A fines de la década de 1970, se publicó en Albania un grueso volumen de más de 700 páginas, titulado “Sobre la dictadura del proletariado”, una selección de escritos de Enver Hoxha sobre el tema que da título al libro. Al parecer, no fue traducido a otros idiomas. Sin embargo, para darnos una idea de su contenido, publicamos un artículo de Agim Popa, editor de “Zëri i Popullit” órgano central del Partido del Trabajo de Albania, comentando el libro mencionado.
El camarada Enver
Hoxha
sobre la
dictadura del proletariado
Agim Popa
Editor
en jefe de “Zëri i popullit”, órgano del CC del PTA
(1978)
El volumen de escritos seleccionados del camarada Enver Hoxha, titulado “Sobre la dictadura del proletariado”, puesto
en circulación hace algún tiempo, es una publicación de gran valor teórico y
práctico para los comunistas y todos los trabajadores. Es un claro testimonio
de la inquebrantable fidelidad, de la aplicación creadora y del desarrollo del
marxismo-leninismo de nuestro Partido sobre este problema vital y cardinal de
la teoría y la práctica del socialismo científico.
En todo momento, nuestro Partido ha tenido en el centro de su atención la cuestión de la dictadura del
proletariado. Teniendo en cuenta la perspectiva del desarrollo de la
revolución, nunca ha perdido de vista esta cuestión, incluso desde la Lucha de
Liberación Nacional Antifascista, cuando supo asegurar su dirección indivisible
en esta guerra, cuando trabajó por establecer el nuevo Poder Popular sobre las
ruinas del viejo poder de los invasores extranjeros y de las traidoras clases
explotadoras, cuando condenó el compromiso de Mukje que hubiera conducido a la
división del poder con la burguesía, y cuando frustró los planes de los
“aliados” angloamericanos para invadir Albania y reponer a la burguesía en el
poder. El periodo siguiente a la liberación del país, cuando el Poder Popular
empezó a cumplir las funciones de dictadura del proletariado, hasta la
actualidad, es un periodo de incesante lucha del Partido por la consecuente e
integral construcción, consolidación, perfeccionamiento, fortalecimiento y
revolucionarización de la dictadura del proletariado.
Es el periodo de la lucha golpe por golpe que nuestro Partido ha librado y
libra por la defensa y protección de la dictadura del proletariado en nuestro
país, contra los reiterados intentos y esfuerzos de los enemigos internos y
externos para derrocarlo mediante la fuerza armada y los putsch, o por socavar y liquidarlo mediante la degeneración
pacífica. Todos estos factores, toda esta rica experiencia histórica,
encuentran su más completa expresión en los escritos escogidos del camarada
Enver Hoxha reunidos en el volumen titulado “Sobre la dictadura del proletariado”.
Sobre esta cuestión cardinal, nuestro Partido siempre ha tenido en mente
las enseñanzas fundamentales del marxismo-leninismo sobre la dictadura del
proletariado y su necesidad histórica, así como las enseñanzas derivadas de la
experiencia de nuestro país y de otros países. “La experiencia de nuestro país
libre e independiente”, escribe el camarada Enver Hoxha, “ha demostrado
que sin la dictadura del proletariado es imposible asegurar las conquistas de
la revolución, quebrar y vencer la resistencia y actividad de los enemigos
internos y externos, garantizar la defensa de la patria socialista, llevar
adelante la construcción de la sociedad socialista y comunista”. (p.
499)
La importancia histórica y decisiva de la dictadura del proletariado es
también demostrada con claridad por la experiencia negativa de la Unión
Soviética y otros países, donde “el abandono de los principios de la dictadura del
proletariado engendró el revisionismo, el arma más peligrosa de la
contrarrevolución, que condujo a la destrucción del orden socialista, al restablecimiento
del yugo capitalista y al socialfascismo”. (p. 670)
Temiendo, precisamente, este papel decisivo de la dictadura del
proletariado para el futuro del socialismo, sus furibundos enemigos, incluyendo
todos los renegados, los revisionistas y sus lacayos, dirigieron contra ella
todas sus armas –desde la violencia y el fuego hasta las flechas envenenadas
del revisionismo– y continúan haciéndolo aun hoy. “Por eso”, subraya el camarada
Enver Hoxha, “la posición ante la dictadura del proletariado ha sido y sigue siendo la piedra de toque que divide a los
marxista-leninistas proletarios y auténticos revolucionarios de los
oportunistas y renegados de todo tipo” (p. 670). Por su parte, nuestro
Partido ha librado y está decidido a librar una lucha implacable e
intransigente para desenmascarar la prédica antimarxista y
contrarrevolucionaria de los revisionistas modernos, como el “Estado de todo el
pueblo” de los revisionistas soviéticos, el “socialismo democrático con rostro
humano” de los eurocomunistas y otros, de todos aquellos que aceptan sólo de
palabra la dictadura del proletariado pero que la abandonan y la traicionan en
los hechos.
