El
Partido del Trabajo de Albania y el Partido Comunista de China estuvieron
juntos en la lucha contra el revisionismo jruschovista-brezhnevista durante la década
de 1960s. Tuvieron posiciones marxista-leninistas comunes, pero también
tuvieron importantes diferencias que los dos partidos expresaron tanto en sus
reuniones privadas como en sus respectivos medios de difusión. Estas
diferencias fueron evidentes. Y aunque fueron expresadas como opiniones
particulares sobre distintas cuestiones de la teoría y la práctica de la
revolución, nunca fueron debatidas entre los dos partidos. Tuvieron diferencias,
por ejemplo, sobre la lucha de dos líneas en el Partido, sobre la cuestión de
Stalin, y sobre diversos aspectos de la revolución socialista y la edificación del
socialismo. Sobre esta última cuestión, además de las diferencias en la evaluación
de la experiencia socialista en la URSS, tuvieron diferencias sobre la cuestión de las
contradicciones, las clases y la lucha de clases en el socialismo.
Por
lo común, se tiende asociar a Mao Zedong al tema de las contradicciones en
general y al de las contradicciones en el socialismo en particular. No sería
objetivo desconocer que fue el dirigente comunista que más escribió, habló y
teorizó de forma sistemática sobre la cuestión de las contradicciones.
Independientemente de si lo hizo de forma correcta o no, su nombre ha quedado
asociado al tema. Además del aspecto estrictamente filosófico de las
contradicciones, la cuestión de las contradicciones en el socialismo es uno de
fundamental importancia para comprender las leyes del desarrollo de la sociedad
socialista, las características de las clases sociales en el socialismo y la lucha
de clases durante el periodo de transición del socialismo al comunismo.
De
forma simple, y solo con fines de introducir el tema, diremos que el PTA y el
PCCh consideraban que en el socialismo seguían existiendo las clases y la lucha
de clases; que la lucha de clases se desarrollaba en todas las esferas de la
vida social, contra el enemigo de clase en el interior y contra el cerco
imperialista-revisionista; que la dictadura del proletariado era necesaria
durante todo el periodo de transición; que la cuestión de quién vencerá, o el
camino capitalista o el socialista, era una cuestión aún no resuelta con la toma del poder y la edificación socialista; que la revolucionarización de la sociedad era una tarea permanente, etc.,
etc. Sin embargo, tenían una discrepancia fundamental. El PTA, basado en la
experiencia de la URSS de Lenin y Stalin y en la construcción del socialismo en
Albania, sostenía que en una fase determinada de la edificación del socialismo,
el proletariado podía y debía liquidar las clases explotadoras como clase, que
en adelante el enemigo interior se nutría de los remanentes de la burguesía y
los terratenientes, de la nueva burguesía que podía engendrar la producción mercantil,
de los elementos revisionistas que surgían en el partido, de los burócratas en
el partido, el Estado y las organizaciones económicas. La existencia de todos estos enemigos internos, a los que se sumaban los enemigos externos, explicaba principalmente las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista, por lo que la lucha de clases seguía siendo la fuerza motriz en el socialismo. Después de la liquidación
de las clases explotadoras como clase, en el socialismo existían dos clases
sociales –según la definición marxista, en función de la posición en las
relaciones de producción–: la clase obrera y el campesinado cooperativista, dos
clases amigas, cuya alianza sirve de base a la dictadura del proletariado. Y
las contradicciones entre ellas eran no antagónicas, aunque en determinadas condiciones las contradicciones en el seno del pueblo podían adquirir también un carácter antagónico.
Además
de los escritos conocidos de Mao Zedong, la posición del PCCh al respecto puede
obtenerse a partir de ciertos documentos importantes, como “Acerca del falso
comunismo de Jruschov y sus lecciones históricas para el mundo” de 1964
(secciones 1 y 2), “Acerca de la dictadura omnímoda sobre la burguesía” de
Chang Chung-chiao, “Sobre la base social de la camarilla antipartido de Lin
Piao” de Yao Wen-yuan, entre otros. Para el PCCh, las clases explotadoras, la
burguesía en particular, seguían existiendo durante todo el periodo de transición
del socialismo al comunismo. De esta conclusión derivaba la existencia de la
lucha de clases, porque supuestamente sin clases antagónicas no puede haber
lucha de clases. Las clases explotadoras habían perdido el poder pero seguían existiendo,
solo habían sufrido una “transformación”.
