martes, 8 de enero de 2013

La cuestión de la transición a la sociedad comunista en la Unión Soviética, 1939-1953

Con la expropiación de la burguesía y los terratenientes, con la eliminación de los kulaks como clase y con la industrialización y la colectivización del campo, la Unión Soviética bajo la dirección de Stalin había instaurado básicamente el socialismo. En el terreno económico, la tarea consistía en crear las condiciones materiales para la construcción de la sociedad socialista completa y el tránsito gradual del socialismo al comunismo. Estos objetivos no eran plenamente realizables en las condiciones del cerco capitalista-imperialista, la revolución socialista dependía de la revolución proletaria mundial para sustituir el cerco capitalista por un "cerco" socialista. Sin embargo, la dictadura del proletariado tenía la obligación de continuar el fortalecimiento de la sociedad socialista y crear las condiciones económicas, sociales, políticas e ideológicas para cuando llegue el momento de asestar el golpe decisivo al sistema capitalista mundial y cuando los países del mundo sigan el camino al socialismo y el comunismo. El artículo de Vijay Singh, publicado en 1996, titulado "El PCUS(b), el Gosplan y la cuestión de la transición a la sociedad comunista en la Unión Soviética, 1939-1953", nos introduce en las interioridades de la elaboración de los planes para delinear y dar los pasos de la transición del socialismo al comunismo en la Unión Soviética bajo Stalin. Un papel importante le cupo al jefe del Comité de Planificación Estatal, N.A. Voznesensky, quien se había destacado también en el manejo de la economía durante la Gran Guerra Patria. En la postguerra, incurrió en profundas desviaciones del marxismo-leninismo, convirtiéndose en un apologista de la mayor utilización de las relaciones monetario-mercantiles y defensor de la tesis de la "transformación socialista" de leyes del capitalismo, incluyendo la ley del valor. En su última obra teórica, Stalin criticó las ideas de Voznesensky, que se habían difundido en el seno del Partido y el Estado. Esas ideas antimarxistas tuvieron seguidores notables, notables por su infausto papel en la retauración del capitalismo en la URSS, como Jruschov y Kosygin.

El marxismo reconoce el papel principal que juega la clase obrera industrial en las revoluciones democráticas y socialistas y en la transición a la sociedad comunista. Marx y Engels indicaron en el Manifiesto Comunista que “de todas las clases que hoy se enfrentan con la burguesía sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. Las demás clases van degenerando y finalmente desaparecen con el desarrollo de la gran industria; el proletariado, en cambio, es su producto más peculiar.” Vladimir I. Lenin en Una gran iniciativa expresaba la posición marxista de que solo los obreros urbanos y los obreros industriales eran capaces de dirigir a todo el pueblo trabajador y explotado en la lucha por derribar el capitalismo y crear el nuevo sistema socialista. El socialismo exige la abolición de las clases sociales, para eso necesita de la abolición de toda la propiedad privada de los medios de producción, de la abolición de la diferencia entre la ciudad y el campo, así como de la diferencia entre el trabajo manual e intelectual. Lenin rechazó explícitamente la proposición de que todo “el pueblo trabajador” era igualmente capaz de realizar estas tareas históricas. Él consideraba que la presunción de que “todo el pueblo trabajador” era capaz de llevar a cabo las tareas de la revolución socialista era una frase vacía o la ilusión de un socialista pre-marxista. La capacidad para abolir las clases surge solamente de las condiciones materiales de la producción capitalista a gran escala y la posee solo el proletariado. El marxismo excluye de la definición de clase obrera a la pequeña burguesía rural y urbana, a los empleados de oficinas, a los trabajadores intelectuales y a la masa de trabajadores en general. Los intentos del neo-brezhnevismo ruso de ampliar y extender la definición de clase obrera deben ser rechazados de la misma manera en que los bolcheviques lucharon históricamente contra los intentos de los narodniks de incluir a la pequeña burguesía en esta categoría.
 
La confusión en esta cuestión tiene graves consecuencias para el carácter y la composición del Partido Comunista, para la existencia misma de la dictadura del proletariado, para la abolición de las clases y el sistema de producción de mercancías bajo el socialismo y para la transición al comunismo.
 
