Recordando a Stalin, en el 60º aniversario de su muerte
Sin embargo,
si se lee la versión de Hoxha sobre esta reunión, se puede observar que está de
acuerdo con Stalin en ese punto. Esto se puede advertir cuando el líder albanés
relata su encuentro con Stalin:
“En cuanto a los elementos que
pertenecían principalmente a la burguesía media y a la pequeñaburguesía con
tendencias patrióticas, que se unieron a la lucha del pueblo y se opusieron al
ocupante extranjero, el Partido los respaldó, se interesó en ellos y les indicó
el verdadero camino para contribuir al desarrollo del país y al fortalecimiento
de la independencia de la Patria. Sin embargo, en estos últimos años, le dije
[a Stalin], debido a la actividad hostil de Koçi
Xoxe y compañía, se han observado actitudes injustas y se han tomado medidas
severas hacia una parte de estos elementos y hacia algunos intelectuales
patriotas, pero el Partido ha denunciado enérgicamente estos errores y no va a
permitir que se repitan de nuevo”. (Enver
Hoxha, Con Stalin. Memorias, p. 55 de
la edición publicada por www.enverhoxha.ru)
Como se
puede observar, la crítica de Stalin es correcta y Hoxha está de acuerdo con
ella, porque las acciones incorrectas contra la burguesía media fueron
realizadas por la camarilla de Xoxe y seguidores, camarilla que tuvo mucha
influencia en algunos sectores de la dirección del Partido y a la que Hoxha
combatió y derrotó en la lucha interna del PTA, para corregir las desviaciones
de la línea marxista-leninista.
Por otra
parte, es importante resaltar la afirmación de Stalin en relación con los
comisarios políticos. La historiografía burguesa de la Segunda Guerra Mundial
establece una relación causal entre la presencia de los comisarios políticos en
el Ejército Rojo y las derrotas iniciales de la Unión Soviética. Según esto, el
reordenamiento del Ejército Rojo, la contención de la agresión alemana y las
subsiguientes victorias soviéticas tienen su explicación en el plano
institucional en la eliminación de los comisarios políticos y el
establecimiento de un mando militar profesional en el Ejército Rojo.
Supuestamente la interferencia e ineptitud del Partido bolchevique y sus
representantes en el ejército constituyeron un obstáculo inicial en la guerra antifascista. En
la parte final de su intervención en la reunión con Hoxha, Stalin da una
explicación convincente que permite entender los cambios que el Partido
bolchevique bajo su dirección introdujo en el ejército soviético: “Los comisarios políticos no son necesarios cuando
realmente la dirección del ejército está en manos de los comunistas.” Muchos de los que
dirigieron la Gran Guerra Patria, en el terreno estrictamente militar, Zhukov,
Koniev y otros, eran militantes del Partido bolchevique, para no hablar del
mismísimo Stalin, el comandante supremo, no sólo por título sino por su
dirección práctica en el aspecto militar. El Partido bolchevique, en
consecuencia, fue el guía indiscutible y la fuerza vital de la Guerra Patria,
tanto por su línea y sus directrices como por la acción disciplinada de sus
organizaciones y militantes.
El registro
soviético de este encuentro es un pálido reflejo de las opiniones expresadas
por Stalin y Hoxha, especialmente de las de este último. Esto puede explicarse
por motivos derivados de la traducción y la transcripción de la conversación.
En las notas introductorias al contenido de la conversación del registro
soviético, se puede notar que sólo hay un intérprete y es de nacionalidad
soviética. Este debió traducir para ambas partes y en su traducción debió
perderse mucho para ambos lados: tanto cuando traducía las palabras de Hoxha al
ruso como cuando traducía las palabras de Stalin al albanés. Todo dependió en
gran medida del dominio que el intérprete ruso tenía del albanés.
Es evidente
que el registro soviético da más peso a las intervenciones de Stalin. Por
fortuna, Enver Hoxha escribió sobre sus encuentros con Stalin, echando luz a varios
pasajes de la historia de las relaciones entre los dos líderes, los dos Partidos
y los dos países. No sabemos si Hoxha conoció la versión soviética de la
conversación, ésta sólo se conoció después de su muerte y la desintegración de
la URSS. Sin embargo, pese a diferencias de énfasis, ambas se complementan y se
confirman.
Estenograma de la
reunión entre J. V. Stalin y E. Hoxha
sobre las relaciones albano-yugoslavas y la política externa e interna de
Albania
Moscú, 23 de marzo de 1949
22 horas 00 minutos
SECRETO
Presentes del lado soviético: A. Y. Vyshinski, el Embajador de la URSS en Albania D. S.
Chulekha y V. I. Erofeev (intérprete).
Presentes del lado albanés: el Presidente de la Comisión de
Planificación del Estado albanés Spiro
Koleka y el Embajador de Albania en la URSS M. Prifti.
Después del intercambio de saludos, el camarada Stalin pregunta si la delegación albanesa ha llegado
cómodamente a Moscú.
Hoxha responde que han llegado muy cómodamente.
Hoxha dice que se le ha encargado, en primer lugar, transmitirle al camarada
Stalin los más profundos sentimientos de amor del pueblo albanés, y darle las
gracias por todo lo que se ha hecho y se está haciendo por Albania.