La
diferencia de posiciones en este aspecto se tradujo en sus experiencias de construcción
del socialismo, en la lucha contra el revisionismo en el interior de sus
propios partidos, en la lucha de clases en sus respectivas sociedades, y en las
características del poder proletario en cada país, entre otras cosas. El tema
es amplio y con muchas ramificaciones, pero su estudio requiere no solo
considerar el aspecto teórico de la cuestión sino contrastarlo con las
experiencias históricas de la construcción del socialismo, especialmente, en la
Unión Soviética, Albania y China.
A
continuación presentamos la primera sección del artículo “El PTA sobre el
tratamiento y la correcta solución de las contradicciones en la sociedad
socialista” de Ismail Lleshi que resume la posición del Partido del Trabajo de
Albania sobre la cuestión de las contradicciones en la sociedad socialista. Al
pie del post encontrarán el enlace para descargar el documento completo, y otro
enlace a otro artículo sobre el mismo tema.
EL PTA SOBRE EL
TRATAMIENTO Y LA CORRECTA SOLUCIÓN DE LAS CONTRADICCIONES EN LA SOCIEDAD SOCIALISTA
Por Ismail
Lleshi
(1984)
Algunas de las
cuestiones más fundamentales concernientes al problema de las contradicciones
en la sociedad socialista han cobrado una particular importancia en el proceso
de lucha entre el marxismo-leninismo y el revisionismo, debido a que diversas
variantes del revisionismo moderno especulan en torno al problema de las
contradicciones en el socialismo
EL PARTIDO DEL TRABAJO DE ALBANIA SE HA ATENIDO CONSECUENTEMENTE
EN TODA SU ACTIVIDAD REVOLUCIONARIA A LA TESIS CIENTÍFICA MARXISTA-LENINISTA DE
QUE LAS CONTRADICCIONES EXISTEN EN TODO LUGAR Y EN CADA ASPECTO DE LA VIDA SOCIAL,
EN LA ESFERA PRODUCTIVA MATERIAL Y ESPIRITUAL, DE QUE LA LEY DIALÉCTICA DEL
DESARROLLO POR MEDIO DE LA LUCHA DE CONTRARIOS, EN TANTO QUE LEY UNIVERSAL, ACTÚA
TAMBIÉN EN LA SOCIEDAD, DE QUE, TAMBIÉN AQUÍ, SIN LUCHA POR LA SUPERACIÓN DE
LAS CONTRADICCIONES, SU DESARROLLO SERÍA IMPOSIBLE.
Lo mismo sucede en la sociedad
socialista, cuyo avance no se produce de manera rutinaria e ideal sino de modo
revolucionario, porque tiene en su base la lucha de contrarios, las
contradicciones, cuyo tratamiento y solución correctos impulsan su desarrollo
ulterior. Por eso el PTA tal como afirma el camarada Enver Hoxha, ha
establecido continuamente, como una de las principales tareas relacionadas con
su labor ideológica, «…el determinar el carácter de
las contradicciones en la sociedad socialista y las vías para su correcta
solución». (1)
La comprensión y el tratamiento
científico del problema de las contradicciones en la sociedad socialista revisten
gran importancia para la elaboración de una línea política de principios, para
la construcción de una estrategia científica y para la definición de justas
posiciones tácticas. Por otra parte, algunas de las cuestiones más
fundamentales concernientes al problema de las contradicciones en la sociedad
socialista han cobrado una particular importancia en el proceso de lucha entre
el marxismo-leninismo y el revisionismo, debido a que diversas variantes del
revisionismo moderno especulan en torno al problema de las contradicciones en
el socialismo.
En el pensamiento teórico de
nuestro Partido y del camarada Enver Hoxha acerca del problema de las
contradicciones en el socialismo destaca su resuelta actitud en defensa de la
herencia de los clásicos del marxismo-leninismo en ese terreno, en lucha
consecuente por el desenmascaramiento de todas las tergiversaciones y
falsificaciones revisionistas. Son, asimismo, síntesis de la rica experiencia
del trabajo del Partido sobre el tratamiento y justa solución de las diversas
contradicciones a que ha dado lugar el proceso de la revolución y la
construcción socialista en Albania, síntesis que aporta una valiosa
contribución al desarrollo de la teoría marxista-leninista sobre las
contradicciones en cuestiones esenciales como: el lugar de las contradicciones
antagónicas en el socialismo, la importancia del correcto conocimiento y tratamiento
de las contradicciones antagónicas y no antagónicas, los métodos para
resolverlas, etc.