La lógica del marxismo no concibe al “pueblo trabajador” como opuesto al proletariado en cuanto a la dirección de la construcción de una sociedad socialista. En La cuestión agraria en Rusia hacia finales del siglo XIX, Lenin consideraba inequívocamente que el socialismo “significa la abolición de la economía de producción de mercancías,” y que mientras exista el intercambio de mercancías, “es ridículo hablar de socialismo.” Lenin argumentaba en su artículo La economía y la política en la época de la dictadura del proletariado que la dictadura del proletariado debe permanecer hasta la desaparición de las clases. La abolición de las clases bajo el socialismo supone el fin de la diferencia entre el obrero fabril y el campesino, porque todos se convierten en obreros. De esto se desprende que el partido proletario no puede ser un “partido de todo el pueblo” ni la dictadura del proletariado puede ser un “Estado de todo el pueblo”. Esto fue reafirmado en la época de Stalin. En el período posterior a la colectivización, en su discurso Sobre el Proyecto de Constitución de la URSS, Stalin sostuvo que la Unión Soviética ya había conseguido en lo fundamental construir la base de una sociedad socialista; pero en esos mismos años argumentaba que el proyecto de edificación de una sociedad socialista sin clases era todavía una tarea para el futuro, como puede comprobarse en su Informe al XVII Congreso del PCUS(b).

La perspectiva de completar la construcción de una sociedad socialista sin clases y la transición gradual del socialismo al comunismo fue el ‘leitmotiv’ principal del XVIII Congreso del PCUS(b), celebrado en marzo de 1939. Esto se puede ver claramente en los discursos de los dirigentes soviéticos en el Congreso. En su discurso de apertura del Congreso, Molotov afirmó que el socialismo había sido básicamente construido en la Unión Soviética y que en el futuro inmediato comenzaba el período de transición al comunismo. En su Informe al Congreso, Stalin destacó que la URSS había superado a los principales países capitalistas, respecto al índice de desarrollo industrial y a técnicas de producción, pero señaló que todavía había que superarlos en término de consumo industrial per cápita, que era la precondición de esa abundancia de productos y bienes, necesaria para la transición de la primera a la segunda fase del comunismo. Stalin anticipó la necesidad de la existencia del Estado soviético durante el período del establecimiento del comunismo. Hasta que el cerco capitalista no sea reemplazado por el cerco socialista y mientras exista el peligro de un ataque militar del exterior, los órganos militares, penales y de inteligencia serán necesarios para la supervivencia de la URSS. El Estado soviético no desaparecerá en un futuro cercano; no obstante, sufrirá cambios de conformidad con las exigencias internas e internacionales. La proposición de Engels referente a la desaparición del Estado en el comunismo presupone, según Stalin, que el comunismo triunfe en los países más importantes, lo que no era el caso en la situación mundial contemporánea. 

En su Informe sobre el Tercer Plan Quinquenal para el Desarrollo de la Economía Nacional de la URSS, Molotov vinculó el nuevo plan específicamente con la tarea de completar la sociedad socialista sin clases y la transición gradual del socialismo al comunismo. La colectivización, en el curso del Segundo Plan Quinquenal, había destruido económicamente a los kulaks, que habían constituido la última clase explotadora existente en la sociedad soviética. De esta manera, se puso término a la propiedad privada sobre los medios de producción, creándose la forma cooperativa de relaciones de propiedad, mediante el establecimiento de granjas colectivas que coexistían con la propiedad estatal creada en la Revolución de Octubre. La primera fase del comunismo ya se había construido en la URSS. El Tercer Plan Quinquenal debía ser considerado como el paso más importante hacia el establecimiento del comunismo pleno. Molotov examinó entonces las clases sociales que existían en la Unión Soviética. Las diferencias sociales persistían entre la clase obrera, el campesinado cooperativista, y el nuevo estrato de intelectuales socialistas; estas diferencias correspondían a la naturaleza de las diferencias en las relaciones de propiedad entre las empresas estatales y las granjas colectivas. En la transición a la sociedad comunista, la clase obrera jugaría el papel dirigente y el campesinado cooperativista ejercería un papel activo. Al destacar la diferencia existente entre los estratos avanzados y atrasados de estas clases, Molotov argumentó que mientras la mayoría de la población colocaba los intereses generales de la sociedad y del Estado por encima de los intereses particulares en el curso de la construcción de la nueva sociedad, habían sectores que intentaban sacar provecho del Estado, al igual que había sectores del campesinado más preocupados por el bienestar de sus cooperativas y de sus intereses individuales. Fue el movimiento stajanovista en las fábricas el que estableció normas técnicas y elevó la productividad del trabajo durante el Segundo Plan Quinquenal, garantizando con ello más éxitos a la Unión Soviética. 

