firme. Y en relación con esto la responsabilidad principal debe recaer directamente sobre él, sobre Enver Hoxha. En ese contexto, jugó un papel importante el hecho de que los albaneses estuvieran acostumbrados, desde la guerra, a las relaciones amistosas de Yugoslavia. Todo esto, tomado en su conjunto, hizo que los dirigentes albaneses no se dieran cuenta, como se dice en la jerga popular, de que el pescado había comenzado a podrirse desde la cabeza. Los trotskistas yugoslavos se involucraron en todo tipo de intrigas en el Partido albanés, tratando de llevarlo hacia la división. En esta actividad destructiva trataron de basarse en el apoyo de sus seguidores, Koçi Xoxe, Pandi Kristo y otros. [2]  

El camarada Stalin pregunta si las personas mencionadas son eslavas.  

Hoxha contesta afirmativamente, señalando que Koçi Xoxe proviene de Macedonia y Pandi Kristo es de Korça. [3]  

El camarada Stalin pregunta a qué religión pertenecen estas personas. 

Hoxha dice que ambos son eslavos ortodoxos. 

Hoxha declara que la carta del Comité Central del Partido Comunista (b) de la URSS criticó la posición hostil de los trotskistas yugoslavos. De no haber sido por esas cartas, los comunistas albaneses honestos se hubieran visto obligados, tarde o temprano, a ir a las montañas a iniciar una nueva lucha. Analizando sus actividades, el Partido albanés llegó a la conclusión de que todos los comentarios de la carta del Comité Central del Partido Comunista (b) de la URSS estaban plenamente justificados, con la única excepción de que los comunistas albaneses nunca perdieron el sentimiento de amor y devoción al pueblo soviético, al Partido de los Bolcheviques y al camarada Stalin. 

El camarada Stalin dice que en esas cartas no se aclararon todas las cuestiones, debido a que no sabíamos todo. Sólo después llegamos a saber, por ejemplo, que cuando los yugoslavos quisieron enviar su división a Albania, no tenían el objetivo de salvar a Albania de la agresión griega; tenían otro objetivo en mente: eliminar el régimen existente en Albania.  Esto llegamos a saberlo más tarde. El camarada Stalin dice que no sólo los albaneses no estuvieron lo suficientemente alertas, tampoco nosotros nos dimos cuenta de todo. 

Hoxha dice que los albaneses estaban en estrecho contacto con los yugoslavos y debieron haber sido los primeros en advertir el comportamiento de los yugoslavos. Hoxha agrega que cuando supo de las intenciones de los yugoslavos de enviar su división a Albania, pensó que éstos debían haber tenido un entendimiento con el gobierno soviético sobre el asunto. 

El camarada Stalin responde que los yugoslavos prepararon el envío de su división,  ocultándolo de nosotros. Es muy posible que hicieran creer a los albaneses que eso se hacía de acuerdo con la URSS. Llegamos a conocer las intenciones de los yugoslavos sólo por casualidad, luego de la denuncia de Hoxha. Cuando reprendimos a los yugoslavos, éstos se disculparon y dijeron que había sido un error. 

El camarada Stalin pregunta: ¿cuál es el porcentaje de no albaneses en la población total de Albania? 

Hoxha contesta que en Albania viven griegos y judíos, pero su número es muy pequeño. En Albania, hay aproximadamente 5-6 mil macedonios que viven en las fronteras de Albania. 

El camarada Stalin pregunta si hay muchos albaneses en Yugoslavia. 

Hoxha responde que aproximadamente 1 millón de albaneses viven en Yugoslavia. 

El camarada Stalin pregunta cuál es la religión de los albaneses. 

Hoxha contesta que los albaneses son principalmente musulmanes y que parte de los que viven en las regiones del norte de Albania son católicos. 

El camarada Stalin pregunta si hay muchos eslavos ortodoxos y también personas que practican religiones distintas a la de los musulmanes.  

Hoxha responde que, en Albania, un 30-35% son eslavos ortodoxos y un 10-15% son católicos. En general, los católicos están en el norte del país mientras que los eslavos ortodoxos viven en las regiones centrales y algunos en el sur. Los musulmanes viven principalmente en el sur. 