1. EL LUGAR Y EL
PAPEL DE LAS CONTRADICCIONES ANTAGÓNICAS
EN LA SOCIEDAD
SOCIALISTA
Los clásicos del
marxismo-leninismo, al analizar la historia del desarrollo de la sociedad, subrayaban
que es resultante de la acción coordinada de innumerables fuerzas, que chocan
entre sí porque tienen intereses, objetivos y aspiraciones no iguales.
Descubrieron y argumentaron que, el hecho de que los intereses de las personas,
de las clases y de las diversas fuerzas sociales, choquen entre sí no depende
de su deseo, sino de factores más profundos, objetivos, entre los cuales ocupa
el lugar principal y decisivo el carácter de la relación de las personas con los
medios de producción. De este modo, en las condiciones de la propiedad privada
sobre los medios de producción, los intereses y sobre todo los intereses
fundamentales de las clases y de las diversas fuerzas sociales, están en mutua
contradicción, porque la propiedad privada divide a la gente y las clases,
contrapone sus intereses y aspiraciones. Por eso las contradicciones
antagónicas se hallan en todas las sociedades que se erigen sobre la base de la
propiedad privada, caracterizan estas sociedades, son típicas de ellas.
Por el contrario en el
socialismo, con la eliminación de la propiedad privada y el establecimiento de
las relaciones socialistas de producción se produce una gran transformación
cualitativa, desaparecen las clases explotadoras como tales. En las nuevas
condiciones se plantea una serie de importantes problemas de principio, en
relación con el lugar que ocupan las contradicciones antagónicas en la sociedad
socialista, con los terrenos y direcciones de su expresión, con el papel que
juegan, etc.
El pensamiento teórico
marxista-leninista de nuestro Partido ha argumentado ampliamente que en la
sociedad socialista, a pesar de la desaparición de la propiedad privada y de
las clases explotadoras, existen otros factores
y causas que condicionan la existencia de las contradicciones antagónicas a
la par de las no antagónicas. En las condiciones de la sociedad socialista,
nuestro Partido y el camarada Enver Hoxha tratan las contradicciones
antagónicas como resultado de la existencia de las ex-clases explotadoras o de
sus remanentes; del posible surgimiento, también en el socialismo, de nuevos
elementos burgueses, como resultado de la degeneración de ciertas personas y de
su paso a posiciones antipopulares y antisocialistas; de la existencia del enemigo
exterior, del imperialismo, del revisionismo y de la reacción (la contradicción
entre el socialismo y ellos es expresión de la contradicción entre dos clases
con intereses diametralmente opuestos, entre la clase obrera y la burguesía);
de la existencia de las diversas formas y manifestaciones las ideologías
extrañas, caducas o actuales.
De la tesis científica sobre la
existencia de las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista, se
desprenden importantes conclusiones para la actividad práctica, entre las
cuales dos son las más importantes.
La primera y más importante
conclusión es el reconocimiento de la
lucha de clases en el socialismo como fenómeno objetivo, la indispensable aceptación del desarrollo de
la lucha de clases para dar solución a estas contradicciones antagónicas.
Subrayando el condicionamiento recíproco del proceso de la lucha de clases con
el de la existencia de contradicciones antagónicas en el socialismo, el
camarada Enver Hoxha escribe que «...también en
esta sociedad nueva existirán, durante un largo período de tiempo, las clases:
la clase obrera y el campesinado trabajador, en estrecha alianza entre sí, pero
subsistirán también los remanentes de las clases derrocadas y expropiadas. A lo largo de todo este período, estos remanentes,
así como los elementos que generan y se oponen a la construcción socialista,
harán esfuerzos por recuperar el poder perdido. Así pues, también en el socialismo existirá una enconada lucha de clases».
