Con la expropiación de la burguesía y los terratenientes, con la eliminación de los kulaks como clase y con la industrialización y la colectivización del campo, la Unión Soviética bajo la dirección de Stalin había instaurado básicamente el socialismo. En el terreno económico, la tarea consistía en crear las condiciones materiales para la construcción de la sociedad socialista completa y el tránsito gradual del socialismo al comunismo. Estos objetivos no eran plenamente realizables en las condiciones del cerco capitalista-imperialista, la revolución socialista dependía de la revolución proletaria mundial para sustituir el cerco capitalista por un "cerco" socialista. Sin embargo, la dictadura del proletariado tenía la obligación de continuar el fortalecimiento de la sociedad socialista y crear las condiciones económicas, sociales, políticas e ideológicas para cuando llegue el momento de asestar el golpe decisivo al sistema capitalista mundial y cuando los países del mundo sigan el camino al socialismo y el comunismo. El artículo de Vijay Singh, publicado en 1996, titulado "El PCUS(b), el Gosplan y la cuestión de la transición a la sociedad comunista en la Unión Soviética, 1939-1953", nos introduce en las interioridades de la elaboración de los planes para delinear y dar los pasos de la transición del socialismo al comunismo en la Unión Soviética bajo Stalin. Un papel importante le cupo al jefe del Comité de Planificación Estatal, N.A. Voznesensky, quien se había destacado también en el manejo de la economía durante la Gran Guerra Patria. En la postguerra, incurrió en profundas desviaciones del marxismo-leninismo, convirtiéndose en un apologista de la mayor utilización de las relaciones monetario-mercantiles y defensor de la tesis de la "transformación socialista" de leyes del capitalismo, incluyendo la ley del valor. En su última obra teórica, Stalin criticó las ideas de Voznesensky, que se habían difundido en el seno del Partido y el Estado. Esas ideas antimarxistas tuvieron seguidores notables, notables por su infausto papel en la retauración del capitalismo en la URSS, como Jruschov y Kosygin.
El marxismo reconoce el papel principal que juega la clase obrera
industrial en las revoluciones democráticas y socialistas y en la transición a
la sociedad comunista. Marx y Engels indicaron en el Manifiesto Comunista que “de todas las clases que hoy se
enfrentan con la burguesía sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria.
Las demás clases van degenerando y finalmente desaparecen con el desarrollo de
la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto más peculiar.”
Vladimir I. Lenin en Una gran iniciativa
expresaba la posición marxista de que solo los obreros urbanos y los obreros
industriales eran capaces de dirigir a todo el pueblo trabajador y explotado en
la lucha por derribar el capitalismo y crear el nuevo sistema socialista. El
socialismo exige la abolición de las clases sociales, para eso necesita de la
abolición de toda la propiedad privada de los medios de producción, de la
abolición de la diferencia entre la ciudad y el campo, así como de la
diferencia entre el trabajo manual e intelectual. Lenin rechazó explícitamente
la proposición de que todo “el pueblo trabajador” era igualmente capaz de
realizar estas tareas históricas. Él consideraba que la presunción de que “todo
el pueblo trabajador” era capaz de llevar a cabo las tareas de la revolución
socialista era una frase vacía o la ilusión de un socialista pre-marxista. La capacidad
para abolir las clases surge solamente
de las condiciones materiales de la producción capitalista a gran escala y la
posee solo el proletariado. El marxismo excluye de la definición de clase
obrera a la pequeña burguesía rural y urbana, a los empleados de oficinas, a
los trabajadores intelectuales y a la masa de trabajadores en general. Los
intentos del neo-brezhnevismo ruso de ampliar y extender la definición de clase
obrera deben ser rechazados de la misma manera en que los bolcheviques lucharon
históricamente contra los intentos de los narodniks
de incluir a la pequeña burguesía en esta categoría.
La confusión en esta cuestión tiene graves consecuencias para el carácter y
la composición del Partido Comunista, para la existencia misma de la dictadura
del proletariado, para la abolición de las clases y el sistema de producción de
mercancías bajo el socialismo y para la transición al comunismo.