El camarada Stalin se lo agradece. El camarada Stalin pregunta si
todo lo que se ha prometido ha sido entregado a Albania.
Hoxha responde afirmativamente.
El camarada Stalin dice que fue bueno que el personal soviético
navegara en un barco italiano y lo trajera aquí. [1] El barco fue traído con
total seguridad. El crucero fue tripulado por italianos. Antes de entregarlo a
la Unión Soviética, lo estropearon en el Mar Negro. El camarada Stalin comenta
que los italianos en esta tarea se comportaron como gente mala.
Hoxha dice que eso sucede todo el tiempo con los italianos.
El camarada Stalin pregunta qué cuestiones tiene Hoxha.
Hoxha responde que, en primer lugar, le gustaría esbozar la situación que se está
desarrollando en el país y en el Partido, para, luego, presentar unas
peticiones de carácter económico e informar también sobre el ejército albanés y
sus necesidades. Además, quiere plantear algunas cuestiones que los camaradas
albaneses desean que el camarada Stalin les clarifique. Por último, Hoxha
quiere describir, en breve, la situación en la frontera albanesa.
El camarada Stalin dice que Hoxha no tiene restricción alguna y puede
plantear todas las cuestiones que quiera.
Hoxha dice que la carta que el Partido Bolchevique envió al Comité Central del
Partido Comunista de Yugoslavia y la Resolución del Buró de Información
salvaron a Albania de una catástrofe inimaginable.
El camarada Stalin pregunta en qué constituía esa catástrofe.
Hoxha responde que los nacionalistas yugoslavos perseguían ciertos objetivos dirigidos
contra la URSS, contra el campo antiimperialista y democrático, y contra
Albania.
El camarada Stalin agrega: “y contra los musulmanes”.
Hoxha está de acuerdo en eso. Hoxha declara que desde la liberación del país, el grupo
nacionalista yugoslavo de Tito prosiguió con sus actividades subversivas en
Albania. Los comunistas albaneses no podían dejar de notar que las relaciones
económicas y de otro tipo, entre Albania y Yugoslavia, se estaban desarrollando
insatisfactoriamente. Sin embargo, la vigilancia revolucionaria del Partido
albanés no fue lo suficientemente firme. Y en relación con esto la
responsabilidad principal debe recaer directamente sobre él, sobre Enver Hoxha.
En ese contexto, jugó un papel importante el hecho de que los albaneses
estuvieran acostumbrados, desde la guerra, a las relaciones amistosas de Yugoslavia.
Todo esto, tomado en su conjunto, hizo que los dirigentes albaneses no se
dieran cuenta, como se dice en la jerga popular, de que el pescado había
comenzado a podrirse desde la cabeza. Los trotskistas yugoslavos se
involucraron en todo tipo de intrigas en el Partido albanés, tratando de
llevarlo hacia la división. En esta actividad destructiva trataron de basarse en
el apoyo de sus seguidores, Koçi Xoxe, Pandi Kristo y otros. [2]
El camarada Stalin pregunta si las personas mencionadas son eslavas.
Hoxha contesta afirmativamente, señalando que Koçi Xoxe proviene de Macedonia y
Pandi Kristo es de Korça. [3]
El camarada Stalin pregunta a qué religión pertenecen estas personas.
Hoxha dice que ambos son eslavos ortodoxos.
Hoxha declara que la carta del Comité Central del Partido Comunista (b) de la URSS criticó
la posición hostil de los trotskistas yugoslavos. De no haber sido por esas
cartas, los comunistas albaneses honestos se hubieran visto obligados, tarde o
temprano, a ir a las montañas a iniciar una nueva lucha. Analizando sus
actividades, el Partido albanés llegó a la conclusión de que todos los
comentarios de la carta del Comité Central del Partido Comunista (b) de la URSS
estaban plenamente justificados, con la única excepción de que los comunistas
albaneses nunca perdieron el sentimiento de amor y devoción al pueblo
soviético, al Partido de los Bolcheviques y al camarada Stalin.
El camarada Stalin dice que en esas cartas no se aclararon todas las
cuestiones, debido a que no sabíamos todo. Sólo después llegamos a saber, por
ejemplo, que cuando los yugoslavos quisieron enviar su división a Albania, no
tenían el objetivo de salvar a Albania de la agresión griega; tenían otro
objetivo en mente: eliminar el régimen existente en Albania. Esto llegamos a saberlo más tarde. El
camarada Stalin dice que no sólo los albaneses no estuvieron lo suficientemente
alertas, tampoco nosotros nos dimos cuenta de todo.
Hoxha dice que los albaneses estaban en estrecho contacto con los yugoslavos y
debieron haber sido los primeros en advertir el comportamiento de los
yugoslavos. Hoxha agrega que cuando supo de las intenciones de los yugoslavos
de enviar su división a Albania, pensó que éstos debían haber tenido un
entendimiento con el gobierno soviético sobre el asunto.
El camarada Stalin responde que los yugoslavos prepararon el envío de
su división, ocultándolo de nosotros. Es
muy posible que hicieran creer a los albaneses que eso se hacía de acuerdo con
la URSS. Llegamos a conocer las intenciones de los yugoslavos sólo por
casualidad, luego de la denuncia de Hoxha. Cuando reprendimos a los yugoslavos,
éstos se disculparon y dijeron que había sido un error.