(2)
La segunda conclusión está ligada
a la importancia del reconocimiento de las contradicciones
antagónicas, como fenómeno objetivo, para comprender correctamente el
proceso de desarrollo de la sociedad socialista. Se trata de un proceso
complejo que choca también con diversas dificultades. Es preciso conocer estas
dificultades, saber cómo han surgido y en qué medida influyen en el avance de
la sociedad socialista y, de este modo, explicar por qué y cómo deberán ser
superadas. Una parte de ellas son consecuencia de la actividad hostil
desplegada por aquellas fuerzas que tienen intereses esenciales diametralmente
opuestos a los intereses del socialismo. Cabe mencionar las dificultades que
genera el cerco imperialista-revisionista al proceso de la construcción
socialista. Los enemigos internos, tanto los viejos, las ex-clases explotadoras
y sus remanentes, como los nuevos, han creado tales dificultades al proceso de
la construcción del socialismo. Estas dificultades, conociendo su origen, son
superadas del modo y por la vía adecuados.
La argumentación de la existencia
de contradicciones antagónicas en el socialismo, junto a las no antagónicas,
diferencia radicalmente la posición del PTA de las diversas tergiversaciones y
falsificaciones revisionistas.
Los revisionistas jruschovistas han pretendido que sólo durante el
período de la construcción de la base económica del socialismo existen aún las
contradicciones antagónicas, mientras, después, desaparecerán las
contradicciones de este tipo, idea ésta que atraviesa todos los análisis
jruschovistas sobre el problema de las contradicciones en el socialismo. El
único argumento, que han utilizado y utilizan los revisionistas jruschovistas
para demostrar la inexistencia de contradicciones antagónicas en la sociedad
socialista, es el de la desaparición de las clases antagónicas. La experiencia
de la construcción socialista en Albania ha confirmado plenamente que con la
desaparición de las clases explotadoras no desaparecen las personas que
integraban estas clases, sino que continúan existiendo como restos de esas
clases, que, como afirma el camarada Enver Hoxha, no obstante «...haber sido vencidas política, ideológica, militar y
económicamente, no renuncian jamás, ni un instante, a su idea de recuperar el
poder y establecer el poder burgués».(3)
Sus intereses esenciales están en completa contradicción con los
intereses del pueblo, de la revolución y del socialismo, por eso las
contradicciones en este campo son profundamente antagónicas.
Al negar la existencia de las
contradicciones antagónicas en el socialismo, los revisionistas jruschovistas
han perseguido y persiguen determinados fines. En primer lugar lo utilizan como
«argumento base» para negar la lucha de clases en el socialismo y enmascarar la
verdadera realidad de los países revisionistas, donde existe y se desarrolla
una exacerbada lucha de clases entre el proletariado y la nueva burguesía que
domina en ellos. Al desenmascarar los propósitos revisionistas de negar las
contradicciones antagónicas y la lucha de clases en el socialismo, el PTA y el
camarada Enver Hoxha se han atenido
consecuentemente a la tesis de que en la sociedad socialista, «...donde la feudo- burguesía ha sido desbaratada
política y económicamente como clase y donde se desarrolla una implacable lucha
contra los remanente de su ideología, las clases antagónicas han desaparecido
(y esto, naturalmente, no se debe entender como que haya desaparecido la lucha
de clases contra los elementos de las clases expropiadas y los que degeneran,
contra las reminiscencias y las manifestaciones extrañas que provienen
precisamente de la vieja sociedad de clases, de los Estados capitalistas e
imperialistas que nos rodean y presionan cada día y a cada hora, de la difusión
del revisionismo moderno que trata de acabar con el socialismo)». (4)
Hay corrientes revisionistas que
reconocen la existencia de las contradicciones antagónicas en el socialismo,
pero ligándolas a la existencia de la burguesía como clase incluso tras las
transformaciones socialistas producidas en el terreno de la propiedad. Mao Tse-tung
pretendió haber descubierto, por primera vez en la historia del desarrollo del
marxismo-leninismo, la existencia de contradicciones, de clases y lucha de
clases tras la completa finalización de la transformación socialista de la
propiedad sobre los medios de producción, ya que existen las clases opuestas,
la burguesía y el proletariado. (5)
Este razonamiento oportunista
descansa sobre la tesis de que tras la edificación de la base económica del
socialismo, siguen existiendo las clases opuestas. Que tras la finalización de
la construcción de la base económica del socialismo continúan existiendo
clases, es una tesis formulada por los clásicos del marxismo-leninismo. Según
la teoría marxista-leninista, la clase obrera y el campesinado cooperativista
son dos clases, pero dos clases amigas, liberadas de la opresión y la
explotación. Stalin escribía en 1936 que, con la instauración de la propiedad
socialista y de las relaciones socialistas de producción, cambia radicalmente
la antigua estructura de clases de la sociedad, desaparecen las clases
explotadoras y la sociedad se compone ahora de dos clases amigas, la clase
obrera y el campesinado cooperativista, así como de la intelectualidad popular
como capa particular de la sociedad.