La lógica del marxismo no concibe al “pueblo trabajador” como opuesto al
proletariado en cuanto a la dirección de la construcción de una sociedad
socialista. En La cuestión agraria
en Rusia hacia finales del
siglo XIX, Lenin consideraba inequívocamente que el socialismo “significa la abolición
de la economía de producción de mercancías,” y que mientras exista el
intercambio de mercancías, “es ridículo hablar de socialismo.” Lenin
argumentaba en su artículo La economía y la
política en la época de la dictadura del proletariado que la dictadura
del proletariado debe permanecer hasta la desaparición de las clases. La
abolición de las clases bajo el socialismo supone el fin de la diferencia entre
el obrero fabril y el campesino, porque todos se convierten en obreros. De esto
se desprende que el partido proletario no puede ser un “partido de todo el
pueblo” ni la dictadura del proletariado puede ser un “Estado de todo el
pueblo”. Esto fue reafirmado en la época de Stalin. En el período posterior a
la colectivización, en su discurso Sobre el
Proyecto de Constitución de la URSS, Stalin sostuvo que
la Unión Soviética ya había conseguido en lo fundamental construir la base de
una sociedad socialista; pero en esos mismos años argumentaba que el proyecto
de edificación de una sociedad socialista sin clases era todavía una tarea para
el futuro, como puede comprobarse en su Informe al XVII
Congreso del PCUS(b).
La perspectiva de completar la construcción de una sociedad socialista sin clases y la transición gradual del socialismo al comunismo fue el ‘leitmotiv’ principal del XVIII Congreso del PCUS(b), celebrado en marzo de 1939. Esto se puede ver claramente en los discursos de los dirigentes soviéticos en el Congreso. En su discurso de apertura del Congreso, Molotov afirmó que el socialismo había sido básicamente construido en la Unión Soviética y que en el futuro inmediato comenzaba el período de transición al comunismo. En su Informe al Congreso, Stalin destacó que la URSS había superado a los principales países capitalistas, respecto al índice de desarrollo industrial y a técnicas de producción, pero señaló que todavía había que superarlos en término de consumo industrial per cápita, que era la precondición de esa abundancia de productos y bienes, necesaria para la transición de la primera a la segunda fase del comunismo. Stalin anticipó la necesidad de la existencia del Estado soviético durante el período del establecimiento del comunismo. Hasta que el cerco capitalista no sea reemplazado por el cerco socialista y mientras exista el peligro de un ataque militar del exterior, los órganos militares, penales y de inteligencia serán necesarios para la supervivencia de la URSS. El Estado soviético no desaparecerá en un futuro cercano; no obstante, sufrirá cambios de conformidad con las exigencias internas e internacionales. La proposición de Engels referente a la desaparición del Estado en el comunismo presupone, según Stalin, que el comunismo triunfe en los países más importantes, lo que no era el caso en la situación mundial contemporánea.
La perspectiva de completar la construcción de una sociedad socialista sin clases y la transición gradual del socialismo al comunismo fue el ‘leitmotiv’ principal del XVIII Congreso del PCUS(b), celebrado en marzo de 1939. Esto se puede ver claramente en los discursos de los dirigentes soviéticos en el Congreso. En su discurso de apertura del Congreso, Molotov afirmó que el socialismo había sido básicamente construido en la Unión Soviética y que en el futuro inmediato comenzaba el período de transición al comunismo. En su Informe al Congreso, Stalin destacó que la URSS había superado a los principales países capitalistas, respecto al índice de desarrollo industrial y a técnicas de producción, pero señaló que todavía había que superarlos en término de consumo industrial per cápita, que era la precondición de esa abundancia de productos y bienes, necesaria para la transición de la primera a la segunda fase del comunismo. Stalin anticipó la necesidad de la existencia del Estado soviético durante el período del establecimiento del comunismo. Hasta que el cerco capitalista no sea reemplazado por el cerco socialista y mientras exista el peligro de un ataque militar del exterior, los órganos militares, penales y de inteligencia serán necesarios para la supervivencia de la URSS. El Estado soviético no desaparecerá en un futuro cercano; no obstante, sufrirá cambios de conformidad con las exigencias internas e internacionales. La proposición de Engels referente a la desaparición del Estado en el comunismo presupone, según Stalin, que el comunismo triunfe en los países más importantes, lo que no era el caso en la situación mundial contemporánea.