El camarada Stalin pregunta qué idiomas hablan los eslavos ortodoxos y los católicos de Albania.  

Hoxha responde que todos ellos hablan albanés. 

Hoxha afirma que después de la carta del Partido Bolchevique y la Resolución del Buró de Información, los comunistas albaneses tomaron medidas decisivas contra el nacionalismo yugoslavo en el Partido y en la vida económica del país. Es difícil analizar inmediatamente a plenitud el estado de la situación en el Partido y el país. Esto se debe a que Koçi Xoxe, uno de los más importantes defensores de los yugoslavos, demostró que era más fuerte que la oposición y ocultaba muchas cosas al Partido. Se necesitó mucho tiempo para establecer la gran magnitud de las actividades que desplegaron para sabotear la economía del país y el Partido, para descubrir las actividades secretas que realizaron la dirección de los trotskistas yugoslavos y lo que hicieron sus seguidores en Albania. Sin duda alguna, el Partido cometió muchos errores graves. Prácticamente no existía democracia interna en el Partido. La estructura organizativa del Partido, copiada íntegramente de los yugoslavos, estaba hecha pedazos. El Partido estaba bajo control total de los órganos de seguridad. No se obedecieron las leyes y las directrices relacionadas con la economía del país. La reacción del pueblo albanés contra la camarilla traidora de Tito fue muy fuerte. La lucha contra los trotskistas yugoslavos y sus seguidores trascendió los límites del Partido y unió al pueblo en torno al Partido en esta cuestión. Hoxha señala que los sentimientos del pueblo albanés hacia el pueblo yugoslavo no sufrieron con todos estos acontecimientos. El Partido prestó gran atención a esto. 

El Congreso del Partido demostró que, en la lucha contra los trotskistas yugoslavos, el Partido se ha hecho más fuerte y más unido. El Congreso también demostró que el Partido, pese a su juventud, tiene gran fuerza y energía para luchar por la línea correcta. La crítica firme a las actividades de los elementos yugoslavos se desarrolló ante los ojos del pueblo albanés. Los errores cometidos por el Partido fueron reconocidos y se señaló el camino para su rectificación. El Partido no siguió el camino de tomar grandes medidas de supresión a gran escala y actuó con moderación, tomando en cuenta que muchos camaradas que siguieron el camino equivocado creían que la línea proclamada por los yugoslavos era correcta. Por eso, a los camaradas que reconocieron y aceptaron sus errores se les dio la oportunidad de rectificarlos. Koçi Xoxe, Pandi Kristo y otros tres fueron los únicos en ser arrestados. Kristo Temelko [4], una de las personas responsables del avance de la perniciosa línea yugoslava, que reiteradamente expresó su enemistad ideológica hacia la URSS y hacia los camaradas soviéticos que trabajan en Albania, no fue arrestado. En reunión del Buró Político, Kristo Temelko reveló todos los hechos relativos a sus actividades y sometió su comportamiento a una profunda autocrítica que fue considerada suficientemente honesta y objetiva. 

El camarada Stalin pregunta qué cargo ocupaba Kristo Temelko. 

Hoxha responde que Temelko era general del Ejército y ocupaba el cargo de comisario político del Ejército. 

El camarada Stalin pregunta dónde está y en qué trabaja Kristo Temelko. 

Hoxha responde que él está en Tirana; se le ha removido de todos los puestos que ocupaba y que por el momento no está haciendo nada. 

El camarada Stalin pregunta de qué nacionalidad es Kristo Temelko. 

Hoxha responde que Kristo Temelko es eslavo. Hoxha añade que, en determinado momento, el gobierno de Albania solicitó la autorización del gobierno soviético para que Kristo Temelko viniera a Moscú a estudiar en la Academia Militar Lenin.

El camarada Stalin pregunta si los albaneses recibieron respuesta a su solicitud.

Hoxha dice que la respuesta fue positiva pero no se concretó nada.

El camarada Stalin pregunta si los albaneses querían deshacerse de Kristo Temelko al enviarlo a Moscú. 

Hoxha responde que ellos querían enviar a Kristo Temelko a la URSS para que estudie, con la esperanza de que se rehabilite. 

El camarada Stalin pregunta si el Partido tiene confianza política en Kristo Temelko. 

