Esclarecer
el papel y la obra de de Lin Biao es una tarea que concierne a todos aquellos
que deseen entender la Revolución Cultural y el posterior desenlace de la
política en China. Pero no se podrá entender la cuestión de Lin Biao si no se
discuten las divergencias entre Mao Zedong y Lin Biao, entre la fracción de la “banda
de los cuatro” y la fracción linpiaoísta en los últimos años de la década de
1960 y principios de la década de 1970.
Como
bien afirma, el artículo "La cuestión de Lin Piao" (de "Gran Marcha Hacia el Comunismo") que a continuación reproducimos, actualmente existe
una gran cantidad de nuevos documentos que permiten, primero, declarar como
falsa la versión oficial china emitida poco después del “Incidente del 13 de
setiembre” de 1971, declarando renegado, traidor y agente del
socialimperialismo soviético a Lin Biao; y, segundo, situar el caso Lin Biao en
el contexto de la lucha entre las dos fuerzas de la “izquierda” del PCCh. Este
último punto es importante para entender el desarrollo de la Revolución
Cultural y los eventos que van desde los meses previos al IX Congreso del PCCh
en 1969 hasta la muerte de Lin Biao en 1971.
No
guarda relación con los hechos y con la documentación disponible (incluso en
agosto de 2006, fecha del artículo de GMHC) afirmar que la eliminación de Lin
Biao se produjo como resultado de la lucha “entre las diferentes opiniones”
(eufemismo que encubre la existencia de fracciones en el seno del PCCh) entre
los liderados por Lin Biao y los encabezados por Zhou Enlai. Esto no es cierto.
Cualquiera se preguntaría: ¿y dónde estuvieron Mao y el grupo de los 4? Testimonios
de algunos de los protagonistas de los hechos y las publicaciones del PCCh demuestran que la
ofensiva contra la fracción de Lin Biao fue iniciada por Mao Zedong, a quien
algunos tratan de presentar decrépito, sin bríos, actuando de acuerdo a los
designios de Zhou Enlai.
Era
Mao Zedong el que –en agosto-setiembre de 1971– se encontraba en campaña contra
Lin Biao en las provincias del sur de China. Y contra la costumbre de la
política china (de no atacar directamente al líder, sino a su segundo), Mao
atacó directamente a Lin Biao, a su esposa Ye Qun y a sus generales, en sus
discursos antes los dirigentes provinciales del partido. Fue este ataque
abierto de Mao el que desencadenó la cadena de sucesos que condujeron a la
muerte de Lin Biao. Zhou Enlai y la derecha del PCCh, por supuesto, supieron
sacar provecho y beneficios de esta pugna entre las “izquierdas”, ni tontos que
fueran, pero la versión de que la derecha del PCCh inició y lideró la lucha
contra Lin Biao, no se ajusta a la verdad.
Asimismo,
los documentos no revelan enfrentamiento entre Lin Biao y su fracción en
relación con el giro de la política internacional del PCCh y del Estado chino.
Del material disponible, todo parece indicar que el interés de Lin Biao, por lo
menos en los asuntos de política exterior, era mínimo. Mao dirigió el
acercamiento hacia Estados Unidos, con la colaboración de Zhou Enlai, sin
oposición evidente de Lin Biao y sus seguidores. La cita extraída de la carta
de Lin Biao a Albania, que se reproduce en el artículo, no es ninguna prueba
concluyente de una posición de Lin Biao diferenciada de la dirección del PCCh.
Es bastante conocido que los dirigentes chinos, en sus relaciones
internacionales, publicaban declaraciones o pronunciaban discursos en función
del interlocutor. Para demostrar, por ejemplo, que la “banda de los 4” se
oponía a la teoría de los tres mundos algunos citan parte del discurso de Wang
Hongwen ante la delegación camboyana, pero cierran los ojos ante el hecho de
que este tercer sucesor de Mao estuvo presente en la reunión con Kaunda, el
presidente de Zambia, cuando Mao esbozó su diferenciación de los tres mundos y
también estuvo entre los que despidieron con entusiastamo –al igual que Jiang
Qing y Yao Wenyuan– a Deng Xiaoping que partía para pronunciar su famoso
discurso ante la ONU en 1974 (Ver vídeo). En el caso que nos ocupa, hubiera sido falto de
tino, no sólo de parte de Lin Biao sino incluso de Zhou Enlai o Deng Xiaping,
hablar de una forma distinta, nada menos, que a los albaneses.