En su Informe sobre el Tercer
Plan Quinquenal para el Desarrollo de la Economía Nacional de la URSS,
Molotov vinculó el nuevo plan específicamente con la tarea de completar la
sociedad socialista sin clases y la transición gradual del socialismo al
comunismo. La colectivización, en el curso del Segundo Plan Quinquenal, había
destruido económicamente a los kulaks, que habían constituido la última clase
explotadora existente en la sociedad soviética. De esta manera, se puso término
a la propiedad privada sobre los medios de producción, creándose la forma
cooperativa de relaciones de propiedad, mediante el establecimiento de granjas
colectivas que coexistían con la propiedad estatal creada en la Revolución de
Octubre. La primera fase del comunismo ya se había construido en la URSS. El
Tercer Plan Quinquenal debía ser considerado como el paso más importante hacia el
establecimiento del comunismo pleno. Molotov examinó entonces las clases
sociales que existían en la Unión Soviética. Las diferencias sociales
persistían entre la clase obrera, el campesinado cooperativista, y el nuevo
estrato de intelectuales socialistas; estas diferencias correspondían a la
naturaleza de las diferencias en las relaciones de propiedad entre las empresas
estatales y las granjas colectivas. En la transición a la sociedad comunista,
la clase obrera jugaría el papel dirigente y el campesinado cooperativista ejercería
un papel activo. Al destacar la diferencia existente entre los estratos
avanzados y atrasados de estas clases, Molotov argumentó que mientras la
mayoría de la población colocaba los intereses generales de la sociedad y del Estado
por encima de los intereses particulares en el curso de la construcción de la
nueva sociedad, habían sectores que intentaban sacar provecho del Estado, al
igual que había sectores del campesinado más preocupados por el bienestar de
sus cooperativas y de sus intereses individuales. Fue el movimiento
stajanovista en las fábricas el que estableció normas técnicas y elevó la
productividad del trabajo durante el Segundo Plan Quinquenal, garantizando con
ello más éxitos a la Unión Soviética.
En su discurso al XVIII Congreso, el Presidente de la Comisión de
Planificación Estatal, N.A. Voznesensky, esbozó cinco tareas básicas requeridas
para que el programa de construcción comunista entre en vigor: primero,
desarrollar las fuerzas productivas hasta que la URSS supere económicamente a
los países capitalistas más avanzados; segundo, elevar la productividad del
trabajo hasta un nivel que permita a la Unión Soviética producir la abundancia
de productos y bienes necesarios para sentar las bases para la distribución según
la necesidad; tercero, suprimir las supervivencias de las contradicciones entre
la ciudad y el campo; cuarto, elevar el nivel cultural y técnico de la clase
obrera hasta el nivel de los trabajadores ocupados en tareas técnicas y de
ingeniería, con el fin de eliminar las diferencias entre el trabajo intelectual
y físico; y finalmente, desarrollar nuevas formas del Estado socialista en la
construcción del comunismo bajo las condiciones del cerco capitalista. Es
significativo que Voznesensky, al esbozar los cambios requeridos en la sociedad
y el Estado en el período de transición al comunismo, no abordara la cuestión
concerniente a la necesaria reconstrucción radical de las relaciones
productivas en la agricultura. En el XVII Congreso del PCUS(b) de 1934, Stalin
había hablado de la necesidad de efectuar la transición de las granjas
colectivas basadas en la propiedad de grupo, a las comunas fundadas en la
propiedad social y las técnicas más avanzadas, lo que sentaría las bases para
la producción de una abundancia de productos en la sociedad. En un comentario cargado,
Voznesensky sugirió que la tarea de completar la construcción de la sociedad
socialista, la transición al comunismo y alcanzar y superar a los países capitalistas
avanzados, se extendería más allá del período del Tercer Plan Quinquenal; que mientras
la Unión Soviética había necesitado dos décadas para implantar el socialismo,
se necesitaría un período histórico más corto para la transición al comunismo.
Molotov puso una nota de sobriedad en sus conclusiones al Congreso. Aunque
se había establecido la perspectiva de superar a los países capitalistas
avanzados, era importante ser conscientes de las deficiencias de la URSS en el
campo económico. Aunque la situación de las masas trabajadoras había mejorado,
y mejoraría aún más en el curso del Tercer Plan Quinquenal, y aunque el país
superó a Occidente en términos de técnicas de producción, era importante
recordar que se encontraba rezagado en términos de producción industrial per
cápita.