En su discurso al XVIII Congreso, el Presidente de la Comisión de Planificación Estatal, N.A. Voznesensky, esbozó cinco tareas básicas requeridas para que el programa de construcción comunista entre en vigor: primero, desarrollar las fuerzas productivas hasta que la URSS supere económicamente a los países capitalistas más avanzados; segundo, elevar la productividad del trabajo hasta un nivel que permita a la Unión Soviética producir la abundancia de productos y bienes necesarios para sentar las bases para la distribución según la necesidad; tercero, suprimir las supervivencias de las contradicciones entre la ciudad y el campo; cuarto, elevar el nivel cultural y técnico de la clase obrera hasta el nivel de los trabajadores ocupados en tareas técnicas y de ingeniería, con el fin de eliminar las diferencias entre el trabajo intelectual y físico; y finalmente, desarrollar nuevas formas del Estado socialista en la construcción del comunismo bajo las condiciones del cerco capitalista. Es significativo que Voznesensky, al esbozar los cambios requeridos en la sociedad y el Estado en el período de transición al comunismo, no abordara la cuestión concerniente a la necesaria reconstrucción radical de las relaciones productivas en la agricultura. En el XVII Congreso del PCUS(b) de 1934, Stalin había hablado de la necesidad de efectuar la transición de las granjas colectivas basadas en la propiedad de grupo, a las comunas fundadas en la propiedad social y las técnicas más avanzadas, lo que sentaría las bases para la producción de una abundancia de productos en la sociedad. En un comentario cargado, Voznesensky sugirió que la tarea de completar la construcción de la sociedad socialista, la transición al comunismo y alcanzar y superar a los países capitalistas avanzados, se extendería más allá del período del Tercer Plan Quinquenal; que mientras la Unión Soviética había necesitado dos décadas para implantar el socialismo, se necesitaría un período histórico más corto para la transición al comunismo. 

Molotov puso una nota de sobriedad en sus conclusiones al Congreso. Aunque se había establecido la perspectiva de superar a los países capitalistas avanzados, era importante ser conscientes de las deficiencias de la URSS en el campo económico. Aunque la situación de las masas trabajadoras había mejorado, y mejoraría aún más en el curso del Tercer Plan Quinquenal, y aunque el país superó a Occidente en términos de técnicas de producción, era importante recordar que se encontraba rezagado en términos de producción industrial per cápita. 