Lin
Biao pudo haber estado realmente en contra del acercamiento a Estados Unidos
(así lo dicen algunos testimonios) y de la declaración de la URSS como único
enemigo principal, pero en los documentos conocidos hasta la fecha no se
encuentra alguno que así lo demuestre. Por supuesto, que falta mucho por
publicarse en relación con este periodo de la política internacional china y,
sobre todo, acerca del caso Lin Biao. Pero si nos atenemos a “buscar la verdad
en los hechos”, hasta ahora no hay sustento para hacer una afirmación
contundente en este sentido.
Entonces,
el argumento que dice que “una de las razones claves que culminaron con la
liquidación de Lin Biao fueron las divergencias… en cuanto a la situación
internacional y el establecimiento de una alianza entre la República Popular de
China de un lado y el imperialismo norteamericano y sus aliados occidentales de
otro…”, no se ajusta a lo que se sabe de la pugna con entre la fracción de Lin
Biao y la fracción de Mao y los cuatro de Shanghai que contaba con el apoyo de
la derecha del PCCh. Aunque Mao le dijera a Kissinger que hubo quienes se
opusieron al acercamiento con EEUU, esto no es prueba suficiente, porque en el
mismo proceso de la lucha contra Lin Biao, ni Mao ni “los cuatro” mencionaron
la política internacional como una esfera de las divergencias.
Aunque
es Zhou Enlai quien aparece como el personaje directamente involucrado en el
incidente del 13 de setiembre de 1971, ninguno de los miembros cercanos al
círculo de Lin Biao duda de que Mao no estuviera detrás de las palabras y
acciones de Zhou. El extracto de un libro que publicáramos días atrás fue
escrito por la hija de Qiu Huizuo, uno de los generales de Lin Biao y miembro
del Buró Político. El escrito no es hostil a Lin Biao y nunca deja de sugerir
que detrás de Zhou estaba Mao Zedong. El propio segundo de Lin Biao, el general
Wu Faxian, en sus memorias reconoce la cadena de eventos descrita por Qiu Jin y
es bastante crítico de Mao Zedong. Este general Wu Faxian era el portavoz de
Lin Biao en el Buró Político (dado que la mayoría de las veces Lin no asistía
por su enfermedad), y estaba por encima de Ye Qun –la esposa de Lin Biao– en
los rangos de la fracción (después de la caída de Chen Boda), por lo que su
testimonio tampoco puede considerarse hostil a Lin Biao. Recurrir al texto de
Robinson Rojas, habiendo otros testimonios y documentos más valiosos, es un
error significativo, que puede sugerir que se usa fuentes que son favorables a
la “posición” o versión de uno. El texto de Rojas contiene errores desde la
primera línea, en medio de algunas verdades: dice que el 9 de setiembre de
1971, los generales de Lin Biao fueron arrestados, sugiriendo luego que fue
Zhou el organizador de la represión contra el grupo de Lin Biao. Esto no es
cierto: el arresto de los generales ocurrió el 24 de setiembre, casi dos
semanas después de la muerte de Lin. Lo cierto es que tres de los generales más
importantes (mencionados por Rojas) estuvieron –en mayor o menor medida– en
contacto con Zhou Enlai, especialmente el líder Wu Faxian, la noche del 12-13
de setiembre. La versión de Rojas sugiere un golpe unilateral (“el
golpe de mano” de Zhou) contra Lin Biao y los suyos, cuando en realidad fue una
reacción posterior contra las acciones de parte del entorno de Lin Biao
(concretamente de su hijo y sus colegas de la Fuerza Aérea), que a su vez
reaccionaba ante el ataque de Mao y la inminente purga. Recuérdese que en las
dos anteriores “lucha de líneas”, Peng Dehuai y Liu Shaoqi, por diversas
razones y en circunstancias distintas, resultaron muertos.