Las perspectivas esbozadas en el XVIII Congreso tenían amplias
ramificaciones. Estas implicaban que era imperativo reescribir el programa del
Partido. El programa existente, formalmente vigente, había sido adoptado por el
VIII Congreso de marzo de 1919, un año y medio después de la revolución. Era necesario
un nuevo programa que tuviera en cuenta el camino recorrido bajo el Comunismo
de Guerra, la Nueva Política Económica (NEP), la colectivización y la
industrialización, además de los pasos previstos a seguir en camino al “socialismo
completo” y al “comunismo pleno.” El programa de 1919 había llamado correctamente
a la conversión de los medios de producción en propiedad social de la clase
obrera de la República Soviética. En la esfera de la agricultura, se había
impuesto el establecimiento de comunas para dirigir la agricultura socializada
a gran escala. La exigencia de la abolición de las clases apuntaba claramente al
fin del campesinado como clase. El nuevo programa tendría que encarar el
delicado problema de la conversión de la propiedad de grupo de las granjas
colectivas en propiedad social plena de toda la sociedad. El XVIII Congreso nombró
una comisión de 27 personas, con la tarea de proponer los cambios en el
proyectado Tercer Programa del Partido. Entre los miembros de esta comisión se
incluían Stalin, Molotov, Kaganovich, Zhdanov, Beria, Voznesensky, Vyshinsky,
Kalinin, Malenkov, Manuilsky, Jruschov, Mikoyán y Pospelov.
La transición al comunismo presuponía también una reorientación de largo
alcance de la planificación soviética, con el objetivo de sentar la base
material y técnica para la nueva sociedad. Después de consultar con miembros de
la Academia de Ciencias Sociales de la URSS y con miembros del Gosplan,
Voznesensky realizó una reunión ampliada de la Comisión de Planificación
Estatal en julio de 1939 que abordó la cuestión relacionada con el desarrollo
de la economía soviética, especialmente con la expansión de la base energética
de la economía. Gosplan resolvió elaborar sus proyecciones en términos de construcción
del complejo hidroeléctrico Angarsk, la elevación del nivel del Mar Caspio y la
unión del Volga con los ríos del Norte. Estos proyectos traen inmediatamente a
la memoria la idea de Lenin de que la electrificación abriría la puerta a la
sociedad comunista. Él dijo que el comunismo era el poder soviético más la
electrificación del país entero. En el contexto del GOELRO, Lenin habló de la
necesidad de elaborar un plan prospectivo para la Rusia soviética, que cubriera
un período de 10-15 años. A fin de reforzar el personal de talento científico
disponible en el Gosplan para la elaboración de un plan económico a largo plazo,
se incorporó a académicos, incluidos miembros de la Academia de Ciencias de la
URSS, a las actividades del Consejo de Expertos Científico-Técnicos del
Gosplan, para preparar el plan general. En año y medio, el Gosplan preparó un perfil
del plan a largo plazo, que planteó cuestiones que sobrepasaban los límites del
Tercer Plan Quinquenal. Movido por esto, Voznesensky redactó una nota para
Stalin y Molotov, leída en una reunión del Gosplan en septiembre de 1940. Las
cuestiones centrales de un plan económico a largo plazo, diseñado para construir
una sociedad socialista sin clases y el comunismo, incluían el aumento de las
fuerzas productivas mediante la construcción de complejos industriales ferrosos
y no ferrosos, la reconstrucción completa del transporte ferroviario, la
construcción de los complejos hidroeléctricos de Kuibyshev, Solikams y Angarsk,
la ejecución de la vía férrea principal del Baikal-Amur, la creación de bases
petrolíferas y metalúrgicas en la parte norte de la URSS, y el desarrollo de
las regiones del país. En su nota, Voznesensky pidió autorización para que el
Gosplan pueda elaborar un plan económico general para un período de 15 años, a ser
presentado al Comité Central del Partido a finales de 1941.
Este plan integraba una nueva forma de entender la planificación regional:
mejor utilización de las fuerzas productivas mediante la ubicación de los
nuevos complejos industriales cerca a las fuentes de energía y de materias
primas, economizando así el trabajo en el curso de las distintas fases de los
procesos de fabricación y elaboración del producto final. Voznesensky consiguió
la creación de un Instituto de Comisionados del Gosplan en todas las regiones
económicas del país, encargados de verificar el cumplimiento del plan estatal y
asegurar el desarrollo de los complejos industriales de las regiones económicas.