Las perspectivas esbozadas en el XVIII Congreso tenían amplias ramificaciones. Estas implicaban que era imperativo reescribir el programa del Partido. El programa existente, formalmente vigente, había sido adoptado por el VIII Congreso de marzo de 1919, un año y medio después de la revolución. Era necesario un nuevo programa que tuviera en cuenta el camino recorrido bajo el Comunismo de Guerra, la Nueva Política Económica (NEP), la colectivización y la industrialización, además de los pasos previstos a seguir en camino al “socialismo completo” y al “comunismo pleno.” El programa de 1919 había llamado correctamente a la conversión de los medios de producción en propiedad social de la clase obrera de la República Soviética. En la esfera de la agricultura, se había impuesto el establecimiento de comunas para dirigir la agricultura socializada a gran escala. La exigencia de la abolición de las clases apuntaba claramente al fin del campesinado como clase. El nuevo programa tendría que encarar el delicado problema de la conversión de la propiedad de grupo de las granjas colectivas en propiedad social plena de toda la sociedad. El XVIII Congreso nombró una comisión de 27 personas, con la tarea de proponer los cambios en el proyectado Tercer Programa del Partido. Entre los miembros de esta comisión se incluían Stalin, Molotov, Kaganovich, Zhdanov, Beria, Voznesensky, Vyshinsky, Kalinin, Malenkov, Manuilsky, Jruschov, Mikoyán y Pospelov. 
La transición al comunismo presuponía también una reorientación de largo alcance de la planificación soviética, con el objetivo de sentar la base material y técnica para la nueva sociedad. Después de consultar con miembros de la Academia de Ciencias Sociales de la URSS y con miembros del Gosplan, Voznesensky realizó una reunión ampliada de la Comisión de Planificación Estatal en julio de 1939 que abordó la cuestión relacionada con el desarrollo de la economía soviética, especialmente con la expansión de la base energética de la economía. Gosplan resolvió elaborar sus proyecciones en términos de construcción del complejo hidroeléctrico Angarsk, la elevación del nivel del Mar Caspio y la unión del Volga con los ríos del Norte. Estos proyectos traen inmediatamente a la memoria la idea de Lenin de que la electrificación abriría la puerta a la sociedad comunista. Él dijo que el comunismo era el poder soviético más la electrificación del país entero. En el contexto del GOELRO, Lenin habló de la necesidad de elaborar un plan prospectivo para la Rusia soviética, que cubriera un período de 10-15 años. A fin de reforzar el personal de talento científico disponible en el Gosplan para la elaboración de un plan económico a largo plazo, se incorporó a académicos, incluidos miembros de la Academia de Ciencias de la URSS, a las actividades del Consejo de Expertos Científico-Técnicos del Gosplan, para preparar el plan general. En año y medio, el Gosplan preparó un perfil del plan a largo plazo, que planteó cuestiones que sobrepasaban los límites del Tercer Plan Quinquenal. Movido por esto, Voznesensky redactó una nota para Stalin y Molotov, leída en una reunión del Gosplan en septiembre de 1940. Las cuestiones centrales de un plan económico a largo plazo, diseñado para construir una sociedad socialista sin clases y el comunismo, incluían el aumento de las fuerzas productivas mediante la construcción de complejos industriales ferrosos y no ferrosos, la reconstrucción completa del transporte ferroviario, la construcción de los complejos hidroeléctricos de Kuibyshev, Solikams y Angarsk, la ejecución de la vía férrea principal del Baikal-Amur, la creación de bases petrolíferas y metalúrgicas en la parte norte de la URSS, y el desarrollo de las regiones del país. En su nota, Voznesensky pidió autorización para que el Gosplan pueda elaborar un plan económico general para un período de 15 años, a ser presentado al Comité Central del Partido a finales de 1941. 

Este plan integraba una nueva forma de entender la planificación regional: mejor utilización de las fuerzas productivas mediante la ubicación de los nuevos complejos industriales cerca a las fuentes de energía y de materias primas, economizando así el trabajo en el curso de las distintas fases de los procesos de fabricación y elaboración del producto final. Voznesensky consiguió la creación de un Instituto de Comisionados del Gosplan en todas las regiones económicas del país, encargados de verificar el cumplimiento del plan estatal y asegurar el desarrollo de los complejos industriales de las regiones económicas. Estos Comisionados fueron también encargados de prestar atención especial al cumplimiento del Tercer Plan Quinquenal con respecto a la creación de bases de combustible industrial en cada región económica, asegurando recursos eléctricos en cada región, eliminando transportes irracionales, movilizando el suministro de alimentación local y descubriendo recursos económicos. Se crearon departamentos especiales en el aparato del Gosplan encargados del desarrollo de la economía en las diferentes regiones del país. 