* * *
Sintetizando su experiencia en el desarrollo ininterrumpido de la
revolución socialista en nuestro país y estudiando profundamente las causas de
la tragedia revisionista y de la liquidación de la dictadura del proletariado
en la Unión Soviética y otros países, nuestro Partido ha extraído enseñanzas, y
lo seguirá haciendo en el futuro, acerca de cómo cerrar el paso a esta amenaza
mortal y llevar adelante sin interrupción la causa de la completa construcción
de la sociedad socialista y comunista en nuestro país. Como señala el camarada
Enver Hoxha, nuestro Partido actúa según la firme convicción de que “la pérdida
completa o parcial de la dictadura del proletariado no es de ninguna manera una
fatalidad”, porque, como la experiencia histórica de nuestro país lo demuestra,
“es
bastante probable que la dictadura del proletariado, después de haber sido
establecida, se preserve pura, intacta e inquebrantable en todo momento y en
todas sus relaciones y direcciones, desarrollándose y perfeccionándose
continuamente” (p. 516).
El camarada Enver Hoxha subraya que es importante, ante todo, mantener siempre intacta y fortalecer sin
cesar la dirección indivisible del Partido en el Estado socialista, como principio básico e inalterable de la
dictadura del proletariado, como una condición
fundamental y necesaria, porque no se debe tolerar dualidad de ningún tipo
acerca de esta cuestión esencial. En relación con esto, nuestro Partido ha
desenmascarado y rechazado, como el más flagrante abandono de las posiciones
del marxismo-leninismo y como un intento de justificar la liquidación de la
dictadura del proletariado, las teorías y prácticas revisionistas que niegan y suprimen
el papel indivisible del partido del proletariado en el socialismo, empezando
con las cantilenas sobre la “independencia” del Estado socialista respecto del
partido del proletariado y sobre el partido como simple factor ideológico, y
terminando con la justificación oportunista del pluralismo de partidos
políticos en el sistema socialista. El Partido del Trabajo de Albania, como
está ampliamente demostrado en los escritos del camarada Enver Hoxha, marchará
consecuentemente en el camino del fortalecimiento
permanente de la dirección del Partido en cada célula del sistema de
dictadura del proletariado y de toda la vida social, considerando esta
dirección en su concepto más integral, desde los órganos superiores hasta los
más bajos niveles, las organizaciones de base del Partido y el papel de
vanguardia de cada comunista, y erradicando y descartando todo lo que debilite
en lo más mínimo esta
dirección.
El PTA, como señala el camarada
Enver Hoxha, ha observado consecuentemente las enseñanzas de Lenin que dicen que el establecimiento de la
dictadura del proletariado no significa el fin de la lucha de clases, que esta
dictadura es la continuación de la lucha de clases bajo nuevas formas y
condiciones, contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad. Bajo la
dirección del Partido, la dictadura del proletariado es el arma decisiva para
llevar a cabo la lucha de clases contra los enemigos en el seno del pueblo,
desde la posición y en interés de la clase obrera, a fin de llevarla hasta el
fin, hasta la victoria final y completa del camino socialista sobre el camino
capitalista, hasta la eliminación de todas las diferencias de clases y la
construcción de la sociedad comunista sin clases. De otra parte, como demuestra
la experiencia histórica y como subraya el camarada Enver Hoxha, “independientemente
del campo en que se desarrolla la lucha de clases entre los dos caminos, el
socialista y el capitalista, ya sea en el campo político o económico, en el
ideológico, cultural o militar, en último análisis, es una lucha sobre la cuestión de si la dictadura del proletariado se
fortalecerá o degenerará y será derrocada, como pasó en la Unión Soviética
y en otros países” (p. 557). Nuestro Partido ha rechazado como
absolutamente antimarxistas y preñadas de peligrosas consecuencias las tesis de
los revisionistas modernos de todos los colores sobre la extinción de la lucha
de clases en el socialismo, sobre cuya base y para justificar su liquidación construyen
la teoría contrarrevolucionaria de “saltarse” la dictadura del proletariado. También
sobre esta cuestión, un profundo abismo divide a los marxista-leninistas de los
renegados revisionistas. “Persistir o no en la lucha de clases”, escribe el
camarada Enver Hoxha, “tener una comprensión integral o superficial de ella,
realizarla de manera frontal o de forma unilateral, aplicarla correctamente en
el camino revolucionario o debilitarla y hacer concesiones sobre ella, es una
cuestión vital, de la que depende el destino del socialismo. Nuestros enemigos
quieren precisamente esto, es decir, vernos relajar nuestra vigilancia y atenuar
la lucha de clases. ¿Qué demos hacer? Lo opuesto a sus deseos. Debemos
fortalecer nuestra vigilancia y desarrollar consecuentemente la lucha de
clases…” (p. 623).
