martes, 25 de diciembre de 2012

La base económica principal del socialimperialismo: el capitalismo monopolista de Estado

Los oportunistas y revisionistas cuestionan la caracterización de la URSS revisionista como un país socialimperialista argumentando, en lo que al aspecto económico se refiere, que el capitalismo es sinónimo de propiedad privada individual y libre competencia de empresas, consorcios y monopolios. Nada más alejado de la teoría y la realidad del imperialismo que esta visión estrecha, reduccionista y acartonada. Las diferencias entre el capitalismo nacido de las entrañas de la sociedad feudal y el capitalismo restaurado nacido de una sociedad socialista responden en buena cuenta de la estrutctura económica de la que emergen, lo que condiciona su evolución, su expansión, su desarrollo y su expresión social, política y cultural, que en el caso particular del capitalismo restaurado, a su vez, ejerce una significativa influencia. El texto que a continuación presentamos, extraído de un manual de economía política publicado en Shanghai en 1974 y destinado a la autoeducación de la juventud china, nos proporciona, en un lenguaje sencillo, una exposición general de la base económica del socialimperialismo de la Unión Soviética revisionista, que no era otra que el capitalismo monopolista de Estado en una de sus manifestaciones más altas, donde la fusión entre el capital monopolista y el Estado era más estrecha y se expresaba, en la actividad económica, a través de las grandes empresas estatales que actuaban como verdaderas empresas monopolistas.
La formación del capitalismo monopolista de Estado en la Unión Soviética
El imperialismo capitalista y el socialimperialismo son idénticos en cuanto a sus características económicas fundamentales. Su base económica principal es el capitalismo monopolista. Pero en los países imperialistas capitalistas existen dos formas de capitalismo monopolista, a saber, el privado y el estatal. En los países socialimperialistas, el capitalismo monopolista siempre toma la forma de capitalismo monopolista de Estado. El capitalismo monopolista de Estado es la base económica principal del socialimperialismo. Esta diferencia entre socialimperialismo e imperialismo capitalista está determinada por las distintas condiciones históricas bajo las que se creó el capital monopolista.
El capital monopolista de los países imperialistas capitalistas se formó progresivamente en el proceso de aguda competencia en la economía capitalista privada, a través de la acumulación y concentración de capital. Ahí el capital monopolista privado apareció primero y existió en gran escala. Sólo después de que el capital monopolista privado alcanzó cierto grado de desarrollo y cuando el capital monopolista y el poder del Estado se fusionaron, poniendo el aparato estatal al servicio del capital monopolista, apareció el capitalismo monopolista de Estado. El capitalismo monopolista de Estado surgió en el país socialimperialista cuando los dirigentes con poder siguiendo el camino capitalista usurparon el Partido y el poder en la sociedad socialista, y en ese proceso transformaron la economía socialista en economía capitalista.
Después de que la renegada camarilla soviética usurpó el Partido y el poder del Estado en la Unión Soviética, la capa privilegiada burguesa rusa expandió su poder económico y político, asumiendo una posición dominante en el Partido, el gobierno, en las fuerzas armadas, y en las esferas económicas y culturales, y se convirtió en una burguesía monopolista burocrática que controla todo el aparato estatal y la riqueza social. Esta nueva burguesía monopolista burocrática utilizó el poder del Estado bajo su control para transformar la propiedad socialista en propiedad de los seguidores del camino capitalista y para transformar la economía socialista en una economía capitalista, en una economía capitalista monopolista de Estado.
La naturaleza de la economía de una sociedad no se determina por su denominación sino por la propiedad de los medios de producción. En otras palabras, se debe determinar quién tiene la propiedad de los medios de producción, quién las asigna y a quién sirven. Después de que la renegada camarilla de Jruschov y Brezhnev usurpó el Partido y el poder del Estado en la Unión Soviética, ejerció el control total sobre el poder político y económico y siguió una completa línea revisionista en la esfera económica. Exaltó el “rublo como una medida del mérito laboral” y “la capacidad de obtener ganancias como el mejor criterio para evaluar a los miembros del Partido Comunista a cargo de las operaciones y la administración”. Con el apoyo de la renegada camarilla soviética, Lieberman, un economista del revisionismo, propuso un esquema de administración de las empresas estatales que se basaba en la ganancia y en los incentivos materiales. Este “experimento” fue ampliamente difundido. Desde que Brezhnev sucedió a Jruschov, el “nuevo sistema económico” ha sido instituido a nivel nacional. El principio capitalista de la ganancia ha sido legalmente establecido para fortalecer la explotación del pueblo trabajador por la oligarquía monopolista burocrática. Con estas “transformaciones”, los medios de producción que antes pertenecían al pueblo de la Unión Soviética, ahora es propiedad –y está al servicio– de la burguesía monopolista burocrática. El obrero y el campesino de la Unión Soviética han sido despojados de sus medios de producción y reducidos una vez más a la condición de trabajadores asalariados. Aunque la Unión Soviética lleva aún la etiqueta de socialista, el sistema de propiedad socialista original ha sido transformado de hecho en un sistema de propiedad de la burguesía monopolista burocrática.