El 7 de Febrero de 1941, Gosplan recibió la respuesta a su propuesta, enviada por Voznesensky a Stalin y Molotov cinco meses antes. El Comité Central del PCUS(b) y Sovnarkom aprobaban ahora formalmente que el Gosplan preparara el plan prospectivo a fin de superar a los países capitalistas en la producción per cápita de arrabio (hierro), acero, petróleo, electricidad, maquinaria y otros medios de producción y artículos necesarios. Esto exigía el desarrollo de la ciencia y la tecnología independiente en la URSS, de tal manera que la riqueza natural del país pudiera ser utilizada con los métodos más avanzados de organización de la producción. Esto requería, además, la predeterminación del desarrollo de las ramas básicas de la economía nacional, las regiones económicas, y el ritmo y la escala de la producción. El plan general tenía que determinar los cambios en las relaciones sociales y políticas, las tareas sociales, los métodos para elevar el nivel de los obreros y trabajadores de las granjas colectivas al nivel de los trabajadores ocupados en sectores técnicos e ingeniería (esto facilitaría el proceso de abolición de las clases y la eliminación de las diferencias entre la clase obrera industrial, los intelectuales y el campesinado cooperativista, según Lenin exponía en La economía y la política en la época de la dictadura del proletariado). 

El trabajo para este plan se dividió en dos etapas: entre enero y marzo de 1941, y de abril a junio del mismo año. Gosplan preparó el prototipo del plan general para el período 1943-1957, en 2 volúmenes. Este proyecto representaba el primer intento más importante de abordar los problemas planteados por la perspectiva del desarrollo de la economía socialista y su ascenso a la economía comunista en un período de 15 años. En el vigésimo aniversario del decreto de Lenin que llevó a la creación de la Comisión de Planificación Estatal, el 22 de Febrero de 1941, Pravda comenzó a publicar una serie de artículos relativos que publicitaban el nuevo plan de 15 años. 

La invasión Nazi interrumpió los proyectos para proveer de una base económica a la transición al comunismo. Sin embargo, sorprendentemente, al término de las hostilidades se reanudaron los planes y proyectos de preguerra. Los Informes Sobre el Plan Quinquenal 1946-50 y la Ley Sobre el Plan Quinquenal, presentados por Voznesensky al Soviet Supremo en marzo de 1946, marcaron la reanudación del camino de desarrollo esbozado en el XVIII Congreso del PCUS(b) para la construcción de la sociedad socialista sin clases y la transición gradual al comunismo. El plan fue considerado una continuación de las medidas diseñadas en preguerra para alcanzar y superar económicamente a los principales países capitalistas en lo referente al volumen de producción industrial per cápita. Stalin reiteró en septiembre de 1946 la posibilidad de construir el comunismo en un solo país en la URSS. Un año después, en el acto de fundación del Cominform en 1947 en Shklyarska Poremba, Malenkov añadió que el Comité Central del PCUS(b) estaba trabajando en la preparación de un nuevo programa del Partido, porque el existente estaba anticuado y debía sustituirse por otro nuevo.  

Paralelamente a estos acontecimientos se realizaba un intento renovado de formular un plan económico de largo alcance a fin de sentar las bases económicas y sociales del comunismo. Voznesensky expuso esta cuestión ante el Comité Central a mediados de 1947. Argumentaba que el plan era imperativo por dos razones. Primera, el plan estaba directamente conectado con la preparación del nuevo programa del PCUS(b) y con la realización de planes concretos elaborados con base en ese programa; segundo, las tareas de expandir las fuerzas productivas y la construcción de grandes obras (líneas férreas, presas hidroeléctricas, fabricas metalúrgicas) no encajaban en el reducido ámbito del plan quinquenal en curso. Mientras se reiteraban los objetivos de preguerra del plan general –superar a los países capitalistas avanzados en la producción industrial per cápita–, Voznesensky proponía ahora un plan de 20 años para la construcción de la sociedad comunista en la URSS. Se pidió el apoyo de Stalin a un proyecto de resolución del Comité Central del Partido y del Consejo de Ministros, que asignaba al Gosplan la responsabilidad de elaborar un plan general de 20 años que debía ser presentado el 15 de Enero de 1948. Se concedió esta autorización el 6 de Agosto de 1947. 