Hoxha responde que el Partido tiene la esperanza que Kristo Temelko pueda corregirse pero no puede tener plena confianza política en él. 

El camarada Stalin señala que eso quiere decir que los albaneses no necesitan a Kristo Temelko en el momento actual. 

Hoxha dice que eso es correcto. 

El camarada Stalin declara que si los albaneses no necesitan a Kristo Temelko, entonces nosotros tampoco lo necesitamos. El camarada Stalin pregunta si los albaneses quieren enviar a Kristo Temelko a la URSS, por cuestiones de seguridad. 

Hoxha responde que Kristo Temelko en verdad tiene muchos deseos de estudiar en la Academia Militar Lenin. 

El camarada Stalin dice que si los camaradas albaneses lo desean, recibiremos a Kristo Temelko en la URSS. 

Hoxha expresa que después del Congreso se dieron pasos para depurar el Partido. Un número de camaradas que tuvieron contactos con los trotskistas yugoslavos fueron removidos de posiciones de dirección en el Partido y el Ejército. Se tomaron medidas dirigidas a fortalecer la democracia interna del Partido y se revocaron las directrices y medidas adoptadas bajo la influencia de los yugoslavos. El Congreso eligió el Comité Central, incorporando jóvenes y abnegados camaradas. También se tomaron medidas en relación con el Ministerio del Interior, que en su trabajo se permitieron errores e irregularidades y se realizaron actos extremadamente sucios. Ahora, a este ministerio se le ha dado una fuerza absolutamente fresca. En estos momentos, en todo el país, se están llevando a cabo elecciones a los comités y estructuras organizativas regionales y locales del Partido. Como resultado de esas elecciones, abnegados y experimentados camaradas tomarán la conducción de las estructuras partidarias básicas y de los comités de ciudad y regionales del Partido. Los camaradas soviéticos que trabajan en Albania brindaron una gran ayuda en la rectificación de los errores que se cometieron en la economía del país.

Hoxha señala que esos recientes sucesos tuvieron cierta influencia negativa en el seno del Partido. Hubo una caída en la disciplina de algunas organizaciones del Partido. Una anarquía similar es notoria en los sectores débiles. Además, en el momento actual, cuando la lucha de clases se ha agudizado, se ha hecho evidente un sentimiento excesivamente oportunista en algunos miembros del Partido. Hoxha dice que durante el periodo en que el Partido condujo la lucha contra el nacionalismo yugoslavo y sus seguidores internos, se retrocedió un poco en la lucha contra los kulaks en las aldeas. Se dio este retroceso para no complicar más la situación del país.  Sin embargo, como resultado de las actividades de los kulaks, el Estado no pudo obtener suficiente maíz y pan del campo. El país empezó a afrontar una grave situación económica. Otra causa de esas dificultades se produjo cuando los yugoslavos empezaron a prepararse para atacar Albania y durante ocho meses no suministraron nada a Albania. Esto provocó el caos en el mercado albanés, elevando significativamente los precios. Sólo la ayuda de la URSS nos permitió mitigar la situación. Hoxha dice que a pesar de todas las dificultades, el pueblo albanés tuvo plena confianza en la dirección de su gobierno y en su propia contribución, sin temor de las dificultades. 

El camarada Stalin señala que probablemente los albaneses están estableciendo cooperativas agrícolas. 

Hoxha responde que se tomó una decisión en el Congreso para establecer cooperativas agrícolas, pero no se apresuran en este aspecto. 