Cuando pretendían que, con la
plena finalización de la transformación socialista de la propiedad sobre los
medios de producción, siguen existiendo las clases, los revisionistas chinos no habían hecho ningún descubrimiento. Su
«descubrimiento» consistía en declarar que incluso tras la construcción de la
base económica del socialismo existen todavía clases opuestas, la burguesía y
el proletariado. El PTA y el camarada Enver Hoxha han rechazado hace tiempo
esta tesis revisionistas por su carácter oportunista y antimarxista,
tergiversación flagrante de la definición leninista de las clases.
Lo importante es no sólo
reconocer la existencia de las contradicciones antagónicas en el socialismo,
sino determinar la esfera de su actuación, los terrenos y las direcciones en
que se expresan.
Como se sabe, las contradicciones
no antagónicas constituyen en el socialismo un amplio y rico abanico. Como pone
de relieve el camarada Enver Hoxha «...existen en
una gran variedad, bajo las más diversas formas, en diferentes lugares y
momentos».(6) Las contradicciones
no antagónicas surgen en las relaciones entre dos clases amigas, la clase
obrera y el campesinado cooperativista, en el seno de cada una de ellas y en
distintos grupos y capas de la sociedad. En este aspecto, digámoslo así,
cuantitativo, las contradicciones antagónicas no tienen la riqueza ni
diversidad de las contradicciones no antagónicas. Mas, de aquí no se puede
extraer la conclusión de que las contradicciones antagónicas tengan una esfera
de extensión limitada ni limitadas las direcciones de su expresión. Al analizar
este problema, el PTA y el camarada Enver Hoxha hacen una llamada de atención a
no confundir la diversidad y las formas de expresión de los dos tipos de
contradicciones, donde existen también diferencias, con las direcciones y los
campos de su existencia; al igual que no hay que confundir el problema de la
extensión de las contradicciones antagónicas con el problema del papel que
juegan en este o aquel campo en diferentes etapas del desarrollo de la
revolución y de la construcción socialista.
Por el contrario, confundir,
estas cuestiones, puede conducir a errores teóricos de consecuencias negativas
para la actividad práctica, puede conducir a la incomprensión del carácter de
las contradicciones concretas y a la reducción artificial del círculo de
contradicciones antagónicas. A estas conclusiones conducen los puntos de vista
de que supuestamente las contradicciones antagónicas se centran principalmente
en el terreno de la ideología o principalmente en el terreno político. El punto
de vista de que las contradicciones antagónicas en el socialismo se hallan centradas
principalmente en el terreno ideológico limita la correlación de las fuerzas
antagónicas sólo a esta esfera, negando así la aguda lucha que se produce entre
las fuerzas del socialismo y sus enemigos en los terrenos político, económico,
etc. Los análisis científicos de la realidad del desarrollo de la lucha de
clases en el socialismo han llevado al PTA y al camarada Enver Hoxha a la
conclusión de que «...el enemigo libra su lucha en
todos los sentidos. Nos combate tanto en lo ideológico, como en lo económico y
lo político»(7), lo que muestra que las contradicciones antagónicas no
pueden ser reducidas a un determinado aspecto, sino que existen en todos los
principales aspectos.
El considerar las contradicciones
antagónicas, como las no antagónicas, en su amplio abanico de manifestaciones
en los principales terrenos, no significa que sean perpetuas. Deben y pueden
ser superadas, resueltas, y de este modo la sociedad marcha adelante. La lucha
de clases que desarrollan las masas trabajadoras bajo la dirección del Partido,
para desarraigar todo remanente de la sociedad capitalista, para conducir la
revolución socialista hacia su triunfo definitivo, resuelve continuamente las
diferentes contradicciones antagónicas hasta que, con la desaparición de las
clases en el comunismo y el completo triunfo de éste, dejarán de existir las
contradicciones de carácter de clase. Lo mismo ocurre con las contradicciones
no antagónicas de la sociedad socialista. Con la solución de éstas o aquellas
contradicciones concretas, surgirán
otras nuevas. Así tiene lugar el desarrollo progresivo de la sociedad
socialista hacia el comunismo, que va acompañado de la propia desaparición de
las causas que generan la existencia de tales contradicciones.