Aplicar consecuentemente el
principio de basarse en las propias fuerzas en la defensa de la patria
socialista, prohibir el establecimiento de bases militares extranjeras y el
estacionamiento de tropas extranjeras en el territorio nacional, integrar el ejército
en el conjunto del pueblo armado, fortalecer permanentemente la dirección y el
control del Partido en las fuerzas armadas, e impedir que el fusil mande al
partido, mantener sanas relaciones socialistas en las fuerzas armadas y evitar
la creación de castas militares, etc., como medios para el fortalecimiento de
la defensa y garantía contra el peligro de la transformación del ejército de
arma de la revolución y la dictadura del proletariado en instrumento ciego de
la contrarrevolución y la dictadura burguesa-revisionista, como pasó en la
Unión Soviética y otros países, son también partes constitutivas de vital
importancia de la experiencia revolucionaria de la dictadura del proletariado
en nuestro país, que es sintetizado y fundamentado con los hechos en las obras
del camarada Enver Hoxha.
En los materiales reunidos en este
volumen, se ha dedicado especial atención
a la cuestión fundamental de la relación
entre dictadura del proletariado y la democracia socialista. Como enfatiza el
camarada Enver Hoxha, nuestro Partido se ha atenido y se atiene a las
enseñanzas del marxismo-leninismo al efecto de que “la dictadura del proletariado,
constituye precisamente la condición
necesaria y decisiva para la existencia de una genuina democracia para el
pueblo trabajador” (p. 671). El camarada Enver Hoxha desenmascara y
refuta las prédicas de los modernos revisionistas, quienes, siguiendo las
huellas de los ideólogos burgueses, los socialdemócratas y todos los
anticomunistas, hacen un griterío sobre la supuesta supresión de la democracia
y las libertades bajo las condiciones de la dictadura del proletariado. Esto no
es más que calumnia y falsificación. Lo que ellos quieren es la libertad para
los enemigos del pueblo y el socialismo, para los contrarrevolucionarios. Sin
embargo, el camarada Enver Hoxha declara que “esta suerte de democracia nunca ha
sido ni será permitida por el Partido y la dictadura del proletariado, en
completa armonía con las enseñanzas del marxismo-leninismo. Nuestra democracia
socialista es democracia genuina para el pueblo, para las masas trabajadoras, y
sólo para ellos” (p. 673).
Un testimonio vivo de nuestra
democracia socialista en acción es la amplia, organizada y efectiva participación de las masas trabajadoras en
el gobierno del país en las más diversas formas, su importante derecho a
decir su palabra en la solución de los problemas sociales y del Estado, el
ejercicio de su control sobre todos y sobre todas las cosas. Nuestro Partido
considera esta participación que está creciendo de forma más amplia y profunda,
como la dirección del desarrollo de la democracia socialista, como una gran
fuerza motriz para llevar adelante la construcción socialista, y, al mismo
tiempo, como uno de los factores más importantes de la defensa de nuestro
Estado y de nuestra sociedad de la amenaza de la degeneración
burguesa-revisionista. Y una de las más profundas expresiones de esta
participación efectiva de las masas en el gobierno del país es el control
directo de la clase obrera y las masas trabajadoras, bajo la dirección del
Partido, sobre todas las actividades sociales y estatales. El camarada Enver
Hoxha ha demostrado con hechos indiscutibles que este control constituye un
principio general y contante de nuestra sociedad socialista en cada una de las
esferas y direcciones, una expresión del ejercicio de la dictadura del
proletariado por la clase obrera en alianza con el campesinado, una de las más
importantes direcciones de la lucha de clases por asegurar la victoria del
socialismo, previniendo la degeneración del orden socialista, una gran escuela
para la educación revolucionaria de la clase obrera y las masas trabajadoras.
En los escritos del camarada Enver Hoxha
se dedica una atención especial a los problemas de la lucha contra el
burocratismo y el liberalismo, los dos enemigos
peligrosos de la dictadura del proletariado y el socialismo.