Nuevamente, la
interpretación de las posiciones y las acciones de Lin Biao y Mao Zedong en el periodo de la Revolución Cultural y los primeros años de la década de 1970, tiene que realizarse en el
contexto de las divergencias y pugnas entre las fracciones de ambos líderes y
la ubicación de éstas en el marco general del PCCh, donde coexistían también otras
fracciones. Por supuesto, esto debe hacerse considerando la situación interna e
internacional que China vivía entonces. Esa es la mejor forma de proceder a una valoración
científica de Lin Biao. Sin dilucidar los objetivos, programas, líneas y acciones de cada fracción es imposible hacer esa valoración científica. De pasada y reforzando esta última reflexión, se puede
decir que el artículo encomia a Lin Biao por “su” informe ante el IX Congreso,
cuando se sabe que él no participó en su
redacción (fue escrito por los maoístas Zhang Chunqiao y Yao Wenyuan), que Lin sólo lo leyó, acatando la decisión
de la dirección del partido, dado que el proyecto de Chen Boda –auspiciado por
él– fue descartado (Chen Boda anotaría sobre el informe ante el IX Congreso –informe
que hizo la evaluación de la Revolución Cultural– que era reminiscente de la
tesis de Bernstein: “el movimiento lo es todo, el objetivo final nada”, descripción
con la que algunos caracterizan los movimientos de masas encabezados por Mao
después de 1949). Por otra parte, el discurso que Zhou Enlai leyó ante el X Congreso del PCCh fue
escrito por Zhang Chunqiao, el ideólogo de la “banda de los 4”, que llevó la
batuta de la lucha contra Lin Biao desde 1969.
Acerca de la
cuestión de Lin Piao
Ningún partido político puede en modo alguno
dirigir un gran movimiento revolucionario a la victoria a menos que posea una
teoría revolucionaria y un conocimiento de la historia y cuente con una
profunda comprensión del movimiento práctico. Mao
Tsetung
Estudiar la historia y buscar la verdad en los hechos
Mao Tsetung nos ha enseñado: “Frente a cualquier cosa, los comunistas
tienen siempre que preguntarse el porqué y utilizar su propia cabeza para
examinar minuciosamente si corresponde a la realidad y si está bien fundada; no
deben en absoluto seguir ciegamente a otros ni preconizar el servilismo. (Rectifiquemos el estilo de trabajo en el
Partido, O.E. tomo III, p. 46, Pekín 1968)
En el proceso de estudio e investigación
respecto a diversos aspectos y cuestiones de la experiencia histórica de la
dictadura del proletariado y la historia y desarrollo del movimiento obrero y
comunista internacional, la cuestión de Lin Piao merece una especial atención.
En esta tarea ha prevalecido el principio de buscar la verdad en los hechos. Como señalara Mao Tse-tung: Por “hechos” entendemos todas las cosas que
existen objetivamente; por “verdad”, la ligazón interna de las cosas objetivas,
es decir, las leyes que las rigen, y por “buscar”, estudiar. (Reformemos nuestro estudio, O.E. tomo
III, p.19, Pekín 1968).
Lin Piao fue uno de los dirigentes más
destacados de la Revolución china y en 1969 los Estatutos del Partido Comunista
de China (PCCh) aprobados en su IXº Congreso le definieron como “el íntimo
compañero de armas y sucesor de Mao Tsetung”. ¿Verdadera y realmente quiso Lin Piao asesinar a Mao Tsetung a través
de un golpe de estado contrarrevolucionario apenas dos años después? ¿Acaso
fueron verdaderas y ciertas las acusaciones que sobre Lin
Piao recayeron tachándole de “arribista burgués, intrigante, elemento de doble
faz, renegado y traidor”, como le calificó Chou En-lai en 1973 en el Xº
Congreso del PCCh y la posterior infamante y tergiversadora campaña de crítica
que sobre él se lanzó en China –ligando su nombre al de Confucio– añadiendo a
los anteriores calificativos los no menos oprobiosos de payaso, terrateniente,
estafador político, vendepatria, caudillo militar y embaucador político que no
leían libros, periódicos ni documentos,
déspota, perro faldero de la burguesía, parásito, escoria, elemento nocivo,
lujuriosos, disipado, superespía, imbécil, cobarde, etc., etc.?