Estos Comisionados fueron también encargados de prestar atención especial al
cumplimiento del Tercer Plan Quinquenal con respecto a la creación de bases de
combustible industrial en cada región económica, asegurando recursos eléctricos
en cada región, eliminando transportes irracionales, movilizando el suministro
de alimentación local y descubriendo recursos económicos. Se crearon departamentos
especiales en el aparato del Gosplan encargados del desarrollo de la economía
en las diferentes regiones del país.
El 7 de Febrero de 1941, Gosplan recibió la respuesta a su propuesta,
enviada por Voznesensky a Stalin y Molotov cinco meses antes. El Comité Central
del PCUS(b) y Sovnarkom aprobaban ahora formalmente que el Gosplan preparara el
plan prospectivo a fin de superar a los países capitalistas en la producción
per cápita de arrabio (hierro), acero, petróleo, electricidad, maquinaria y
otros medios de producción y artículos necesarios. Esto exigía el desarrollo de
la ciencia y la tecnología independiente en la URSS, de tal manera que la
riqueza natural del país pudiera ser utilizada con los métodos más avanzados de
organización de la producción. Esto requería, además, la predeterminación del
desarrollo de las ramas básicas de la economía nacional, las regiones
económicas, y el ritmo y la escala de la producción. El plan general tenía que
determinar los cambios en las relaciones sociales y políticas, las tareas
sociales, los métodos para elevar el nivel de los obreros y trabajadores de las
granjas colectivas al nivel de los trabajadores ocupados en sectores técnicos e
ingeniería (esto facilitaría el proceso de abolición de las clases y la
eliminación de las diferencias entre la clase obrera industrial, los
intelectuales y el campesinado cooperativista, según Lenin exponía en La economía y la política en la época de la dictadura
del proletariado).
El trabajo para este plan se dividió en dos etapas: entre enero y marzo de
1941, y de abril a junio del mismo año. Gosplan preparó el prototipo del plan
general para el período 1943-1957, en 2 volúmenes. Este proyecto representaba
el primer intento más importante de abordar los problemas planteados por la
perspectiva del desarrollo de la economía socialista y su ascenso a la economía
comunista en un período de 15 años. En el vigésimo aniversario del decreto de
Lenin que llevó a la creación de la Comisión de Planificación Estatal, el 22 de
Febrero de 1941, Pravda comenzó a
publicar una serie de artículos relativos que publicitaban el nuevo plan de 15
años.
La invasión Nazi interrumpió los proyectos para proveer de una base
económica a la transición al comunismo. Sin embargo, sorprendentemente, al
término de las hostilidades se reanudaron los planes y proyectos de preguerra. Los
Informes Sobre el Plan Quinquenal
1946-50 y la Ley Sobre el
Plan Quinquenal, presentados por Voznesensky al Soviet Supremo en marzo
de 1946, marcaron la reanudación del camino de desarrollo esbozado en el XVIII Congreso
del PCUS(b) para la construcción de la sociedad socialista sin clases y la
transición gradual al comunismo. El plan fue considerado una continuación de
las medidas diseñadas en preguerra para alcanzar y superar económicamente a los
principales países capitalistas en lo referente al volumen de producción industrial
per cápita. Stalin reiteró en septiembre de 1946 la posibilidad de construir el
comunismo en un solo país en la URSS. Un año después, en el acto de fundación
del Cominform en 1947 en Shklyarska Poremba, Malenkov añadió que el Comité
Central del PCUS(b) estaba trabajando en la preparación de un nuevo programa
del Partido, porque el existente estaba anticuado y debía sustituirse por otro
nuevo.