La experiencia histórica demuestra
que las raíces profundas del proceso contrarrevolucionario y regresivo
revisionista en la Unión Soviética y otros países ex socialistas se encuentran “en la
burocratización gradual del aparato estatal socialista, su aislamiento de las
masas populares, la creación de una capa privilegiada de burócratas, la
introducción de métodos de expropiación, de desconfianza en las masas y de incumplimiento
de basarse en ellas…, la disminución y debilitamiento de la democracia para las
amplias masas trabajadoras”, porque “justamente, la ampliación de la burocracia
creó el terreno propicio para la usurpación del poder por la camarilla
revisionista jruschovista” (p. 464). Por eso nuestro Partido considera y
sigue considerando a la lucha contra el
burocratismo como uno de las más importantes direcciones de la lucha de
clases. El camarada Enver Hoxha llama la atención sobre el hecho de que la
lucha contra el burocratismo no debe reducirse a medidas puramente
organizacionales o técnico-administrativas, sino que debe entenderse
profundamente que, en esencia, es una lucha por llevar el poder del Estado y su
aparato cada vez más cerca de las amplias masas trabajadoras, como una lucha
por salvaguardar y fortalecer la dictadura del proletariado, para llevar la
revolución socialista hacia el fin, por cerrar todos los caminos a la
restauración del capitalismo en nuestro país. Un factor decisivo para el éxito
de la lucha por la erradicación del burocratismo es la participación activa de
las amplias masas trabajadoras en esa lucha. “El burocratismo”, dice el
camarada Enver Hoxha”, levanta su cabeza y se hace activo ahí donde la lucha
contra él es subestimada. Se achica y mantiene un perfil bajo cuando la voz de
las masas se escucha con fuerza, cuando ejerce su control con rigurosidad,
cuando el puño de la clase obrera y el Partido le golpea sin piedad” (p.
595).
En el contexto de la lucha contra el
burocratismo, por la defensa y fortalecimiento de la dictadura del proletariado,
un lugar importante en los escritos del camarada Enver Hoxha, seleccionados en
este volumen, lo ocupan los problemas del temple revolucionario de los cuadros
y la relación entre los cuadros y las masas con el propósito de evitar la
degeneración burguesa-revisionista de los cuadros y su transformación de
servidores del pueblo en gobernantes situados por encima de las masas del
pueblo trabajador. Asimismo, el camarada Enver Hoxha advierte –y señala las
formas de lucha– contra el peligro de la burocratización de nuestro Estado
socialista, especialmente el peligro de concepciones ajenas que equiparan la
dictadura del proletariado con los aparatos administrativos, la tendencia de
estos últimos a absolutizar su rol, a ponerse por encima de los órganos
estatales, especialmente por encima de los órganos elegidos, suprimiendo a
estos últimos y a las masas trabajadoras de la participación efectiva en el
gobierno del país, incrementando el personal y monopolizando todo el trabajo.
Junto a la lucha contra el
burocratismo, el camarada Enver Hoxha llama firmemente la atención del Partido,
de la clase obrera y las masas trabajadoras sobre la necesidad de luchar
indesmayablemente también contra el
liberalismo, que es una expresión del oportunismo ideológico y político, de
la renuncia a la lucha de clase consecuente contra los enemigos y la aceptación
de la coexistencia pacífica con la ideología hostil. La difusión del
liberalismo fue precisamente una de las principales tácticas utilizadas por el
imperialismo y los revisionistas para lograr la degeneración de la dictadura
del proletariado y del orden socialista en la Unión Soviética y otros países.
De especial importancia es la erradicación de los puntos de vista liberal y
anarquista de la democracia y la libertad, de los derechos y deberes del pueblo
trabajador en la sociedad socialista. “Alguna gente”, dice el camarada Enver Hoxha,
“piensa
que, al vivir en democracia, ellos sólo tienen derechos y ningún deber en
absoluto, que sólo el Estado y la sociedad tienen obligaciones hacia ellos, mientras
que nunca dejan de reclamar sus derechos, se consideran libres de comportarse y
actuar como les da la gana, de violar la disciplina en el trabajo y la
sociedad, las leyes del Estado y las normas de la sociedad sin importarles
nada. Esos puntos de vista dañinos deben ser combatidos con resolución, porque
son ajenos a los principios del socialismo” (p. 770-771).
* * *
Esos son sólo algunos de los
problemas principales de vital importancia que son abordados en el volumen de
escritos seleccionados del camarada Enver Hoxha bajo el título “Sobre la
dictadura del proletariado”. Este volumen pone en las manos de los
comunistas, de todos los cuadros y del pueblo trabajador un gran tesoro de
ideas y experiencias revolucionarias y un arma ideológica aguda para la
aplicación correcta de la línea del Partido en su lucha diaria por la
construcción y la defensa del socialismo en nuestra patria.
Las palabras del camarada Enver
Hoxha: “las
masas populares, bajo la dirección del Partido y la clase obrera, deben estar
siempre y ante todo listas y de pie para la defensa de la dictadura del
proletariado, sus leyes, su ideología, su política y sus conquistas. Este es el
único camino correcto, sólido y saludable señalado por nuestro Partido, que nos
llama a seguirlo al pie de la letra, sin excepción alguna” (p. 484),
suenan como un toque de clarín y dan con la nota precisa.
Fuente:
Albania Today nº 5, 1978, págs..
30-33.
Traducido
para “Crítica Marxista-Leninista” por
Inessa de la Torre.