El camarada Stalin dice que los camaradas albaneses no deben apurarse en establecer cooperativas agrícolas. Albania es un país atrasado y montañoso. Incluso en la Unión Soviética, no tenemos cooperativas agrícolas en las regiones montañosas. Por esa razón, no se necesita establecer cooperativas agrícolas en Albania en este momento. Si los campesinos no tienen fertilizantes, ganado y maquinarias, el Estado albanés puede pedirnos ayuda, porque es necesario que el Estado tenga sus estaciones de máquinas y tractores, en caso de que los campesinos necesiten la ayuda de máquinarias. De ese modo, el Estado podrá labrar la tierra de los campesinos y, en la época de cosecha, podrá ayudarlos a moler la harina. Por esa ayuda, el Estado podrá recibir algún tipo de pago por el servicio prestado a los campesinos. ¿Cómo divide el campesino su maíz y su trigo?: ése no es asunto del Estado. El Estado deberá recibir su pago en especie. El Estado deberá tener su propia organización de tractores y molinos y deberá estar dispuesto a que esas máquinas ayuden a los campesinos, si ellos solicitan tal ayuda. Si bien éstas no son cooperativas agrícolas, les dará a los campesinos la posibilidad de ver la tecnología y evaluar su importancia. En su tiempo, en nuestro país, se llamaban estaciones de préstamo de máquinas. Los campesinos tomaban prestado esas máquinas que luego devolvían al Estado. Lo mismo debe hacerse en Albania. Entonces, en cuanto a la distribución de la cosecha se refiere, el campesino que tiene más tierra recibe menos. Esto no significa la lucha contra los kulaks pero enseña a los campesinos pobres a actuar en conjunto. 

El camarada Stalin pregunta si hay burguesía mercantil nacional en Albania.

Hoxha responde que existe burguesía mercantil en Albania pero no tienen fábricas, talleres o almacenes. Se les ha quitado todo. [5]  

El camarada Stalin dice que eso no está bien. La burguesía nacional puede ayudar a producir uno que otro bien y realizar algún comercio hasta que el Estado se fortalezca, especialmente si en esa burguesía nacional mercantil hay elementos que valoran la libertad y la independencia de Albania. Se deben utilizar esos elementos patrióticos de la burguesía y no excluirlos. El camarada Stalin dice que puede citar como ejemplo la experiencia en el norte de China. En la burguesía nacional china, entre los dueños de las medianas y pequeñas fábricas y la clase media de los comerciantes, hay personas que apoyan a los comunistas. Nosotros recomendamos a los camaradas chinos que no expulsen a esos elementos. Este sector patriótico, nacionalista, de la burguesía considera que sólo los comunistas pueden mantener la independencia y la libertad de China y que todos los demás partidos están en bancarrota. Esa es la razón por la cual ellos han establecido contactos con los comunistas. Este sector de la burguesía nacionalista abandonó a Chiang Kai-Shek porque vio que su partido era incapaz de establecer la unidad y la independencia de China, y se convenció de que la lucha por una China unida e independiente la estaban llevando a cabo sólo los comunistas. La burguesía, en realidad, ayuda a los comunistas. Como se sabe, China está dividida en dos partes: norte y sur. Algunas compañías comerciales llevan a los comunistas chinos artículos procedentes del sur, incluyendo algunos productos norteamericanos. Al preguntárseles por qué lo hacen y por qué gastan su dinero en eso, responden que no ven a nadie, excepto los comunistas, que pueda sostener la libertad de China contra los japoneses y los norteamericanos. 

Lenin siempre pensó que si la revolución tiene un carácter antiimperialista, de protección de la libertad del país que está bajo amenaza, los comunistas pueden lograr la cooperación de la burguesía nacional. Esta cooperación es permisible en la conocida primera etapa. Los camaradas albaneses deben entender este comentario de Lenin 

En los países de democracia popular, la burguesía nacional se comprometió con la ocupación alemana e italiana. Por esa razón cuando los ejércitos rusos entraron en esos países la burguesía escapó con los alemanes. En el territorio de Albania, no hubo ejércitos yugoslavos ni rusos. Por esa razón, si los camaradas albaneses no han matado a todos, debe haber uno que otro elemento de la burguesía nacional. No debe expulsarse a la burguesía que está por la independencia nacional y puede ayudar. Lo mismo puede decirse de algunos elementos de la intelectualidad que no tienen simpatía por los comunistas pero que ven que sólo los comunistas pueden defender la independencia del país. Por esa razón, esas personas de la intelectualidad, pese a que no simpatizan con los comunistas, pueden sin embargo ayudarnos. Tampoco se debe expulsarlos.

