martes, 1 de enero de 2013

La teoría de la zona intermedia de Mao: ¿antecedente de la teoría de los tres mundos?

En agosto de 1964, la ruptura sino-soviética era pública. El Partido Comunista de China había publicado en julio de ese año su noveno artículo polémico criticando al PCUS, titulado "Acerca del falso comunismo de Jruschov y sus lecciones históricas para el mundo". El golpe de timón en el partido y el gobierno de los revisionistas soviéticos, que encumbraría a Brezhnev, todavía ocurriría en octubre de 1964. Además de la crítica teórica, ideológica y política, el PCCh también empezó a poner énfasis en las diferencias sobre cuestiones territoriales entre los dos países fronterizos, alentando además a otros a hacerle reclamos territoriales a los soviéticos. De esta actitud china, Enver Hoxha diría con preocupación que, justas o no, "la lucha contra el jruschovismo no debe perderse en reivindicaciones territoriales". Naturalmente, la ruptura definitiva con el revisionismo soviético llevaría a los dirigentes chinos a reformular su política exterior.
 
Se sugiere que las primera declaración de Mao en torno a la "zona intermedia" la hizo en una entrevista con la periodista norteamericana Anna Louise Strong. Ahí, Mao sostenía: "Los EE.UU. y la Unión Soviética están separados por una extensa zona en que hay muchos países capitalistas, coloniales y semicoloniales de Europa, Asia y Africa.", pero lo hacía para explicar que si los imperialistas norteamericanos querían desatar una guerra contra la URSS debían primero someter a estos países. Algunos sostienen además que Mao todavía no se había alineado con la URSS de Stalin y que incluía a China en esa vasta zona intermedia. Es cierto que recién en junio de 1949, Mao declararía públicamente: "...nos ponemos de un lado... Las experiencias acumuladas en estos cuarenta años y en estos veintiocho años muestran que todos los chinos sin excepción tienen que ponerse, o del lado del imperialismo, o del lado del socialismo. No es posible cabalgar sobre una tapia entre los dos, ni existe un tercer camino." (Sobre la dictadura democrática popular); pero esta "demora" era parte de la conveniencia política que el contexto nacional chino e internacional sugerían tanto al PCh como la URSS de Stalin, que por lo demás actuaban en coordinación.
 
En relación directa con la teoría de los tres mundos que pone a la Unión Soviética como el enemigo principal, estaría una declaración de Mao ante la delegación del Partido Comunista Japonés encabezado por Kenji Miyamoto en febrero-marzo de 1966, que visitó  China y Vietnam del Norte promoviendo un frente único antiimperialista que incluiría a China y la URSS. Supuestamente Mao habría "insistido que la Unión Soviética se ha convertido en el enemigo más peligroso de los pueblos del mundo y llamaba a la formación de un 'frente único internacional antiimperialista y antirrevisionista'" (Chen Jian, La China de Mao y la guerra fría, 2001, que cita como fuente a Masaru Kojima, ed., The Record of the Talks between the Japanese Communist Party and the Communist Party of China: How Mao Zedong Scrapped the Joint Comuniqué, Tokio: CC of the JCP, 1980). Lamentablemente no conocemos el texto de las conversaciones, pero la única parte citada textualmente por el autor Chen Jian es "frente único internacional antiimperialista y antirrevisionista" que se encuadra en la línea de los partidos marxista-leninistas de formación de un frente único que luchara contra el imperialismo de todo tipo, incluyendo el soviético revisionista.
 
El texto que a continuación reproducimos es, sin embargo, bastante elocuente en cuanto a su afinidad con la teoría de los tres mundos.
 
Entrevista con los socialistas japoneses:
Sobre la teoría de la zona intermedia
Mao Tsetung
11 de Agosto de 1964 

 [Fuente: Revista japonesa Sekat Shuho, 11 de Agosto de 1964] 

El Presidente Mao planteó, en primer lugar, el siguiente tema: Japón y China deben actuar conjuntamente, trabajar juntos, unidos. Japón es un país que está relativamente desarrollado desde el punto de vista industrial y puede ayudarnos de muchas maneras. Pero también debemos apoyarnos políticamente. ¿Por qué tenemos que estar el uno contra el otro, como hace unos años atrás? 

Al intercambiar opiniones con Kojo Sasaki y otros líderes políticos sobre la agresión japonesa contra China en el pasado, el Presidente Mao planteó la cuestión del imperialismo norteamericano y de las zonas intermedias, y desarrolló las siguientes ideas:

Como resultado de la guerra, Japón cayó bajo la dominación del imperialismo norteamericano, exactamente de la misma forma en que Corea del Sur, Filipinas, Tailandia y otros, cayeron bajo la dominación del imperialismo norteamericano. Las manos de Estados Unidos se han extendido hacia la parte occidental del Océano Pacífico y el sudeste asiático. Esas manos son muy largas. 

Estados Unidos domina Europa, domina Canadá, domina América Latina, excepto Cuba. Sus manos llegan hasta el África. 

Todas las naciones de Asia, África y América Latina se están rebelando contra el imperialismo; también Europa, Canadá y otros países se están rebelando contra el imperialismo. Incluso los imperialistas se están rebelando contra los imperialistas. ¿No es eso lo que está haciendo De Gaulle? 