El camarada Stalin pregunta: ¿cuál es el porcentaje de no albaneses
en la población total de Albania?
Hoxha contesta que en Albania viven griegos y judíos, pero su número es muy
pequeño. En Albania, hay aproximadamente 5-6 mil macedonios que viven en las
fronteras de Albania.
El camarada Stalin pregunta si hay muchos albaneses en Yugoslavia.
Hoxha responde que aproximadamente 1 millón de albaneses viven en Yugoslavia.
El camarada Stalin pregunta cuál es la religión de los albaneses.
Hoxha contesta que los albaneses son principalmente musulmanes y que parte de
los que viven en las regiones del norte de Albania son católicos.
El camarada Stalin pregunta si hay muchos eslavos ortodoxos y también
personas que practican religiones distintas a la de los musulmanes.
Hoxha responde que, en Albania, un 30-35% son eslavos ortodoxos y un 10-15% son
católicos. En general, los católicos están en el norte del país mientras que
los eslavos ortodoxos viven en las regiones centrales y algunos en el sur. Los
musulmanes viven principalmente en el sur.
El camarada Stalin pregunta qué idiomas hablan los eslavos ortodoxos
y los católicos de Albania.
Hoxha responde que todos ellos hablan albanés.
Hoxha afirma que después de la carta del Partido Bolchevique y la Resolución del
Buró de Información, los comunistas albaneses tomaron medidas decisivas contra
el nacionalismo yugoslavo en el Partido y en la vida económica del país. Es
difícil analizar inmediatamente a plenitud el estado de la situación en el
Partido y el país. Esto se debe a que Koçi Xoxe, uno de los más
importantes defensores de los yugoslavos, demostró que era más fuerte que la
oposición y ocultaba muchas cosas al Partido. Se necesitó mucho tiempo para establecer
la gran magnitud de las actividades que desplegaron para sabotear la economía
del país y el Partido, para descubrir las actividades secretas que realizaron la
dirección de los trotskistas yugoslavos y lo que hicieron sus seguidores en
Albania. Sin duda alguna, el Partido cometió muchos errores graves.
Prácticamente no existía democracia interna en el Partido. La estructura
organizativa del Partido, copiada íntegramente de los yugoslavos, estaba hecha
pedazos. El Partido estaba bajo control total de los órganos de seguridad. No
se obedecieron las leyes y las directrices relacionadas con la economía del
país. La reacción del pueblo albanés contra la camarilla traidora de Tito fue
muy fuerte. La lucha contra los trotskistas yugoslavos y sus seguidores
trascendió los límites del Partido y unió al pueblo en torno al Partido en esta
cuestión. Hoxha señala que los sentimientos del pueblo albanés hacia el pueblo
yugoslavo no sufrieron con todos estos acontecimientos. El Partido prestó gran
atención a esto.
El Congreso del Partido demostró que, en la lucha
contra los trotskistas yugoslavos, el Partido se ha hecho más fuerte y más
unido. El Congreso también demostró que el Partido, pese a su juventud, tiene
gran fuerza y energía para luchar por la línea correcta. La crítica firme a las
actividades de los elementos yugoslavos se desarrolló ante los ojos del pueblo
albanés. Los errores cometidos por el Partido fueron reconocidos y se señaló el
camino para su rectificación. El Partido no siguió el camino de tomar grandes
medidas de supresión a gran escala y actuó con moderación, tomando en cuenta
que muchos camaradas que siguieron el camino equivocado creían que la línea
proclamada por los yugoslavos era correcta. Por eso, a los camaradas que
reconocieron y aceptaron sus errores se les dio la oportunidad de
rectificarlos. Koçi Xoxe, Pandi Kristo y otros tres fueron los únicos
en ser arrestados. Kristo Temelko [4], una de las personas responsables del
avance de la perniciosa línea yugoslava, que reiteradamente expresó su
enemistad ideológica hacia la URSS y hacia los camaradas soviéticos que
trabajan en Albania, no fue arrestado. En reunión del Buró Político, Kristo
Temelko reveló todos los hechos relativos a sus actividades y sometió su
comportamiento a una profunda autocrítica que fue considerada suficientemente
honesta y objetiva.
El camarada Stalin pregunta qué cargo ocupaba Kristo Temelko.
Hoxha responde que Temelko era general del Ejército y ocupaba el cargo de
comisario político del Ejército.
El camarada Stalin pregunta dónde está y en
qué trabaja Kristo Temelko.
Hoxha responde que él está en Tirana; se le ha removido de todos los puestos que
ocupaba y que por el momento no está haciendo nada.
El camarada Stalin pregunta de qué nacionalidad es Kristo Temelko.
Hoxha responde que Kristo Temelko es eslavo. Hoxha añade que, en determinado momento,
el gobierno de Albania solicitó la autorización del gobierno soviético para que
Kristo Temelko viniera a Moscú a estudiar en la Academia Militar Lenin.
El camarada Stalin pregunta si los albaneses recibieron respuesta a
su solicitud.
Hoxha dice que la respuesta fue positiva pero no se concretó nada.