Los bolcheviques rusos no practicaron esas políticas. Si se hace a un lado la guerra contra Alemania, en el tiempo de la revolución, Rusia no estaba ocupada por nadie y nadie la amenazaba. Por esa razón, la revolución rusa no tuvo un carácter antiimperialista. Su trabajo principal estuvo dirigido al interior del país. Por eso hay diferencia entre lo que pasó en Rusia y lo que pasa en China, Corea y otros países. Como no había una amenaza directa del exterior, la burguesía rusa era enemiga declarada de la revolución. La lucha contra ella se realizó en pocos años. La burguesía rusa no era patriótica; pedía ayuda a Francia y Gran Bretaña, solicitando su intervención. En su trabajo político, los camaradas albaneses no deben copiar lo que pasó en Rusia o en otros países, deben tomar en cuenta las características locales.

Si en Albania se puede encontrar pequeños capitalistas que abran pequeñas empresas, talleres y tiendas, se les debe dar patentes, otorgarles préstamos y darles la posibilidad de participar en actividades comerciales e industriales, hasta que la economía de Albania se haga fuerte. Cuando esto suceda, se creará una nueva situación en la que será posible plantear nuevamente esta cuestión de la burguesía.

El camarada Stalin pregunta cuántas personas han venido en la delegación albanesa.

Hoxha responde que la delegación albanesa es de ocho personas.

El camarada Stalin pide que le digan los nombres de los miembros de la delegación albanesa y los cargos que ocupan. 

Hoxha dice que la delegación del Estado albanés incluye a Spiro Koleta, Presidente de la Comisión de Planificación del Estado; Koco Teodhosi, Vicepresidente de la Comisión de Planificación del Estado; Vasil Kati, Vice Ministro de Comercio; Jafer Spahiu, Vice Ministro de Industria; Shinazi Dragoti, representante del Ministro de Trabajo Social; Nejip Winchani, Subjefe del Estado Mayor del Ejército. Además, la delegación incluye a Teohar Fundo, representante comercial de Albania en Moscú. Hoxha añade que el gobierno albanés ha nombrado a Koco Teodhosi como su representante en el Consejo de Ayuda Mutua Económica. 

El camarada Stalin pregunta quién es el Comandante de las Fuerzas Armadas de Albania. 

Hoxha responde que él es quien comanda las fuerzas armadas. 

El camarada Stalin dice que el pueblo soviético y los bolcheviques tienen este principio para establecer la estructura de los órganos dirigentes del Estado: si los musulmanes son la mayoría en el país, entonces debe haber una mayoría de musulmanes. Uno no debe desconsiderar la religión de la gente. El pueblo no entenderá por qué un musulmán no es la cabeza del Estado en un país donde la mayoría es musulmana. Estas son cosas elementales. Sin embargo, esto no se entendió en Yugoslavia. Esto no significa que sólo los musulmanes deben estar en el gobierno. A fin de mantener la unidad del pueblo, se debe seleccionar personas competentes de las minorías nacionales. La participación de los representantes por religiones y las minorías nacionales en el trabajo gubernamental, da estabilidad al gobierno.

El camarada Stalin dice que le gustaría saber si los albaneses recibieron de la URSS los uniformes para el ejército que en su oportunidad solicitó el Jefe del Estado Mayor albanés.

Hoxha contesta que hasta el momento no han recibido los uniformes pero que ha escuchado que están en camino.

El camarada Stalin dice que la decisión para despachar los uniformes ya está tomada.

Hoxha pide permiso para pasar a las cuestiones económicas y dice que Albania ha preparado un plan de dos años para restaurar la economía del país. Este plan considera la restauración de la economía, en primer lugar, mediante el establecimiento de nuevas empresas industriales para la producción y procesamiento de textiles, algodón, azúcar, madera para construcción y otros artículos de necesidad para Albania. En segundo lugar, el plan presta atención al fortalecimiento de la exploración geológica y al desarrollo de la explotación de los recursos minerales. También se contempla construir la línea de transmisión de petróleo Patos-Valona [6] y una refinería de petróleo con capacidad de 150 mil toneladas por año. El plan propone trabajar y explorar minerales de subsuelo, como cobre, cromo y bitumen. Según el plan, se debe construir una planta de generación eléctrica para proveer energía a la industria textil. En relación con el transporte, el plan propone fortalecer el auto-transporte y continuar con el tendido de la línea de ferrocarril Durazzo-Elbasan. En cuanto a la agricultura, el plan propone incrementar el área de tierra irrigada mediante el uso de nuevas técnicas. El plan no prevé un incremento en la producción de maquinaria agrícola, dado que en el país hay suficientes tractores obtenidos de la Unión Soviética.