El punto de vista de Mao
Tse-tung, según el cual, al cabo de 10 mil años, seguirían existiendo
contradicciones y lucha «en el sentido de lucha de clases e incluso revolución»(8)
es anticientífico de principio a fin. Con esto no se manifiesta simplemente la
idea de la existencia de contradicciones que, como tales, en tanto que fuente
de movimiento existirán siempre en la sociedad humana. Lo que se manifiesta con
esto es el punto de vista de que son y serán contradicciones de clase, pues se
acepta la existencia de la lucha de clases incluso dentro de 10 mil años. Es
evidente que, según esto, los dos tipos de contradicciones que existen en el
socialismo existirían perpetuamente. La sociedad no se libraría de dichas
contradicciones. El plazo de 10 mil años es convencional, hace referencia a un
futuro muy lejano. Para los revisionistas chinos es expresión de la existencia
ilimitada de las contradicciones de clase. Así, aparecen como perpetuas para la
propia sociedad humana. Estos puntos de vista son completamente opuestos a la
concepción marxista-leninista sobre los dos tipos de contradicciones. Su
existencia está ligada a los intereses de las clases y de las diversas fuerzas
sociales, intereses que se manifiestan bajo diferentes formas. Es, por tanto,
evidente que, en la futura sociedad comunista, sin clases, no existirá ya la
base de las contradicciones de clase y de la lucha de clases. Las
contradicciones seguirán existiendo, pero dejarán de ser contradicciones de
clase, antagónicas o no. En la práctica, los puntos de vista de los
revisionistas chinos difunden, de una manera refinada, la errónea ilusión de
que es inútil la titánica lucha que desarrolla el proletariado por el triunfo
de la revolución socialista y la construcción del socialismo, puesto que la
sociedad socialista es presentada por ellos como un cúmulo de contradicciones,
en principio irresolubles. La presentación de las contradicciones de la
sociedad socialista como irresolubles, ha sido calificada por el camarada Enver
Hoxha como típica de las concepciones burgués-revisionistas.
La comprensión y correcta
explicación científica del lugar de las contradicciones antagónicas en la
sociedad socialista está estrechamente ligada a otro importante problema, el de
su papel. El PTA y el camarada Enver
Hoxha subrayan que en la solución de este problema deben ser debidamente
tenidas en cuenta las relaciones que guardan las contradicciones antagónicas y
no antagónicas con la sociedad socialista. Las contradicciones antagónicas no
pueden ser situadas en el mismo plano que las no antagónicas cuando se trata de
su relación con el socialismo como sistema.
La sociedad socialista, donde han
desaparecido la propiedad privada y las clases explotadoras, no contiene en su
naturaleza el antagonismo entre los intereses fundamentales de las clases, lo
que caracteriza al socialismo como sistema, y es en este contexto que Lenin
recalcaba que en el socialismo el antagonismo desaparece. Las contradicciones
antagónicas no son consubstanciales al socialismo, que no contiene en su
naturaleza factores que originen contradicciones de este tipo. Estas no emanan
de la esencia de las relaciones socialistas de producción, que son relaciones
de colaboración y ayuda mutua entre las clases amigas, la clase obrera y el
campesinado cooperativista. Por su propio carácter, las contradicciones
antagónicas son extrañas al socialismo. El socialismo las ha heredado, son
consecuencia de las huellas de la vieja sociedad, que se conservan en el
socialismo, y de la presión exterior ejercida por el mundo
capitalista-revisionista. El socialismo, como sistema, está caracterizado por
las contradicciones no antagónicas, típicas de él. Si no se evidencia esta
distinción esencial en la relación de las contradicciones antagónicas y no
antagónicas con el socialismo, es imposible comprender lo que caracteriza al
socialismo como régimen cualitativamente nuevo.
Sólo que nuestro Partido y el
camarada Enver Hoxha han dejado claro que de aquí no deben extraerse
conclusiones que sobrestimen un tipo de contradicciones y subestimen el otro.