El camarada Stalin pregunta si los albaneses querían deshacerse de
Kristo Temelko al enviarlo a Moscú.
Hoxha responde que ellos querían enviar a Kristo Temelko a la URSS para que estudie,
con la esperanza de que se rehabilite.
El camarada Stalin pregunta si el Partido tiene confianza política en
Kristo Temelko.
Hoxha responde que el Partido tiene la esperanza que Kristo Temelko pueda
corregirse pero no puede tener plena confianza política en él.
El camarada Stalin señala que eso quiere decir que los albaneses no
necesitan a Kristo Temelko en el momento actual.
Hoxha dice que eso es correcto.
El camarada Stalin declara que si los albaneses no necesitan a Kristo
Temelko, entonces nosotros tampoco lo necesitamos. El camarada Stalin pregunta si los albaneses
quieren enviar a Kristo Temelko a la URSS, por cuestiones de seguridad.
Hoxha responde que Kristo Temelko en verdad tiene muchos deseos de estudiar en
la Academia Militar Lenin.
El camarada
Stalin dice que si los camaradas albaneses lo desean, recibiremos a Kristo
Temelko en la URSS.
Hoxha expresa que después del Congreso se dieron pasos para depurar el Partido.
Un número de camaradas que tuvieron contactos con los trotskistas yugoslavos
fueron removidos de posiciones de dirección en el Partido y el Ejército. Se
tomaron medidas dirigidas a fortalecer la democracia interna del Partido y se
revocaron las directrices y medidas adoptadas bajo la influencia de los
yugoslavos. El Congreso eligió el Comité Central, incorporando jóvenes y
abnegados camaradas. También se tomaron medidas en relación con el Ministerio
del Interior, que en su trabajo se permitieron errores e irregularidades y se
realizaron actos extremadamente sucios. Ahora, a este ministerio se le ha dado
una fuerza absolutamente fresca. En estos momentos, en todo el país, se están
llevando a cabo elecciones a los comités y estructuras organizativas regionales
y locales del Partido. Como resultado de esas elecciones, abnegados y experimentados
camaradas tomarán la conducción de las estructuras partidarias básicas y de los
comités de ciudad y regionales del Partido. Los camaradas soviéticos que
trabajan en Albania brindaron una gran ayuda en la rectificación de los errores
que se cometieron en la economía del país.
Hoxha señala que esos recientes sucesos tuvieron cierta influencia negativa en
el seno del Partido. Hubo una caída en la disciplina de algunas organizaciones
del Partido. Una anarquía similar es notoria en los sectores débiles. Además,
en el momento actual, cuando la lucha de clases se ha agudizado, se ha hecho
evidente un sentimiento excesivamente oportunista en algunos miembros del
Partido. Hoxha dice que durante el periodo en que el Partido condujo la lucha
contra el nacionalismo yugoslavo y sus seguidores internos, se retrocedió un
poco en la lucha contra los kulaks en las aldeas. Se dio este retroceso para no
complicar más la situación del país. Sin
embargo, como resultado de las actividades de los kulaks, el Estado no pudo
obtener suficiente maíz y pan del campo. El país empezó a afrontar una grave
situación económica. Otra causa de esas dificultades se produjo cuando los
yugoslavos empezaron a prepararse para atacar Albania y durante ocho meses no
suministraron nada a Albania. Esto provocó el caos en el mercado albanés,
elevando significativamente los precios. Sólo la ayuda de la URSS nos permitió
mitigar la situación. Hoxha dice que a pesar de todas las dificultades, el
pueblo albanés tuvo plena confianza en la dirección de su gobierno y en su
propia contribución, sin temor de las dificultades.
El camarada
Stalin señala que probablemente los albaneses están estableciendo
cooperativas agrícolas.
Hoxha responde que se tomó una decisión en el Congreso
para establecer cooperativas agrícolas, pero no se apresuran en este aspecto.
El camarada
Stalin dice que los camaradas albaneses no deben apurarse en establecer
cooperativas agrícolas. Albania es un país atrasado y montañoso. Incluso en la
Unión Soviética, no tenemos cooperativas agrícolas en las regiones montañosas.
Por esa razón, no se necesita establecer cooperativas agrícolas en Albania en
este momento. Si los campesinos no tienen fertilizantes, ganado y maquinarias,
el Estado albanés puede pedirnos ayuda, porque es necesario que el Estado tenga
sus estaciones de máquinas y tractores, en caso de que los campesinos necesiten
la ayuda de máquinarias. De ese modo, el Estado podrá labrar la tierra de los
campesinos y, en la época de cosecha, podrá ayudarlos a moler la harina. Por
esa ayuda, el Estado podrá recibir algún tipo de pago por el servicio prestado
a los campesinos. ¿Cómo divide el campesino su maíz y su trigo?: ése no es
asunto del Estado. El Estado deberá recibir su pago en especie. El Estado
deberá tener su propia organización de tractores y molinos y deberá estar
dispuesto a que esas máquinas ayuden a los campesinos, si ellos solicitan tal
ayuda. Si bien éstas no son cooperativas agrícolas, les dará a los campesinos
la posibilidad de ver la tecnología y evaluar su importancia. En su tiempo, en
nuestro país, se llamaban estaciones de préstamo de máquinas. Los campesinos
tomaban prestado esas máquinas que luego devolvían al Estado. Lo mismo debe
hacerse en Albania. Entonces, en cuanto a la distribución de la cosecha se
refiere, el campesino que tiene más tierra recibe menos. Esto no significa la
lucha contra los kulaks pero enseña a los campesinos pobres a actuar en
conjunto.