El camarada Stalin pregunta qué línea de ferrocarril se planea construir.

Hoxha responde que en Albania, actualmente, se está construyendo la línea de ferrocarril Durazzo-Elbasan. El año pasado, se construyó el tramo Durazzo-Pekin de esa línea, con una longitud de 37 kilómetros. El plan bienal incluye la construcción del tramo Pekin-Elbassan, con una longitud de 30 kilómetros.

El camarada Stalin pregunta si los albaneses recibieron los rieles de la URSS. 

Hoxha responde que los albaneses recibieron rieles, vagones y otros materiales y maquinarias. Hoxha dice que el plan bienal también contempla la ampliación de la red de escuelas y el incremento del número de camas en los hospitales. Para la ejecución del plan, Albania depende de la ayuda de la Unión Soviética en cuanto a maquinarias y equipo. Por otro lado, Albania ha concluido acuerdos comerciales con los países de democracia popular y ha recibido créditos de Checoslovaquia, Hungría y Polonia. En el momento actual, la delegación albanesa está teniendo negociaciones con Rumania y después irá a Bulgaria. 

El camarada Stalin responde que ayudaremos en todo lo posible. El camarada Stalin, bromeando, dice que espera que los albaneses pongan toda su fuerza en el cumplimiento del plan.

Hoxha dice que Albania desea solicitar una delegación de expertos soviéticos para colaborar, en parte, en la construcción de fábricas textiles y azucareras. 

El camarada Stalin dice que enviará a los especialistas pero que los albaneses deben preparar sus propios cuadros. Nuestra gente estará temporalmente en Albania y luego regresará a la Unión Soviética. Albania debe tener cuadros nacionales permanentes. Esto es muy importante.

Hoxha dice que el gobierno de Albania está haciendo todo lo posible para seguir ese camino. Hoxha dice que el gobierno albanés presenta la solicitud para que se envíe a Albania un grupo de excavación geológica y un grupo de exploración de los recursos electro-energéticos de Albania.

El camarada Stalin dice que eso es posible. El camarada Stalin pregunta si en Albania hay carbón.

Hoxha responde que en Albania hay poco carbón; hay pequeños depósitos en las regiones de Tirana y Korça. Por otra parte, los italianos descubrieron depósitos de carbón en el extremo sur de Albania.

El camarada Stalin pregunta con qué operan los ferrocarriles: ¿con carbón o con petróleo?

Hoxha responde que los ferrocarriles operan con carbón, pero el carbón en Albania no es bueno. Hoxha dice que en la actualidad la organización de la dirección de los órganos de Seguridad del Estado está representando un gran problema. En relación con esto, el gobierno albanés solicita permiso para enviar a 20 oficiales a la URSS para seguir cursos de especialización. Después de que esos oficiales hayan completado el curso, el gobierno albanés desea enviar otros 20 oficiales. Si esto no es posible, entonces el gobierno albanés solicita que se envíe un grupo de instructores a Albania para que organicen ese entrenamiento en Albania.

El camarada Stalin responde que los oficiales que vendrían a la URSS para cursos especiales deberán aprender primero el idioma ruso y sólo después estarán aptos para empezar el trabajo. Por eso, será más rápido enviar instructores a Albania.

Hoxha dice que Albania también necesita dos instructores para el Ministerio del Interior: un instructor para la policía y otro para investigaciones criminales.

El camarada Stalin dice que se puede enviar esos instructores.

Hoxha pregunta si es posible obtener material escrito de la URSS sobre la organización de los órganos de policía.

El camarada Stalin dice que el gobierno albanés puede obtener esos materiales.

Hoxha dice que quiere tocar otra cuestión que es muy importante para Albania. El hecho es que los códigos cifrados albaneses están basados en el cifrado yugoslavo. Por eso los yugoslavos tienen la posibilidad de decodificar todos los telegramas albaneses. El gobierno albanés solicita que se envíe un instructor soviético para que ayude al Ministerio del Interior a elaborar un nuevo sistema de códigos cifrados.