En la sociedad socialista, la economía estatal basada en la propiedad estatal socialista es el factor principal en la economía nacional. Una vez que la camarilla revisionista renegada usurpa la dirección de la economía socialista, ésta se transforma naturalmente en una economía capitalista monopolista de Estado. Esto es así porque mientras más fuerzas productivas se ponen bajo la propiedad estatal que representa sus intereses, la nueva burguesía monopolista burocrática puede controlar toda la riqueza social en nombre del “Estado”. De esta manera, no sólo puede utilizar la representación del Estado para engañar al pueblo trabajador, sino también para controlar firmemente la economía nacional a través del capitalismo de Estado. Por eso, la característica notable de la economía capitalista de la Unión Soviética es que el capitalismo monopolista de Estado controla y dirige todo. Esta situación es rara en un país imperialista capitalista. Aunque el capitalismo monopolista de Estado ha tenido un gran desarrollo en los países imperialistas capitalistas, todavía no ha llegado a la situación que prevalece en la Unión Soviética. Debido a la explotación y opresión, la clase obrera soviética, especialmente las masas del pueblo trabajador, han sufrido mucho. Lenin señaló una vez: “Dentro de un régimen de propiedad privada sobre los medios de producción, todos esos pasos hacia una mayor monopolización y una mayor estatificación de la producción van acompañados inevitablemente de una intensificación de la explotación de las masas trabajadoras, del reforzamiento de la opresión, de trabas a la lucha contra los explotadores, acentúan la reacción y el despotismo militar y al mismo tiempo conducen inevitablemente a un increíble acrecentamiento de las ganancias de los grandes capitalistas a expensas de todas las demás capas de la población, a esclavizar por muchos decenios a las masas trabajadoras, imponiéndoles tributos a pagar a los capitalistas bajo la forma de miles de millones de intereses de los empréstitos.” [1].
Este pasaje de Lenin suena como un análisis económico exacto del capitalismo de Estado soviético. Nekrásov, un conocido poeta ruso, denunció con dolor y amargura la negra dominación del viejo zarismo: “¿Quién puede ser feliz o libre en Rusia?” Hoy en Rusia, los hijos de los héroes de la revolución de Octubre están sufriendo muchas privaciones, sin alegría y libertad para denunciarlas. Por su parte, la burguesía monopolista burocrática encabezada por Brezhnev saquea el erario nacional, ejerciendo una dominación arbitraria y cruel, y chupando la sangre y el sudor del pueblo de la Unión Soviética, a voluntad. La burguesía monopolista burocrática encabezada por Brezhnev es la clase fundamental del socialimperialismo y la “personificación” del capitalismo de Estado.
El trust es la forma básica de la organización monopolista
del revisionismo soviético
Una forma importante de organización en el capitalismo de Estado del revisionismo soviético es el “trust”. La forma en que se establecen los trusts difiere de la que se observa en la organización monopolista de los países capitalistas. En la Unión Soviética se crean mediante la fusión de las grandes empresas con muchas medianas y pequeñas empresas, mediante el uso de la coerción del Estado.
El trust como forma de organización monopolista se ha desarrollado rápidamente en la Unión Soviética. En 1961, había sólo 2 trusts. Diez años después, en junio de 1971, habían 1,400 trusts con más de 14,000 empresas y 7.7 millones de empleados. Cerca de un tercio de las empresas mineras eran trusts. En el “XXIV Congreso Nacional” del PCUS, Brezhnev indicó: “La política de establecer trusts y fusionar empresas debe ser realizada con mayor resolución. En el futuro, ellos deberán convertirse en la unidad básica de contabilidad económica de la producción social”. Siguiendo la orden del grupo dirigente revisionista soviético, desde 1971 el sistema de trusts ha ampliado su esfera de dominación hasta incluir a todos los sectores manufactureros de la Unión Soviética.