El camarada
Stalin pregunta si hay burguesía mercantil nacional en Albania.
Hoxha responde que existe burguesía mercantil en Albania
pero no tienen fábricas, talleres o almacenes. Se les ha quitado todo. [5]
El camarada
Stalin dice que eso no está bien. La burguesía nacional puede ayudar a
producir uno que otro bien y realizar algún comercio hasta que el Estado se
fortalezca, especialmente si en esa burguesía nacional mercantil hay elementos
que valoran la libertad y la independencia de Albania. Se deben utilizar esos
elementos patrióticos de la burguesía y no excluirlos. El camarada Stalin dice
que puede citar como ejemplo la experiencia en el norte de China. En la
burguesía nacional china, entre los dueños de las medianas y pequeñas fábricas
y la clase media de los comerciantes, hay personas que apoyan a los comunistas.
Nosotros recomendamos a los camaradas chinos que no expulsen a esos elementos.
Este sector patriótico, nacionalista, de la burguesía considera que sólo los
comunistas pueden mantener la independencia y la libertad de China y que todos
los demás partidos están en bancarrota. Esa es la razón por la cual ellos han
establecido contactos con los comunistas. Este sector de la burguesía
nacionalista abandonó a Chiang Kai-Shek porque vio que su partido era incapaz
de establecer la unidad y la independencia de China, y se convenció de que la
lucha por una China unida e independiente la estaban llevando a cabo sólo los
comunistas. La burguesía, en realidad, ayuda a los comunistas. Como se sabe,
China está dividida en dos partes: norte y sur. Algunas compañías comerciales
llevan a los comunistas chinos artículos procedentes del sur, incluyendo
algunos productos norteamericanos. Al preguntárseles por qué lo hacen y por qué
gastan su dinero en eso, responden que no ven a nadie, excepto los comunistas,
que pueda sostener la libertad de China contra los japoneses y los
norteamericanos.
Lenin siempre pensó que si la revolución tiene un
carácter antiimperialista, de protección de la libertad del país que está bajo
amenaza, los comunistas pueden lograr la cooperación de la burguesía nacional.
Esta cooperación es permisible en la conocida primera etapa. Los camaradas
albaneses deben entender este comentario de Lenin
En los países de democracia popular, la burguesía
nacional se comprometió con la ocupación alemana e italiana. Por esa razón
cuando los ejércitos rusos entraron en esos países la burguesía escapó con los
alemanes. En el territorio de Albania, no hubo ejércitos yugoslavos ni rusos.
Por esa razón, si los camaradas albaneses no han matado a todos, debe haber uno
que otro elemento de la burguesía nacional. No debe expulsarse a la burguesía
que está por la independencia nacional y puede ayudar. Lo mismo puede decirse
de algunos elementos de la intelectualidad que no tienen simpatía por los
comunistas pero que ven que sólo los comunistas pueden defender la
independencia del país. Por esa razón, esas personas de la intelectualidad,
pese a que no simpatizan con los comunistas, pueden sin embargo ayudarnos.
Tampoco se debe expulsarlos.
Los bolcheviques rusos no practicaron esas
políticas. Si se hace a un lado la guerra contra Alemania, en el tiempo de la
revolución, Rusia no estaba ocupada por nadie y nadie la amenazaba. Por esa razón,
la revolución rusa no tuvo un carácter antiimperialista. Su trabajo principal
estuvo dirigido al interior del país. Por eso hay diferencia entre lo que pasó
en Rusia y lo que pasa en China, Corea y otros países. Como no había una
amenaza directa del exterior, la burguesía rusa era enemiga declarada de la
revolución. La lucha contra ella se realizó en pocos años. La burguesía rusa no
era patriótica; pedía ayuda a Francia y Gran Bretaña, solicitando su intervención.
En su trabajo político, los camaradas albaneses no deben copiar lo que pasó en
Rusia o en otros países, deben tomar en cuenta las características locales.
Si en Albania se puede encontrar pequeños
capitalistas que abran pequeñas empresas, talleres y tiendas, se les debe dar
patentes, otorgarles préstamos y darles la posibilidad de participar en
actividades comerciales e industriales, hasta que la economía de Albania se
haga fuerte. Cuando esto suceda, se creará una nueva situación en la que será
posible plantear nuevamente esta cuestión de la burguesía.
El camarada
Stalin pregunta cuántas personas han venido en la delegación albanesa.
Hoxha responde que la delegación albanesa es de ocho
personas.
El camarada
Stalin pide que le digan los nombres de los miembros de la delegación
albanesa y los cargos que ocupan.
Hoxha dice que la delegación del Estado albanés incluye
a Spiro Koleta, Presidente de la Comisión de Planificación del Estado; Koco
Teodhosi, Vicepresidente de la Comisión de Planificación del Estado; Vasil
Kati, Vice Ministro de Comercio; Jafer Spahiu, Vice Ministro de Industria;
Shinazi Dragoti, representante del Ministro de Trabajo Social; Nejip Winchani,
Subjefe del Estado Mayor del Ejército. Además, la delegación incluye a Teohar
Fundo, representante comercial de Albania en Moscú. Hoxha añade que el gobierno
albanés ha nombrado a Koco Teodhosi como su representante en el Consejo de
Ayuda Mutua Económica.