Paralelamente a estos acontecimientos se realizaba un intento renovado de
formular un plan económico de largo alcance a fin de sentar las bases
económicas y sociales del comunismo. Voznesensky expuso esta cuestión ante el
Comité Central a mediados de 1947. Argumentaba que el plan era imperativo por
dos razones. Primera, el plan estaba directamente conectado con la preparación
del nuevo programa del PCUS(b) y con la realización de planes concretos elaborados
con base en ese programa; segundo, las tareas de expandir las fuerzas
productivas y la construcción de grandes obras (líneas férreas, presas
hidroeléctricas, fabricas metalúrgicas) no encajaban en el reducido ámbito del
plan quinquenal en curso. Mientras se reiteraban los objetivos de preguerra del
plan general –superar a los países capitalistas avanzados en la producción
industrial per cápita–, Voznesensky proponía ahora un plan de 20 años para la
construcción de la sociedad comunista en la URSS. Se pidió el apoyo de Stalin a
un proyecto de resolución del Comité Central del Partido y del Consejo de
Ministros, que asignaba al Gosplan la responsabilidad de elaborar un plan
general de 20 años que debía ser presentado el 15 de Enero de 1948. Se concedió
esta autorización el 6 de Agosto de 1947.
El establecimiento de 80 subcomisiones bajo la dirección del Presidente del Gosplan da una clara idea del grado de actividad en la elaboración del plan económico general, con la participación de directores económicos, expertos ministeriales y especialistas académicos. En el otoño de 1947, Gosplan reexaminó la estructura del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias y modificó su funcionamiento mediante su reorientación hacia la resolución de los problemas que enfrentaba la economía soviética. En 1948 Gosplan, la Academia de Ciencias, el Partido y los órganos soviéticos locales mantuvieron conferencias para estudiar la capacidad productiva de las regiones económicas del país, prestando especial atención a las regiones del Noroeste, Tierra Negra Central, el Kuzbas, Kazakhstan, el Este de Siberia y el Extremo Este. Sobre la base de estos preparativos, se formuló el marco operativo del plan prospectivo para las diferentes ramas de la economía nacional y las distintas regiones económicas de la Unión Soviética. Se preparó un informe del plan general para el período 1951-1970, con los cálculos presupuestarios y otros materiales, para su presentación al Comité Central del PCUS(b) y al gobierno soviético. La Comisión Especial, dirigida por Voznesensky, examinó las tesis preliminares del plan general en septiembre de 1948.
A pesar de estos activos comienzos, el plan general de 20 años no fue
terminado, aunque el asunto de la transición al comunismo siguió siendo la
cuestión central en el PCUS(b). La razón de esto parece ser la participación de
Voznesensky como Presidente del Gosplan en los intentos de utilizar las
relaciones mercancía-dinero a un nivel fuera de lo común, al grado de poner en
peligro la sobrevivencia misma de la economía socialista, motivando su remoción
de sus puestos de dirección. No obstante, los puntos de vista de Voznesensky
sobre la transición al comunismo que hemos conocido, como resultado de los
esfuerzos de su biógrafo V.V. Kolotov, tienen cierto interés. En el pensamiento
de Voznesensky, la elaboración del plan de 20 años estaba inextricablemente
unida a la formación de la base de la sociedad comunista. Consideraba su tarea la
elaboración de las leyes que faciliten el establecimiento del comunismo y el
análisis de cómo se relacionan las fuerzas productivas y las relaciones de
producción. En sus últimos debates con los trabajadores del Gosplan,
Voznesensky argumentó que cada formación social tenía leyes económicas: algunas
de estas operan sobre formaciones sociales diferentes, mientras otras operan
específicamente sobre una formación social en particular. Cada formación social
tiene su ley económica fundamental. Era importante, por tanto, descubrir las
leyes económicas de la construcción comunista, es decir, el camino por el que las
relaciones de producción del socialismo se transforman en relaciones de
producción de la sociedad comunista. Era necesario elucidar las posibles
contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción
bajo el modo de producción comunista, y la manera de resolver estas
contradicciones. Estas fueron las mismas cuestiones que Stalin expuso en sus
comentarios sobre los debates económicos de noviembre de 1951.
Aunque el plan general para la construcción comunista no vio la luz del
día, se puso en marcha una serie de proyectos diseñados para aumentar las
fuerzas productivas de la Unión Soviética; proyectos que tuvieron su origen en
los trabajos del Gosplan de preguerra, referentes a la electrificación,
mecanización, automatización y el desarrollo de la industria química. Se previó
la electrificación de todas las ramas de la economía nacional para desarrollar
la electroquímica y la electrometalurgia en metales ferrosos y no ferrosos,
aluminio, magnesio y otras aleaciones. Se consideró necesaria la
electrificación del transporte ferroviario para economizar combustible y
material rodante. La electricidad fue empleada en forma extensiva en la
agricultura, especialmente en la mecanización de las granjas, en la trilla y en
la irrigación. De acuerdo con esta idea general, las decisiones del XIX Congreso
del PCUS establecieron un aumento del 80% en la producción de electricidad para
el período 1951-1955. La electrificación de la economía fue un rasgo común en
la literatura de este período. Entre las grandiosas obras para la construcción
comunista se incluían las presas hidroeléctricas de Kuibyshev y Stalingrado,
diseñadas para generar alrededor de 20,000 millones de kilowatts/hora de
electricidad anualmente, lo que significaba más de la mitad del total de la energía
producida en la URSS antes de la Segunda Guerra Mundial.