El establecimiento de 80 subcomisiones bajo la dirección del Presidente del Gosplan da una clara idea del grado de actividad en la elaboración del plan económico general, con la participación de directores económicos, expertos ministeriales y especialistas académicos. En el otoño de 1947, Gosplan reexaminó la estructura del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias y modificó su funcionamiento mediante su reorientación hacia la resolución de los problemas que enfrentaba la economía soviética. En 1948 Gosplan, la Academia de Ciencias, el Partido y los órganos soviéticos locales mantuvieron conferencias para estudiar la capacidad productiva de las regiones económicas del país, prestando especial atención a las regiones del Noroeste, Tierra Negra Central, el Kuzbas, Kazakhstan, el Este de Siberia y el Extremo Este. Sobre la base de estos preparativos, se formuló el marco operativo del plan prospectivo para las diferentes ramas de la economía nacional y las distintas regiones económicas de la Unión Soviética. Se preparó un informe del plan general para el período 1951-1970, con los cálculos presupuestarios y otros materiales, para su presentación al Comité Central del PCUS(b) y al gobierno soviético. La Comisión Especial, dirigida por Voznesensky, examinó las tesis preliminares del plan general en septiembre de 1948.

A pesar de estos activos comienzos, el plan general de 20 años no fue terminado, aunque el asunto de la transición al comunismo siguió siendo la cuestión central en el PCUS(b). La razón de esto parece ser la participación de Voznesensky como Presidente del Gosplan en los intentos de utilizar las relaciones mercancía-dinero a un nivel fuera de lo común, al grado de poner en peligro la sobrevivencia misma de la economía socialista, motivando su remoción de sus puestos de dirección. No obstante, los puntos de vista de Voznesensky sobre la transición al comunismo que hemos conocido, como resultado de los esfuerzos de su biógrafo V.V. Kolotov, tienen cierto interés. En el pensamiento de Voznesensky, la elaboración del plan de 20 años estaba inextricablemente unida a la formación de la base de la sociedad comunista. Consideraba su tarea la elaboración de las leyes que faciliten el establecimiento del comunismo y el análisis de cómo se relacionan las fuerzas productivas y las relaciones de producción. En sus últimos debates con los trabajadores del Gosplan, Voznesensky argumentó que cada formación social tenía leyes económicas: algunas de estas operan sobre formaciones sociales diferentes, mientras otras operan específicamente sobre una formación social en particular. Cada formación social tiene su ley económica fundamental. Era importante, por tanto, descubrir las leyes económicas de la construcción comunista, es decir, el camino por el que las relaciones de producción del socialismo se transforman en relaciones de producción de la sociedad comunista. Era necesario elucidar las posibles contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción bajo el modo de producción comunista, y la manera de resolver estas contradicciones. Estas fueron las mismas cuestiones que Stalin expuso en sus comentarios sobre los debates económicos de noviembre de 1951. 

Aunque el plan general para la construcción comunista no vio la luz del día, se puso en marcha una serie de proyectos diseñados para aumentar las fuerzas productivas de la Unión Soviética; proyectos que tuvieron su origen en los trabajos del Gosplan de preguerra, referentes a la electrificación, mecanización, automatización y el desarrollo de la industria química. Se previó la electrificación de todas las ramas de la economía nacional para desarrollar la electroquímica y la electrometalurgia en metales ferrosos y no ferrosos, aluminio, magnesio y otras aleaciones. Se consideró necesaria la electrificación del transporte ferroviario para economizar combustible y material rodante. La electricidad fue empleada en forma extensiva en la agricultura, especialmente en la mecanización de las granjas, en la trilla y en la irrigación. De acuerdo con esta idea general, las decisiones del XIX Congreso del PCUS establecieron un aumento del 80% en la producción de electricidad para el período 1951-1955. La electrificación de la economía fue un rasgo común en la literatura de este período. Entre las grandiosas obras para la construcción comunista se incluían las presas hidroeléctricas de Kuibyshev y Stalingrado, diseñadas para generar alrededor de 20,000 millones de kilowatts/hora de electricidad anualmente, lo que significaba más de la mitad del total de la energía producida en la URSS antes de la Segunda Guerra Mundial.