El camarada Stalin
pregunta quién es el Comandante de las Fuerzas Armadas de Albania.
Hoxha responde que él es quien comanda las fuerzas
armadas.
El camarada
Stalin dice que el pueblo soviético y los bolcheviques tienen este
principio para establecer la estructura de los órganos dirigentes del Estado:
si los musulmanes son la mayoría en el país, entonces debe haber una mayoría de
musulmanes. Uno no debe desconsiderar la religión de la gente. El pueblo no
entenderá por qué un musulmán no es la cabeza del Estado en un país donde la
mayoría es musulmana. Estas son cosas elementales. Sin embargo, esto no se
entendió en Yugoslavia. Esto no significa que sólo los musulmanes deben estar
en el gobierno. A fin de mantener la unidad del pueblo, se debe seleccionar
personas competentes de las minorías nacionales. La participación de los
representantes por religiones y las minorías nacionales en el trabajo
gubernamental, da estabilidad al gobierno.
El camarada
Stalin dice que le gustaría saber si los albaneses recibieron de la URSS
los uniformes para el ejército que en su oportunidad solicitó el Jefe del
Estado Mayor albanés.
Hoxha contesta que hasta el momento no han recibido los
uniformes pero que ha escuchado que están en camino.
El camarada
Stalin dice que la decisión para despachar los uniformes ya está tomada.
Hoxha pide permiso para pasar a las cuestiones
económicas y dice que Albania ha preparado un plan de dos años para restaurar
la economía del país. Este plan considera la restauración de la economía, en
primer lugar, mediante el establecimiento de nuevas empresas industriales para
la producción y procesamiento de textiles, algodón, azúcar, madera para
construcción y otros artículos de necesidad para Albania. En segundo lugar, el
plan presta atención al fortalecimiento de la exploración geológica y al
desarrollo de la explotación de los recursos minerales. También se contempla
construir la línea de transmisión de petróleo Patos-Valona [6] y una refinería de
petróleo con capacidad de 150 mil toneladas por año. El plan propone trabajar y
explorar minerales de subsuelo, como cobre, cromo y bitumen. Según el plan, se
debe construir una planta de generación eléctrica para proveer energía a la industria
textil. En relación con el transporte, el plan propone fortalecer el
auto-transporte y continuar con el tendido de la línea de ferrocarril
Durazzo-Elbasan. En cuanto a la agricultura, el plan propone incrementar el
área de tierra irrigada mediante el uso de nuevas técnicas. El plan no prevé un
incremento en la producción de maquinaria agrícola, dado que en el país hay
suficientes tractores obtenidos de la Unión Soviética.
El camarada
Stalin pregunta qué línea de ferrocarril se planea construir.
Hoxha responde que en Albania, actualmente, se está
construyendo la línea de ferrocarril Durazzo-Elbasan. El año pasado, se
construyó el tramo Durazzo-Pekin de esa línea, con una longitud de 37
kilómetros. El plan bienal incluye la construcción del tramo Pekin-Elbassan,
con una longitud de 30 kilómetros.
El camarada
Stalin pregunta si los albaneses recibieron los rieles de la URSS.
Hoxha responde que los albaneses recibieron rieles,
vagones y otros materiales y maquinarias. Hoxha dice que el plan bienal también
contempla la ampliación de la red de escuelas y el incremento del número de
camas en los hospitales. Para la ejecución del plan, Albania depende de la
ayuda de la Unión Soviética en cuanto a maquinarias y equipo. Por otro lado,
Albania ha concluido acuerdos comerciales con los países de democracia popular
y ha recibido créditos de Checoslovaquia, Hungría y Polonia. En el momento
actual, la delegación albanesa está teniendo negociaciones con Rumania y
después irá a Bulgaria.
El camarada
Stalin responde que ayudaremos en todo lo posible. El camarada Stalin,
bromeando, dice que espera que los albaneses pongan toda su fuerza en el
cumplimiento del plan.
Hoxha dice que Albania desea solicitar una delegación de
expertos soviéticos para colaborar, en parte, en la construcción de fábricas
textiles y azucareras.
El camarada
Stalin dice que enviará a los especialistas pero que los albaneses deben
preparar sus propios cuadros. Nuestra gente estará temporalmente en Albania y
luego regresará a la Unión Soviética. Albania debe tener cuadros nacionales permanentes.
Esto es muy importante.
Hoxha dice que el gobierno de Albania está haciendo todo
lo posible para seguir ese camino. Hoxha dice que el gobierno albanés presenta
la solicitud para que se envíe a Albania un grupo de excavación geológica y un
grupo de exploración de los recursos electro-energéticos de Albania.
El camarada
Stalin dice que eso es posible. El camarada Stalin pregunta si en Albania
hay carbón.
Hoxha responde que en Albania hay poco carbón; hay
pequeños depósitos en las regiones de Tirana y Korça. Por otra parte,
los italianos descubrieron depósitos de carbón en el extremo sur de Albania.