En la actualidad, existen dos zonas intermedias en el mundo. Asia, África y América Latina constituyen la primera zona intermedia. Europa, América del Norte y Oceanía constituyen la segunda. El capital monopolista japonés pertenece a la segunda zona intermedia, pero también está descontento con Estados Unidos, y algunos de sus representantes se están rebelando abiertamente contra Estados Unidos. Y aunque ahora  el capital monopolista japonés depende de Estados Unidos, llegará el momento en que se sacudirá del yugo norteamericano. 

El pueblo japonés es un gran pueblo. Ellos hicieron la guerra contra Estados Unidos, contra Inglaterra y Francia. Llevaron a cabo el ataque a Pearl Harbor; ocuparon Vietnam, Filipinas, Tailandia, Malasia e Indonesia. Avanzaron hasta la parte oriental de la India. 

Obviamente, esto, de ninguna manera, significa que estoy a favor de la repetición de una agresión del imperialismo japonés. 

Sin embargo, no creo que el capital monopolista japonés permita que Estados Unidos lo tenga agarrado por el cuello para siempre. ¿No sería mejor para Japón ser completamente independiente, establecer relaciones y entrar en cooperación con las fuerzas que luchan por la independencia nacional en Asia?

Sobre la disputa sino-soviética 

En relación con la llamada disputa sino-soviética, Mao abordó la cuestión de la ayuda militar soviética a la India, del retiro de especialistas y técnicos soviéticos de China, etc. Después de resaltar que “las relaciones entre nosotros y la Unión Soviética han empeorado más y más desde el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1956”, declaró: 

Ellos nos desafiaron a esto, y nosotros estamos respondiendo. Nos propusieron que cesáramos las discusiones públicas, aunque sea sólo tres meses. Pero nosotros les dijimos que no las detendríamos ni siquiera por tres días. Hemos hecho la guerra durante veinticinco años: veintidós años de guerra civil y guerra contra el Japón, y tres años de guerra en Corea. Antes, yo era un maestro de escuela que no sabía lo que era la guerra. Tres instructores me enseñaron lo que es la guerra: Chiang Kai-shek, el imperialismo japonés y el imperialismo norteamericano. De las guerras aprendimos que cuando se hacen, muere gente. Como resultado de veinticinco años de guerra, las pérdidas del pueblo chino ascendieron a varias decenas de millones de muertos y heridos. 

Pero cuando se trata de guerras en la prensa, nadie muere. Hemos estado librando este tipo de guerra desde hace varios años, y ninguna persona ha muerto. Y estamos dispuestos a continuar con esta guerra durante otros veinticinco años.

Sobre la cuestión territorial 

Tetsho Ara, jefe de la delegación del Partido Socialista de la isla de Hokkaido, preguntó: “En un momento, sin que tuviéramos conocimiento de ello, nos quitaron las islas Kuriles, de conformidad con el Acuerdo de Yalta y la Declaración de Potsdam. Nosotros exigimos que nos las devuelvan. Nos gustaría conocer la opinión del Presidente Mao al respecto”.

La respuesta fue la siguiente: 

La Unión Soviética ha ocupado muchos lugares. De conformidad con el Acuerdo de Yalta, la Unión Soviética, bajo el pretexto de asegurar la independencia de Mongolia, puso, de hecho, a ese país bajo su dominio. Mongolia tiene una superficie mucho mayor que las islas Kuriles. Cuando Jruschov y Bulganin vinieron a China en 1954, nosotros les planteamos ese problema, pero se negaron a hablar al respecto. También se anexaron una parte de Rumania. Separaron una parte de Alemania Oriental y persiguieron a los habitantes locales en la parte occidental. Tomaron una parte de Polonia y la incorporaron a Rusia, y, en compensación, le dieron a Polonia una parte de Alemania Oriental. Lo mismo ocurrió con Finlandia. Le quitaron todo lo que era posible quitarle. Algunas personas han declarado que la provincia de Sinkiang y el territorio al norte del río Amur deben ser incorporados a la URSS. La URSS está concentrando tropas en sus fronteras. 

La Unión Soviética tiene una superficie de 22 millones de kilómetros cuadrados y su población asciende a 200 millones de personas. Ha llegado el momento de terminar con las anexiones. Japón tiene una superficie de 370.000 kilómetros cuadrados y una población de 100 millones. Desde hace sólo 100 años, la tierra al este del Baikal es territorio ruso; y, a partir de ese momento, Vladivostok, Khabarovsk, Kamchatka y otros lugares pueden ser considerados como parte del territorio de la Unión Soviética. Todavía no hemos presentado ningún reclamo al respecto. En cuanto a las islas Kuriles se refiere, la cuestión es clara para nosotros: deben ser devueltas a Japón.
 

Fuente: “Interview with the Japanese Socialists on the Theory of the Intermediate Zone”, August 11, 1964, Selected Works of Mao Tse-tung, publicado en Marxists.org (http://www.marxists.org/reference/archive/mao/selected-works/volume-9/mswv9_26.htm).

Traducido para “Crítica Marxista-Leninista” por Jiang Yucmoi.