El tema de los cambios necesarios en las relaciones de producción para la
inminente transición al comunismo fue apuntado en la última obra importante de
Stalin. Después de argumentar la necesidad de una expansión continua de la
producción social –en la que era necesario un índice relativamente alto de crecimiento
de la producción de medios de producción, a fin de facilitar la reproducción a
gran escala–, Stalin sostenía que las relaciones productivas también requerían adaptarse
al aumento de las fuerzas productivas. Factores tales como la propiedad de
grupo de las granjas colectivas y la circulación de mercancías comenzaban a
impedir el poderoso desarrollo de las fuerzas productivas, porque originaban
obstáculos a la plena expansión de la planificación gubernamental del conjunto
de la economía nacional, particularmente de la agricultura. Para eliminar estas
contradicciones era necesario convertir, gradualmente, la granja colectiva en
propiedad pública e introducir el intercambio de productos en lugar de la
circulación de mercancías.
Huelga decir que el programa para el desarrollo de las fuerzas productivas
y la reestructuración de la relaciones de producción en línea con la transición
al comunismo fue demolido después de la muerte de Stalin. Bajo Jruschov no se
consideró decisiva la cuestión de un índice relativamente alto de crecimiento
de los medios de producción. Se acabó con la perspectiva de sustituir la
circulación de mercancías con el intercambio de productos. El nuevo programa
para la “construcción comunista” llamaba explícitamente al máximo desarrollo de
las relaciones mercancía-dinero. No se eliminarían, se preservarían, la
propiedad de grupo, las granjas colectivas y la circulación de mercancías. El
PCUS(b) se distanciaba así de la idea leninista de que bajo el socialismo las
clases han de ser abolidas; que debían ser eliminadas las diferencias entre el
obrero fabril y el campesino, la contradicción entre la ciudad y el campo, y
entre el trabajo manual y el intelectual.
La historia del PCUS(b) confirma que la claridad en la cuestión del
análisis de clase y la necesidad de defender el análisis marxista-leninista en la
definición del proletariado es un imperativo si se va a construir un verdadero
Partido Comunista en la ex Unión Soviética. Sólo sobre esta base es posible
construir la dictadura del proletariado, precondición decisiva para la
abolición de las clases y la producción e intercambio de mercancías bajo el
socialismo, en camino a la construcción de la sociedad comunista.
Referencias
·
XVIII S'ezd Vsesoyuznoi Kommunisticheskoi Partii (b),
Stenograficheskii otchet, Moscú, 1939.
·
V.V.
Kolotov, Nikolai Alekseevich Voznesensky, Moscú, 1974.
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V.
Kolotov y G. Petrovichev, N.A. Voznesensky, Moscú, 1963.
·
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Khozyaistvo, No. 10-12, 1973.
·
G.
Perov, 'Na perdenem krae ekonomicheskoi nauki i praktiki sotsialisticheskogo
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·
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VKP(b), Moscú, 1936.
·
M. Rubinstein, O
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·
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·
N.A. Voznesensky, Izbrannye
proizvedeniya 1931-47, Moscú, 1979.
Articulo presentado a la Conferencia Internacional
Científico-Práctica con el tema: “Análisis de Clase en el Movimiento Comunista
Moderno,” organizado por el Centro Internacional para la Formación de la
Doctrina Comunista Moderna, celebrado en Moscú entre los días 8 y 10 de
Noviembre de 1996.
Fuente: http://www.revolutionarydemocracy.org/othlang/gospspn.htm
Nota de “Crítica Marxista-Leninista”:
Hemos hecho algunas ligeras modificaciones a la versión en castellano de este artículo,
basándonos en la versión en inglés publicada en revolutionarydemocracy.org
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