El camarada
Stalin pregunta con qué operan los ferrocarriles: ¿con carbón o con
petróleo?
Hoxha responde que los ferrocarriles operan con carbón,
pero el carbón en Albania no es bueno. Hoxha dice que en la actualidad la
organización de la dirección de los órganos de Seguridad del Estado está representando
un gran problema. En relación con esto, el gobierno albanés solicita permiso
para enviar a 20 oficiales a la URSS para seguir cursos de especialización.
Después de que esos oficiales hayan completado el curso, el gobierno albanés
desea enviar otros 20 oficiales. Si esto no es posible, entonces el gobierno
albanés solicita que se envíe un grupo de instructores a Albania para que
organicen ese entrenamiento en Albania.
El camarada
Stalin responde que los oficiales que vendrían a la URSS para cursos
especiales deberán aprender primero el idioma ruso y sólo después estarán aptos
para empezar el trabajo. Por eso, será más rápido enviar instructores a
Albania.
Hoxha dice que Albania también necesita dos instructores
para el Ministerio del Interior: un instructor para la policía y otro para
investigaciones criminales.
El camarada
Stalin dice que se puede enviar esos instructores.
Hoxha pregunta si es posible obtener material escrito de
la URSS sobre la organización de los órganos de policía.
El camarada
Stalin dice que el gobierno albanés puede obtener esos materiales.
Hoxha dice que quiere tocar otra cuestión que es muy
importante para Albania. El hecho es que los códigos cifrados albaneses están
basados en el cifrado yugoslavo. Por eso los yugoslavos tienen la posibilidad
de decodificar todos los telegramas albaneses. El gobierno albanés solicita que
se envíe un instructor soviético para que ayude al Ministerio del Interior a
elaborar un nuevo sistema de códigos cifrados.
El camarada Stalin
se muestra interesado. El camarada Stalin pregunta si el Ministerio del Interior
necesita ese instructor y si el Ministerio de Relaciones Exteriores albanés usa
códigos cifrados.
Hoxha contesta que el Ministerio de Relaciones
Exteriores albanés usa código pero este código se guarda en el Ministerio del
Interior. Hoxha dice que el gobierno albanés solicita que se envíen dos
sistemas de detección de radio con toda la tecnología y el instrumental
necesarios. Hoxha subraya que el órgano de Seguridad del Estado de Albania ha
determinado que hay una cantidad de estaciones secretas de radiodifusión, una
de las cuales está localizada en algún lugar de la región de la ciudad de
Scutari.
El camarada Stalin dice
que las estaciones de detección de radio pueden enviarse. El camarada Stalin
señala que el camarada Vyshinski encabezará el grupo para preparar las
respuestas a la delegación del Estado albanés y que él examinará todas las peticiones.
Hoxha puede reunirse con el camarada Vyshinski y plantear todas las cuestiones
en las que está interesada la delegación del gobierno albanés. El camarada
Stalin reitera que nosotros ayudaremos a Albania.
Hoxha dice que desea tocar la cuestión yugoslava. Se
han rotos relaciones económicas y políticas con Yugoslavia.
El camarada
Stalin pregunta quién rompió esas relaciones.
Hoxha responde que Albania rompió esas relaciones.
Hoxha dice que los yugoslavos estaban realizando
una fuerte propaganda contra Albania, desde territorio yugoslavo y desde dentro
de Albania, a la vez que desplegaban una red de agentes. Además, los yugoslavos
están realizando una intensa propaganda en la frontera norte de Albania,
buscando atraer ciudadanos albaneses hacia Yugoslavia. Este tipo de propaganda
ha tenido cierto éxito y un sector bastante grande de campesinos del centro de
Albania se ha ido a Yugoslavia. Los yugoslavos están intentando tomar la
dirección de varias bandas armadas que merodean las partes montañosas de
Albania. Los líderes yugoslavos están intentando unir y organizar a los
elementos reaccionarios en Albania para que con su ayuda puedan derrocar el
actual gobierno de Albania. Recientemente fue descubierta una banda dirigida
por una misión yugoslava; los miembros de esa banda enfrentan, desde el 21 de
marzo, un proceso judicial en los tribunales albaneses.
El camarada
Stalin pregunta si hay un embajador yugoslavo en Albania y si las relaciones
diplomáticas continúan o no.
Hoxha responde afirmativamente.
Hoxha dice que los albaneses no están con los
brazos cruzados. Están desarrollando actividades dirigidas contra los
trotskistas yugoslavos y continúan sus contactos con la minoría albanesa que
vive en Yugoslavia. Además, los albaneses tienen una inmigración organizada de
yugoslavos. Sin embargo, se debería tener cuidado con los yugoslavos que vienen
a Albania porque entre ellos puede haber hombres de Rankovic.
El camarada
Stalin comenta que Rankovic está enviando sus agentes.
Hoxha opina que, como resultado de la lucha política, será
destruida la camarilla de Tito que se desarrolló en el movimiento partisano.
El camarada
Stalin dice que eso no está excluido.