El tema de los cambios necesarios en las relaciones de producción para la inminente transición al comunismo fue apuntado en la última obra importante de Stalin. Después de argumentar la necesidad de una expansión continua de la producción social –en la que era necesario un índice relativamente alto de crecimiento de la producción de medios de producción, a fin de facilitar la reproducción a gran escala–, Stalin sostenía que las relaciones productivas también requerían adaptarse al aumento de las fuerzas productivas. Factores tales como la propiedad de grupo de las granjas colectivas y la circulación de mercancías comenzaban a impedir el poderoso desarrollo de las fuerzas productivas, porque originaban obstáculos a la plena expansión de la planificación gubernamental del conjunto de la economía nacional, particularmente de la agricultura. Para eliminar estas contradicciones era necesario convertir, gradualmente, la granja colectiva en propiedad pública e introducir el intercambio de productos en lugar de la circulación de mercancías. 

Huelga decir que el programa para el desarrollo de las fuerzas productivas y la reestructuración de la relaciones de producción en línea con la transición al comunismo fue demolido después de la muerte de Stalin. Bajo Jruschov no se consideró decisiva la cuestión de un índice relativamente alto de crecimiento de los medios de producción. Se acabó con la perspectiva de sustituir la circulación de mercancías con el intercambio de productos. El nuevo programa para la “construcción comunista” llamaba explícitamente al máximo desarrollo de las relaciones mercancía-dinero. No se eliminarían, se preservarían, la propiedad de grupo, las granjas colectivas y la circulación de mercancías. El PCUS(b) se distanciaba así de la idea leninista de que bajo el socialismo las clases han de ser abolidas; que debían ser eliminadas las diferencias entre el obrero fabril y el campesino, la contradicción entre la ciudad y el campo, y entre el trabajo manual y el intelectual. 

La historia del PCUS(b) confirma que la claridad en la cuestión del análisis de clase y la necesidad de defender el análisis marxista-leninista en la definición del proletariado es un imperativo si se va a construir un verdadero Partido Comunista en la ex Unión Soviética. Sólo sobre esta base es posible construir la dictadura del proletariado, precondición decisiva para la abolición de las clases y la producción e intercambio de mercancías bajo el socialismo, en camino a la construcción de la sociedad comunista. 

Referencias  

·         XVIII S'ezd Vsesoyuznoi Kommunisticheskoi Partii (b), Stenograficheskii otchet, Moscú, 1939.
·         V.V. Kolotov, Nikolai Alekseevich Voznesensky, Moscú, 1974.
·         V. Kolotov y G. Petrovichev, N.A. Voznesensky, Moscú, 1963.
·         G. Kozyachenko, 'Krupnyi deyatel sotsialisticheskogo planirovaniya', Planovoe Khozyaistvo, No. 10-12, 1973.
·         G. Perov, 'Na perdenem krae ekonomicheskoi nauki i praktiki sotsialisticheskogo planirovaniya', Planovoe Khozyaistvo, No. 7-9, 1971.
·         Programma i ustav VKP(b), Moscú, 1936.
·         M. Rubinstein, O sozdanii material'no-tekhnichesko bazy Kommunizma, Moscú, 1952.
·         Stalin, Economicheskie problemy sotsializma v SSSR, Moscú, 1952.
·         N.A. Voznesensky, Izbrannye proizvedeniya 1931-47, Moscú, 1979.  

Articulo presentado a la Conferencia Internacional Científico-Práctica con el tema: “Análisis de Clase en el Movimiento Comunista Moderno,” organizado por el Centro Internacional para la Formación de la Doctrina Comunista Moderna, celebrado en Moscú entre los días 8 y 10 de Noviembre de 1996.
 

Fuente: http://www.revolutionarydemocracy.org/othlang/gospspn.htm
 
Nota de “Crítica Marxista-Leninista”: Hemos hecho algunas ligeras modificaciones a la versión en castellano de este artículo, basándonos en la versión en inglés publicada en revolutionarydemocracy.org

Descargar "El PCUS(b), el Gosplan y la cuestión de la transición a la sociedad comunista en la Unión Soviética, 1939-1953" de Vijay Singh