Hay tres tipos básicos de trusts revisionistas soviéticos:
·      Primero, las empresas absorbidas “pierden su independencia y estatus de personas jurídicas”. El trust se convierte en “la unidad básica de contabilidad económica de la producción social” y posee todos los derechos sobre las empresas subordinadas.
·         Segundo, algunas empresas absorbidas pierden su independencia legal, mientras otras “mantienen una independencia relativa”.
·         Tercero, las empresas absorbidas son “todavía independientes” pero son administradas por el trust. 
De los tres tipos de trusts mencionados, el revisionismo soviético acentúa el desarrollo del primero. Fue creado tomando como modelo la empresa capitalista monopolista occidental y “utiliza” el “organigrama” de ésta. El revisionismo soviético publicita el trust como “la expresión concentrada y latente de la futura estructura de las industrias soviéticas” y como un tipo “especial de consorcio ruso”. El trust no sólo opera en la producción sino que también se involucra en el suministro de materias primas y la distribución de los productos. La diferencia entre este trust y la empresa capitalista monopolista estriba en que la alianza entre el trust soviético y el poder del Estado es más estrecha. No sólo es una unidad básica de contabilidad económica, también ejecuta parte de las funciones originalmente conferidas al Buró General de Control o incluso al Ministerio de Control en relación con la planificación, la producción, el abastecimiento y la distribución. Los trusts nacionales y regionales son “no solamente una unidad integrada de producción sino también un órgano de administración”. No hay órganos intermedios entre los ministerios a cargo del control y los trusts. Los directivos de los trusts, como los secretarios y subsecretarios de los ministerios gubernamentales están considerados como “miembros dirigentes de la economía nacional” del revisionismo soviético. Son miembros importantes de la burguesía monopolista burocrática encabezada por Brezhnev. Por consiguiente, el trust es una entidad que une el órgano del Estado y la organización monopolista y es una pieza importante en el sistema de administración del capitalismo monopolista de Estado.
Además de que el trust es una organización monopolista, la empresa estatal del revisionismo soviético ha sido desde hace tiempo una empresa capitalista. En las empresas del revisionismo soviético, las masas trabajadoras han sido degradadas de dueños de las empresas a esclavos de la burguesía monopolista burocrática. Los directivos de las empresas son agentes del grupo dirigente del revisionismo soviético. De acuerdo a las normas de “Regulación de las Empresas de Producción del Estado Socialista”, el director de la empresa ejerce la “facultad de contratar y despedir personal y toma decisiones en relación a los premios y castigos para el personal de la empresa”. Tiene la autoridad para fijar los salarios y las bonificaciones del staff y los trabajadores, y también para vender o dar en alquiler los medios de producción de la empresa. En suma, aún sin el trust, el director y el jefe de planta son ya patrones que tienen todas las facultades en las empresas estatales, mientras que las masas de trabajadores son ya esclavas de la burguesía monopolista burocrática. Ahora, con el trust como organización monopolista, la burguesía monopolista burocrática puede fortalecer su control sobre el pulso de la economía nacional en la Unión Soviética. Esta gran burguesía de nuevo tipo, haciendo uso de las empresas del Estado y los trusts, controla y se aprovecha del Estado, utiliza la recaudación tributaria y las ganancias recibidas, para saquear sin medida los frutos del trabajo del obrero soviético, para financiar el estilo de vida extravagante de los pocos capitalistas monopolistas, reprimiendo al pueblo soviético, desatando agresiones y siguiendo una política socialimperialista.
Simultáneamente con el desarrollo a gran escala de las organizaciones monopolistas en la manufactura y la minería, la camarilla renegada de Brezhnev ha desarrollado también varios tipos de organizaciones monopolistas en la agricultura. Ellas incluyen: 1) el trust agrícola que comprende granjas estatales especializadas en avicultura, ganadería y vegetales; 2) el trust agrícola que incluye a varias granjas estatales o granjas colectivas o una mezcla de ambas; 3) el complejo industrial-agrícola, también llamado empresa mixta industrial-agrícola, en el que las empresas agrícolas operan directamente plantas procesadoras de productos agrícolas. Mediante estas organizaciones monopolistas en la agricultura, la burguesía monopolista burocrática ha fortalecido su control y saquea el extenso campo soviético.
El “experimento de Shchekino” es el modelo de sistema de opresión implementado por la empresa monopolista revisionista soviética
Los nuevos burócratas capitalistas monopolistas, luego de haber puesto la economía nacional bajo su control y de restaurar completamente el sistema capitalista de trabajo asalariado, incrementaron la explotación y opresión de las amplias masas. Desde 1967, el denominado “experimento de Shchekino” ha confirmado ampliamente la restauración del capitalismo en la Unión Soviética.