A la luz de los hechos e investigación
realizada por Gran Marcha Hacia el Comunismo, la acusación que la dirección del Partido Comunista de China desde 1972
y hasta la actualidad ha vertido sobre Lin Piao calificándole como un
contrarrevolucionario que quería capitular ante el socialimperialismo soviético
resulta completamente falsa. Esta acusación fue asumida de forma seguidista
por la brumadora mayoría de los partidos y organizaciones integrantes del
movimiento marxista-leninista-maoísta de la época (1). Transcurridas más de
tres décadas, y pese a la documentación que ha aparecido a lo largo de este
tiempo que echa por tierra las acusaciones de la dirección del PC de China
contra Lin Piao desde 1972 hasta la actualidad (2), la mayoría de los partidos
que se declaran marxistas-leninistas-maoístas –como los que integran o apoyan
al Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI), no sólo no han hecho una
valoración científica del papel de Lin Piao y los motivos que llevaron a su
asesinato sino que persisten en sus ataques contra él ajenos al principio de
buscar la verdad en los hechos.
Aquellos que niegan la actividad
revolucionaria de Lin Piao y que ven solo aspectos negativos –lo que califican
como “linpiaoísmo” o sinónimo de militarismo, de dar más importancia a lo
militar que a lo político (3) se equivocan. Si de verdad existió un
“linpiaoísmo” esta nada tiene que ver con los ataques e injurias vertidos sobre
Lin Piao sino que se referiría a la defensa del maoísmo, la lucha por defender
las conquistas de la Gran Revolución Cultural Proletaria, la lucha contra el
imperialismo yanqui y el socialimperialismo soviético, etc. Es necesario que
Lin Piao sea, de una vez por todas, correctamente apreciado.
Una vida al servicio de la Causa de la Revolución y el
Comunismo
Lin Piao nació el 5 de Diciembre de 1908 en
la localidad de Huanggang, provincia china de Hubei. Siendo estudiante de
secundaria, estuvo involucrado en las huelgas del 30 de Mayo y boicot de 1925,
formando parte de la Asociación para el Bienestar Social de Wuchang, presidida
por Yun Tai-ying (quien años más tarde sería uno de los principales dirigentes
comunistas asesinados por el Kuomintang). A los 19 años, Lin Piao entra en la
Academia Militar de Whampoa y en 1926 ingresó en las filas del Partido
Comunista de China. Muy pronto destacó por su excepcional talento estratégico.
Habiendo alcanzado muy joven el grado de coronel, en 1927 se une con su
regimiento a los grupos guerrilleros comunistas liderados por Mao Tsetung.
Lin Piao dirigió el I Cuerpo de Ejército del
Ejército Rojo chino y llevó personalmente la vanguardia del mismo durante la
gesta de la Gran Marcha (1934-1935) y participó en la ocupación de Yenan en
Diciembre de 1936. De esta época son sus escritos sobre “Revolución y Guerra”,
en los que se hace énfasis en los problemas del contacto con las masas y
establece, junto a Mao Tsetung, los reglamentos del Ejército Rojo, según los
cuales los soldados deben ayudar a los campesinos e introducirlos en las ideas
comunistas por su conducta ejemplar.
Durante la resistencia contra la invasión de
China por los imperialistas japoneses, Lin Piao dirigió los destacamentos del
Ejército Rojo (que pasó a denominarse Octavo Ejército de Ruta) en el norte de
Shansi. Su 115 División propinó una formidable derrota a las tropas invasoras
japonesas. Tras resultar herido en combate en 1938, pasó dos años de
convalecencia médica en la URSS.