La cuestión del papel que juegan los dos tipos de contradicciones debe ser
planteada y solucionada en estrecha ligazón con las condiciones concretas
objetivas de la existencia de dichas contradicciones, con los objetivos
fundamentales que pretende alcanzar el desarrollo de la revolución y de la
construcción socialista y con los problemas fundamentales que aparecen en dicho
proceso. Concibiendo de este modo la cuestión, el pensamiento teórico
marxista-leninista de nuestro Partido y del camarada Enver Hoxha ha llegado a
la conclusión de que tanto las contradicciones antagónicas como las no
antagónicas ocupan en el socialismo un importante lugar. Dando de modo
sintetizado el lugar de las contradicciones antagónicas en el socialismo, el
camarada Enver Hoxha afirma: «Tengamos siempre en
cuenta que nos hallamos en el período de transición del capitalismo al comunismo. Esto significa que durante este
período el capitalismo y el socialismo se hallan en irreconciliable lucha.
Lucha que prosigue durante todo el periodo de transición que no se sabe cuánto
dura, pero que lo hará aún por largo tiempo. Nadie debe pensar que esta lucha
ha sido ganada para siempre en nuestro país». (9)
La encarnizada lucha de clases,
que se desarrolla entre el socialismo y el capitalismo, representa en sí misma
la lucha consecuente y resuelta que desarrollan la clase obrera y las masas
trabajadoras bajo la dirección del Partido, en defensa y reforzamiento
continuos del poder popular, para desarrollar las fuerzas productivas y
perfeccionar las relaciones socialistas de producción, para elevar aún más el
bienestar de las masas trabajadoras, acerar y hacer indestructible la capacidad
defensiva de la patria socialista, para educar al hombre nuevo con una
concepción del mundo científica y de carácter revolucionario. Toda esa lucha se
desarrolla en agudo enfrentamiento con las tentativas e innumerables esfuerzos
desplegados por las fuerzas reaccionarias para derrocar el poder popular e
instaurar el poder de la burguesía y del revisionismo, para someter el país a
la múltiple esclavitud del imperialismo, el revisionismo y la reacción, saquear
sus grandes riquezas, oprimir y explotar hasta la médula a las masas
trabajadoras, difundir su ideología decadente, que envenena la conciencia de
las gentes, para ocupar el país incluso militarmente y transformarle en una
verdadera colonia. En esencia, el proceso de la construcción socialista está
estrechamente ligado a la lucha de las
fuerzas del socialismo contra estas fuerzas reaccionarias, por
cuestiones cardinales, por lo tanto, las contradicciones antagónicas no pueden
ser subvaloradas.
En los documentos del Partido y
en las Obras del camarada Enver Hoxha no sólo está científicamente argumentado
el lugar que ocupan las contradicciones antagónicas en la sociedad socialista,
sino que además se ha subrayado la importancia que reviste el determinar la
contradicción antagónica fundamental durante el período de la transición del
capitalismo al comunismo o en sus diferentes etapas, como condición
indispensable para elaborar una correcta línea política y aplicarla
consecuentemente.
Sobre la base de un análisis
concreto de las condiciones objetivas del desarrollo de la revolución y de la
construcción socialista y teniendo presentes las principales direcciones del
desarrollo de la lucha de clases, nuestro Partido ha llegado a la conclusión,
de que la contradicción antagónica
fundamental, durante todo el período de transición del capitalismo al comunismo, es la contradicción entre el
socialismo, que ha triunfado y camina hacia su triunfo definitivo, y el
capitalismo, que, aunque vencido, trata de recobrar su poder perdido.
La contradicción antagónica
fundamental entre el socialismo y el capitalismo, en diferentes etapas del
desarrollo de la revolución y de la lucha de clases, tiene sus correspondientes
formas de expresión y solución. La experiencia de la revolución y de la lucha
de clases en Albania ha mostrado que la contradicción antagónica fundamental en
el terreno político se ha manifestado como contradicción del pueblo con los
ocupantes y las clases explotadoras, que se unieron en un frente común. Esa
contradicción se resolvió con la liberación del país y la instauración de la
dictadura del proletariado. En el terreno económico se ha manifestado como
contradicción entre las nuevas relaciones socialistas de producción y las relaciones feudal
burguesas y se resolvió con la construcción de la base económica del socialismo
tanto en la ciudad como en el campo. En el terreno ideológico se ha manifestado
como contradicción entre la ideología proletaria y la ideología burguesa; su
solución conducirá al triunfo completo de la ideología y de la moral comunistas
sobre la burguesa, a la multifacética educación comunista de las masas
trabajadoras.