El camarada Stalin se muestra interesado. El camarada Stalin pregunta si el Ministerio del Interior necesita ese instructor y si el Ministerio de Relaciones Exteriores albanés usa códigos cifrados.

Hoxha contesta que el Ministerio de Relaciones Exteriores albanés usa código pero este código se guarda en el Ministerio del Interior. Hoxha dice que el gobierno albanés solicita que se envíen dos sistemas de detección de radio con toda la tecnología y el instrumental necesarios. Hoxha subraya que el órgano de Seguridad del Estado de Albania ha determinado que hay una cantidad de estaciones secretas de radiodifusión, una de las cuales está localizada en algún lugar de la región de la ciudad de Scutari. 

El camarada Stalin dice que las estaciones de detección de radio pueden enviarse. El camarada Stalin señala que el camarada Vyshinski encabezará el grupo para preparar las respuestas a la delegación del Estado albanés y que él examinará todas las peticiones. Hoxha puede reunirse con el camarada Vyshinski y plantear todas las cuestiones en las que está interesada la delegación del gobierno albanés. El camarada Stalin reitera que nosotros ayudaremos a Albania. 

Hoxha dice que desea tocar la cuestión yugoslava. Se han rotos relaciones económicas y políticas con Yugoslavia.  

El camarada Stalin pregunta quién rompió esas relaciones. 

Hoxha responde que Albania rompió esas relaciones. 

Hoxha dice que los yugoslavos estaban realizando una fuerte propaganda contra Albania, desde territorio yugoslavo y desde dentro de Albania, a la vez que desplegaban una red de agentes. Además, los yugoslavos están realizando una intensa propaganda en la frontera norte de Albania, buscando atraer ciudadanos albaneses hacia Yugoslavia. Este tipo de propaganda ha tenido cierto éxito y un sector bastante grande de campesinos del centro de Albania se ha ido a Yugoslavia. Los yugoslavos están intentando tomar la dirección de varias bandas armadas que merodean las partes montañosas de Albania. Los líderes yugoslavos están intentando unir y organizar a los elementos reaccionarios en Albania para que con su ayuda puedan derrocar el actual gobierno de Albania. Recientemente fue descubierta una banda dirigida por una misión yugoslava; los miembros de esa banda enfrentan, desde el 21 de marzo, un proceso judicial en los tribunales albaneses. 

El camarada Stalin pregunta si hay un embajador yugoslavo en Albania y si las relaciones diplomáticas continúan o no. 

Hoxha responde afirmativamente. 

Hoxha dice que los albaneses no están con los brazos cruzados. Están desarrollando actividades dirigidas contra los trotskistas yugoslavos y continúan sus contactos con la minoría albanesa que vive en Yugoslavia. Además, los albaneses tienen una inmigración organizada de yugoslavos. Sin embargo, se debería tener cuidado con los yugoslavos que vienen a Albania porque entre ellos puede haber hombres de Rankovic. 

El camarada Stalin comenta que Rankovic está enviando sus agentes. 

Hoxha opina que, como resultado de la lucha política, será destruida la camarilla de Tito que se desarrolló en el movimiento partisano. 

El camarada Stalin dice que eso no está excluido. 

Hoxha, pasando a la cuestión griega, dice que los camaradas albaneses desean conocer la opinión del camarada Stalin sobre esta cuestión. A la luz de las provocaciones del ejército monarcofascista y a la luz de todo lo que se dice de Albania, y tomando en cuenta la ayuda norteamericana al ejército griego, ¿existe amenaza directa sobre Albania desde el lado griego? Por su parte, el  ejército democrático griego tiene la moral bastante alta y, en el momento actual, está bien abastecido de equipo. Sin embargo, dice Hoxha, hay algunos momentos en que el comportamiento de los camaradas griegos provoca dudas. En parte, Hoxha cree que el ejército democrático de Grecia está separado del pueblo, en momentos en que el ejército monarcofascista evacúa a la gente de las áreas que están amenazadas por el ejército democrático, mientras que, a su vez, el ejército democrático evacúa a la población de las zonas que ocupa en Albania. 

El camarada Stalin explica que eso sucede en las áreas donde hay guerra. 