Hoxha, pasando a la cuestión griega, dice que los
camaradas albaneses desean conocer la opinión del camarada Stalin sobre esta
cuestión. A la luz de las provocaciones del ejército monarcofascista y a la luz
de todo lo que se dice de Albania, y tomando en cuenta la ayuda norteamericana
al ejército griego, ¿existe amenaza directa sobre Albania desde el lado griego?
Por su parte, el ejército democrático
griego tiene la moral bastante alta y, en el momento actual, está bien
abastecido de equipo. Sin embargo, dice Hoxha, hay algunos momentos en que el
comportamiento de los camaradas griegos provoca dudas. En parte, Hoxha cree que
el ejército democrático de Grecia está separado del pueblo, en momentos en que el
ejército monarcofascista evacúa a la gente de las áreas que están amenazadas
por el ejército democrático, mientras que, a su vez, el ejército democrático
evacúa a la población de las zonas que ocupa en Albania.
El camarada Stalin
explica que eso sucede en las áreas donde hay guerra.
Hoxha percibe que la forma de la organización de la
dirección del gobierno y el ejército de Grecia democrática es algo extraña. En
discusiones con Zachariadis y otros camaradas griegos, Hoxha tuvo la impresión
de que ellos subestiman el papel dirigente del Partido. En el ejército no hay
comisarios políticos y Zachariadis, debido a una humildad que no es
comprensible para Hoxha, hasta ahora no se ha convertido en jefe de gobierno.
Hoxha considera que todo surgió debido a los errores cometidos durante la época
de Marcos; y en cuanto a la cuestión de los comisarios políticos, se percibe
que es un reflejo de los errores iniciales del EAM [Frente de Liberación
Nacional] y el ELAS [Ejército Popular de Liberación Nacional].
El camarada Stalin
dice que los camaradas griegos no están enfatizando el papel del Partido
Comunista cuando apelan a las masas democráticas y quieren demostrar que todo
el pueblo está realizando la guerra. Están en lo correcto al hacerlo. En cuanto
a los comisarios políticos, no los hay incluso en el ejército soviético. Los
comisarios políticos no son necesarios cuando realmente la dirección del
ejército está en manos de los comunistas.
El camarada Stalin señala
que todo
el debate sobre las dificultades de Albania tiene la intención de asustar a los
albaneses. Como es sabido, la independencia de Albania está garantizada por la
declaración de los tres grandes: Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS.
Ciertamente, la declaración puede ser violada, pero eso no es tan fácil. En
cuanto a los griegos de Tsaldaris se refiere, ellos apenas pueden sostenerse
sobre sus pies como para estar hablando libremente acerca de la división de
Albania. Si los albaneses se comportan correctamente, sin mostrarse demasiado
ofensivos con los imperialistas, sin asustarlos mucho y conduciéndose con más
humildad, entonces nadie tocará Albania. Estados Unidos y Gran Bretaña no
desean que Albania esté bajo poder de Italia, ya que fortalecerá a Italia; no
quieren que Albania esté bajo poder de los griegos, ya que fortalecerá a los
griegos; no quieren que Albania esté bajo poder de los yugoslavos. Más aún,
Estados Unidos no quiere que Albania esté bajo poder de Gran Bretaña. Por eso,
está a favor de la independencia de Albania.
La reunión duró dos horas
y diez minutos
Transcrito por V. Erofeev
APRF. F. 45, Opis 1, Delo,
249, LL.55-74.
Copia autenticada.
Notas:
[1] Se refiere al barco «Julio Chezare» (Julio
César), comprado por la Unión Soviética y reparado en Italia. En la Unión
Soviética, se le dio un nuevo nombre: “Novorossiysk”. Explotó en el pantano
Eisk (cerca de Sebastopol), el 29 de octubre de 1955.
[2] Para detalles véase el vol. 1, documento nº
302, 305.
[3] En el libro de Enver Hoxha, “Con
Stalin. Memorias” (Tirana, 1984), sólo el último de los mencionados,
Kristo Temelko, es reconocido como macedonio, es decir, eslavo. En el registro
soviético de la reunión todos los albaneses ortodoxos son considerados como
eslavos.
[4] Kristo Temelko fue uno de los coetáneos de
Enver Hoxha en la Lucha de Liberación Nacional, que participó en la reunión de
organización para establecer el Partido Comunista de Albania, en noviembre de
1941, y fue miembro del primer Comité Central del Partido Comunista de Albania.
[5] Por una serie de órdenes emitidas por el
Gobierno Provisional Democrático, en enero de 1945, el sector privado en la
industria y el comercio fue prácticamente liquidado.
[6] Aquí y más adelante en el texto se mantiene la denominación
italiana de las ciudades albanesas como “Valona” en lugar de 'Vlora'
(o Vleora).
Cortesía: ed.
G.P. Murashko et al, ‘Vostochnaya Evropa v dokumentakh rossiiskikh arkhivov
1944-53’, Tom II 1949-1953, ‘Sibirskii khrongraf’, Moskva-Novosibirsk, 1998,
pp. 44-47.
Traducido del ruso al inglés por Jaweed Ashraf
Fuente: revolutionarydemocracy.org
Traducción al castellano de
Ykv. Pk.
Descargar el estenograma de la Reunión entre Stalin y Enver Hoxha, del 23 de marzo de 1949.
Descargar el libro “Con Stalin. Memorias” de Enver Hoxha.