De regreso a China, Lin Piao se incorpora a
la dirección de la lucha revolucionaria. Tras la expulsión de los invasores
japoneses, iniciada la Tercera Guerra Civil Revolucionaria contra Chiang
Kai-shek– al que apoyaba el imperialismo norteamericano–, en 1946 es designado
comandante en jefe del Ejército Rojo en Manchuria. En tan solo un año sus
tropas cercaron y derrotaron al núcleo de las fuerzas de Chiang Kai-shek, armadas
y entrenadas por los imperialistas yanquis, capturando o liquidando a 36
generales enemigos. Tras la victoria del Ejército Rojo en Manchuria, Lin Piao
aplastó al grueso de las fuerzas de Chiang Kai-shek en el norte de China, antes
de marchar sobre Pekín que se rindió sin oponer resistencia alguna. Derrotado
Chiang Kai-shek, el 1 de Octubre de 1949 Mao Tsetung proclamó, desde la Plaza
de Tian An-men en Pekín, la República Popular China.
En 1950, al estallar el conflicto armado en
Corea, Lin Piao dirigió el “Cuerpo de Voluntarios Populares Chinos” en apoyo
del pueblo coreano contra el imperialismo yanqui y sus títeres de Corea del
Sur. En una contraofensiva que tomó por sorpresa al mando norteamericano en el
Sur del país dirigido por el general MacArthur, y utilizando la táctica de la
“marea humana”, empujó a las tropas de la coalición yanqui y de sus aliados
hasta casi derrotarlos. Aquejado de una dolencia, Lin Piao fue retirado del
escenario bélico coreano y trasladado para su recuperación nuevamente a la
URSS. Mao Tsetung habló de Lin Piao como “el mariscal sin par” y “el mariscal invencible”.
Stalin dijo de él que era “la primera jerarquía china, cuya inteligencia y
coraje superan los de todos. Su rojo puño es de hierro”.
De regreso a la República Popular China,
tras ser barrida la línea oportunista de derecha encabezada por Peng Te-huai en
la VIII Sesión Plenaria del Comité Central del PCCh celebrada en agosto de 1959,
Lin Piao fue nombrado Ministro de Defensa, Vicepresidente ejecutivo de la Comisión
Militar y miembro del Comité Permanente del Buró Político del PCCh.
Tras la X Sesión Plenaria del VIII Comité
Central del PCCh –que sentó las bases del Movimiento de Educación Socialista–
Lin Piao, al frente del Ejército Popular de Liberación de China (EPL), inició
en su seno profundas transformaciones, destacando la abolición el 1 de Junio de
1965, delos rangos –incluido el suyo mismo de Mariscal– así como los
privilegios de que gozaban los oficiales y fortaleciéndose en sus filas el
trabajo político e ideológico, popularizando Lin Piao el maoísmo a través de la
compilación por él mismo y la edición por vez primera del libro de Citas del Presidente Mao Tsetung (1964)
–el famoso Libro Rojo– lo que se tradujo en convertir el EPL en un poderoso
bastión y soporte del marxismo-leninismo-maoísmo.
En su histórico trabajo ¡Viva el Triunfo de la Guerra Popular! (publicado el 3 de
Septiembre de 1965), Lin Piao sistematizó brillantemente y extendió a escala
mundial la teoría de la guerra popular de Mao Tsetung, desarrollando la tesis
de que las “zonas rurales” del mundo, es decir, Asia, Africa y América Latina,
cerquen las llamadas “ciudades del mundo”, refiriéndose a América de Norte y
Europa Occidental, además de destacar ya entonces la decisiva importancia de la
ideología maoísta al afirmar que Mao Tsetung “ha desarrollado de manera creadora el marxismo-leninismo,
proporcionando nuevas armas al arsenal general del marxismo-leninismo”.
En 1966, la prensa de la República Popular
China se refería a las tesis de Lin Piao como parte integral del Pensamiento de
Mao Tsetung y el Partido Comunista de China declaró a Lin Piao “el íntimo
compañero de armas de Mao Tsetung”. Tras el XI Pleno del Comité Central del
Partido Comunista de China celebrado en Agosto de 1966, que aprobó la histórica
“Decisión del Comité Central del Partido Comunista de China sobre la Gran
Revolución Cultural Proletaria”, Lin Piao fue designado Vicepresidente del
Partido, Primer Vicepresidente dl Comité de Asuntos Militares del Partido y Primer
Vicepresidente del Consejo de Estado.