Shchekino era una empresa química ubicada en las cercanías de Moscú, que tenía más de 7,000 trabajadores y producía fertilizantes químicos y otros productos químicos. En agosto de 1967, siguiendo las exigencias de la burguesía monopolista burocrática revisionista soviética, la empresa inició un “experimento para fortalecer el interés de los empleados en incrementar la producción, elevar la productividad del trabajo y reducir la cantidad de personal”. Este “experimento” aumentó continuamente la intensidad del trabajo de los obreros mediante medidas de trabajos simultáneos y tipos de trabajo combinados, y la ampliación del alcance del servicio y el logro de metas de reducción de personal y aumento de la intensidad del trabajo. Al mismo tiempo, se congeló el monto del fondo de salarios de la empresa durante varios años y el ahorro obtenido en el fondo de salarios por la reducción de personal fue puesto en su mayor parte a la discreción de un puñado de la clase privilegiada en la empresa. Brezhnev se jactaba de que el “experimento” era el modelo perfecto de remuneración, y desde entonces fue propagado por toda la Unión Soviética.
La esencia del “experimento de Shchekino” consiste en “reducir la fuerza laboral para incrementar la productividad del trabajo” a fin de hacer que la empresa “explote todo su potencial”. ¿Cómo se aumentó la productividad del trabajo? El “experimento de Shchekino” demostró que esto se podía lograr mediante el aumento de la intensidad del trabajo. De acuerdo con las estadísticas de junio de 1971, desde que la empresa mixta de Shchekino implementó este “experimento”, fueron despedidos más de 1,000 trabajadores, casi el 15% del total de trabajadores y staff. De ellos 68, es decir, el 6 por ciento, fueron despedidos debido a una mayor mecanización o  la consecuente reducción de la intensidad del trabajo, mientras que el 90 por ciento de los trabajadores fue despedido debido al incremento en la intensidad del trabajo. Marx señaló: “Todo el sistema de producción capitalista gira en torno a la prolongación de este trabajo gratuito, alargando la jornada de trabajo o desarrollando la productividad, o sea, acentuando la tensión de la fuerza de trabajo, etc.”. [2] En la etapa imperialista, la extracción de trabajo gratuito al obrero, por parte del capital monopolista, se multiplica cientos de veces. En los países imperialistas capitalistas, el capital monopolista emplea los llamados “métodos de administración científicos”, como el “sistema Taylor”, para obligar al obrero a incrementar en gran magnitud la intensidad del trabajo, a fin de aumentar la extracción de plusvalía. El “experimento de Shchekino” patrocinada por la camarilla renegada del revisionismo soviético es una copia del “sistema Taylor” que fue denunciado severamente por Lenin como un “sistema que succiona sangre y sudor”. Su intención es forzar a un obrero a hacer el trabajo de varios obreros y malévolamente extraer de él mayor trabajo excedente y plusvalía.
Hasta julio de 1971, las 121 empresas que implementaron el “experimento de Shchekino” ya habían despedido 65,000 trabajadores. En la actualidad, ha comenzado a propagarse un gran desempleo en la Unión Soviética. Este sistema económico de capitalismo monopolista de Estado del revisionismo soviético ha llevado la relación entre el capital y el trabajo asalariado a su límite. Ya ha encontrado, y seguirá encontrando, fuerte resistencia de la clase obrera soviética y de las amplias masas del pueblo trabajador.
Notas:
[1] “Resolución sobre el momento actual. VII Conferencia de Toda Rusia (Conferencia de abril) del POSD(b)R”, Obras Escogidas de Lenin, tomo 6.
[2] Marx, “Crítica del Programa de Gotha”, Obras Escogidas de Marx y Engels, tomo 3. 

Fuente: Fundamentals of Political Economy, edited by George C. Wang, M.E. Sharpe, New York, 1977.
Nota: “Fundamental of Political Economy” es una traducción de Cheng-chih ching-chi hsueh chi-ch’u chih-shih, 2 vols., compilado por el Grupo de Redacción de “Fundamentos de Economía Política” (Editorial del Pueblo, Shanghai, 1974). Este texto es un manual de introducción a la economía política publicado en China en 1974 y destinado a la autoeducación individual o grupal de la juventud china. 

Traducido para “Crítica Marxista-Leninista” por Inessa de la Torre.