Entre las diversas formas de
expresión de la contradicción entre el socialismo y el capitalismo, en los
correspondientes terrenos, existe un vínculo y un orden interno y orgánico,
reflejo de las leyes del desarrollo de
la revolución y de la construcción socialista, que deben ser, sin falta,
tenidos en cuenta en la determinación de la contradicción antagónica
fundamental concreta en esta o aquella etapa. Las propias leves del desarrollo
de la revolución plantean en primer lugar, como contradicción fundamental, la
contradicción existente en el terreno político, sin cuya solución no se puede
lograr la solución de las demás contradicciones. Tras la toma del poder
político por la clase obrera, bajo la dirección de su Partido, es indispensable
que el nuevo poder se apoye sobre su propia base económica y por consiguiente
la contradicción fundamental de esa etapa es la contradicción en el terreno
económico, después de cuya solución cobra una particular importancia la
contradicción en el terreno ideológico. Con la solución de cada una de estas
contradicciones fundamentales de etapas determinadas se resuelve gradualmente
la propia contradicción antagónica fundamental entre el socialismo y el
capitalismo.
Nuestro Partido ha planteado
claramente, asimismo, que con el triunfo de la revolución socialista en este o
aquel terreno, por ejemplo en los terrenos político y económico, se solucionan las
correspondientes contradicciones antagónicas fundamentales, quedan solucionadas
como tales, como fundamentales, pero esto no significa en absoluto que en
aquellos terrenos dejen de existir contradicciones antagónicas. Las
contradicciones antagónicas siguen existiendo en todos estos terrenos, lo que,
entre otras cosas, determina el desarrollo frontal de la lucha de clases en todas sus principales
direcciones: políticas, económicas e ideológicas.
Las contradicciones fundamentales
de las diversas etapas tienen no sólo su orden orgánico, sino además un
condicionamiento recíproco, tal como lo argumenta claramente la conclusión del
PTA de que, hasta que no se haya solucionado la contradicción fundamental
también en el terreno ideológico, no se puede considerar solucionada completa y
definitivamente la contradicción fundamental ni en el terreno político ni en el
económico. Sólo comprendiendo las contradicciones fundamentales en las formas
concretas de su expresión y en la relación y condicionamiento recíprocos es
posible determinar las tareas que corresponden a cada etapa de la revolución y
de la construcción socialista, es posible determinar al enemigo principal
contra el que hay que enfilar la punta de lanza de la lucha, determinar las
fuerzas motrices y los aliados en este proceso.
Reviste una gran importancia la
justa comprensión de la contradicción antagónica fundamental en el período de
transición al comunismo, como contradicción entre el socialismo y el
capitalismo. Esta se manifiesta en el trabajo y los esfuerzos desplegados por
las masas trabajadoras, dirigidas por el Partido, para hacer triunfar el
socialismo y en la lucha contra la posibilidad que implican diversos factores
hostiles de que este proceso revolucionario se interrumpa o degenere en
retroceso al capitalismo, como ocurrió en la Unión Soviética y en los demás
países revisionistas. A sí pues, la lucha entre el socialismo y el capitalismo
es en esencia la lucha del socialismo para evitar esta posibilidad, la que
desean y tratan de lograr todos los enemigos internos y externos. Una
posibilidad semejante existe en todos los terrenos, político, económico, ideológico
y militar, por eso, independientemente de la solución de esta o aquella
contradicción fundamental en esta o aquella etapa de la revolución y de la
construcción socialista, las contradicciones antagónicas continúan existiendo
durante todo el período de transición, en todos los terrenos y en mutuo enlace.
Por consiguiente, la lucha de clases, en cada uno de esos terrenos, no se
desarrolla aislada, sino entrelazada y mutuamente complementada.
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Tomado de la revista “Albania
Hoy”, nº 1 de 1984, págs. 17-26.
Digitalizado para “Crítica
Marxista-Leninista” por Gustavo Bilbao.
Descargar el texto completo de “El PTA sobre el tratamiento y la correcta solución de las contradicciones en la sociedad socialista” de Ismail Lleshi
Tema relacionado:
“Contradicciones, clases y lucha de clases en el socialismo” de Foto Çami, publicado en “Tiempos Rojos”