Hoxha dice que está de acuerdo. 

Hoxha percibe que la forma de la organización de la dirección del gobierno y el ejército de Grecia democrática es algo extraña. En discusiones con Zachariadis y otros camaradas griegos, Hoxha tuvo la impresión de que ellos subestiman el papel dirigente del Partido. En el ejército no hay comisarios políticos y Zachariadis, debido a una humildad que no es comprensible para Hoxha, hasta ahora no se ha convertido en jefe de gobierno. Hoxha considera que todo surgió debido a los errores cometidos durante la época de Marcos; y en cuanto a la cuestión de los comisarios políticos, se percibe que es un reflejo de los errores iniciales del EAM [Frente de Liberación Nacional] y el ELAS [Ejército Popular de Liberación Nacional]. 

El camarada Stalin dice que los camaradas griegos no están enfatizando el papel del Partido Comunista cuando apelan a las masas democráticas y quieren demostrar que todo el pueblo está realizando la guerra. Están en lo correcto al hacerlo. En cuanto a los comisarios políticos, no los hay incluso en el ejército soviético. Los comisarios políticos no son necesarios cuando realmente la dirección del ejército está en manos de los comunistas. 

El camarada Stalin señala que todo el debate sobre las dificultades de Albania tiene la intención de asustar a los albaneses. Como es sabido, la independencia de Albania está garantizada por la declaración de los tres grandes: Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS. Ciertamente, la declaración puede ser violada, pero eso no es tan fácil. En cuanto a los griegos de Tsaldaris se refiere, ellos apenas pueden sostenerse sobre sus pies como para estar hablando libremente acerca de la división de Albania. Si los albaneses se comportan correctamente, sin mostrarse demasiado ofensivos con los imperialistas, sin asustarlos mucho y conduciéndose con más humildad, entonces nadie tocará Albania. Estados Unidos y Gran Bretaña no desean que Albania esté bajo poder de Italia, ya que fortalecerá a Italia; no quieren que Albania esté bajo poder de los griegos, ya que fortalecerá a los griegos; no quieren que Albania esté bajo poder de los yugoslavos. Más aún, Estados Unidos no quiere que Albania esté bajo poder de Gran Bretaña. Por eso, está a favor de la independencia de Albania.  

La reunión duró dos horas y diez minutos 

Transcrito por V. Erofeev 

APRF. F. 45, Opis 1, Delo, 249, LL.55-74.

Copia autenticada.

Notas: 

[1] Se refiere al barco «Julio Chezare» (Julio César), comprado por la Unión Soviética y reparado en Italia. En la Unión Soviética, se le dio un nuevo nombre: “Novorossiysk”. Explotó en el pantano Eisk (cerca de Sebastopol), el 29 de octubre de 1955.

[2] Para detalles véase el vol. 1, documento nº 302, 305.

[3] En el libro de Enver Hoxha, “Con Stalin. Memorias” (Tirana, 1984), sólo el último de los mencionados, Kristo Temelko, es reconocido como macedonio, es decir, eslavo. En el registro soviético de la reunión todos los albaneses ortodoxos son considerados como eslavos.

[4] Kristo Temelko fue uno de los coetáneos de Enver Hoxha en la Lucha de Liberación Nacional, que participó en la reunión de organización para establecer el Partido Comunista de Albania, en noviembre de 1941, y fue miembro del primer Comité Central del Partido Comunista de Albania.

[5] Por una serie de órdenes emitidas por el Gobierno Provisional Democrático, en enero de 1945, el sector privado en la industria y el comercio fue prácticamente liquidado.

[6] Aquí y más adelante en el texto se mantiene la denominación italiana de las ciudades albanesas como “Valona” en lugar de 'Vlora' (o Vleora).

Cortesía: ed. G.P. Murashko et al, ‘Vostochnaya Evropa v dokumentakh rossiiskikh arkhivov 1944-53’, Tom II 1949-1953, ‘Sibirskii khrongraf’, Moskva-Novosibirsk, 1998, pp. 44-47. 

Traducido del ruso al inglés por Jaweed Ashraf 

Fuente: revolutionarydemocracy.org 

Traducción al castellano de Ykv. Pk.