Fue en su papel como dirigente, codo con
codo con Mao Tsetung, de la Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-1969)
contra la línea burguesa y revisionista dentro del Partido propugnada por Liu
Shao-shi, Teng Hsiao-ping y otros, donde Lin Piao alcanzó un enorme prestigio
tanto entre el proletariado y el pueblo chinos como entre el proletariado y las
masas revolucionarias del mundo entero. Fue precisamente esta labor de líder
revolucionario la que le valió pronunciar su importantísimo Informe ante el IX
Congreso del Partido Comunista de China (1 de Abril de 1969) y que los
Estatutos aprobados por dicho Congreso definieran a Lin Piao como “el íntimo compañero de armas y el sucesor
de Mao Tsetung”.
¿Por qué eliminaron a Lin Piao y a sus seguidores?
La eliminación de Lin Piao y sus seguidores
dentro del PC de China y del EPL se produjo como resultado de la lucha que tuvo
lugar al finalizar la década de los años 60 del siglo pasado entre las
diferentes opiniones que en el seno del PCCh deseaban avanzar y profundizar la
Gran Revolución Cultural Proletaria (liderados por Lin Piao y Chen Po-ta) y
quienes querían frenarla y paralizarla (encabezados por Chou En-lai). La lucha
parece que ya se inició durante los trabajos del IXº Congreso del PCCh y se
prolongó posteriormente en la IIª Sesión Plenaria del IXº Comité Central
–celebrado en Lushan (Agosto de 1970)– respecto a cuestiones como el papel del
Partido y el EPL tras la Gran Revolución Cultural Proletaria, su relación con
los nuevos Comités Revolucionarios, la continuidad o no del Grupo Central de la
Revolución Cultural, etc. Las acusaciones lanzadas contra Lin Piao y Chen
Po-ta, convirtiéndoles en los responsables de “alabar al genio” –para referirse
a Mao– tergiversan la realidad de los hechos (4).
Una de las razones claves que culminaron con
la liquidación de Lin Piao fueron las divergencias a principios de los años 70
del siglo veinte en cuanto a la situación internacional y el establecimiento de
una alianza entre la República Popular China de un lado y el imperialismo
norteamericano y sus aliados occidentales de otro, para hacer frente a la
agresividad militar de la URSS, línea esta elaborada por Chou En-lai y que se
concretaría en la llamada “teoría de los tres mundos” –formulada formalmente en
abril de 1974 en boca de Teng Hsiao-ping en el discurso que pronunció ante la
VI Sesión Extraordinaria de la Asamblea General de la ONU. Dicha línea fue
apoyada por Mao Tsetung, Chiang Ching, Chang Chun-chiao, Wang Hong-wen, Yao
Wen-yuan y Kang Sheng, y a la que se opusieron Lin Piao y sus seguidores.
Mientras Chou En-lai y los suyos maniobraban
en la arena diplomática para sentar las bases de la alianza
chino-norteamericana y preparar las visitas de los máximos cabecillas del
imperialismo norteamericano a la RP de China, primero del Secretario de Estado
Henry Kissinger y luego del Presidente Richard Nixon, Lin Piao no cesó de
defender su postura de clara oposición a la misma. Así, por ejemplo, el 9 de
julio de 1971, como Ministro de Defensa, Lin Piao dirigió una carta al
Vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Defensa de la República
Popular de Albania, Beqir Balluku, con motivo del XXVIIIº aniversario de la
fundación del Ejército Popular de Albania, la cual finalizaba con las
siguientes palabras: “El imperialismo
norteamericano y el socialimperialismo soviético se encuentran en un dilema sin
precedentes, y ya no está lejos su ruina final. ¡Que los pueblos de China y
Albania nos unamos con todos los pueblos del mundo y nos esforcemos juntos por
derrotar cabalmente a los agresores yanquis y a todos sus lacayos!” (5)
Nada puede haber más ridículo en la
actualidad –y lo contrario es ponerse una venda en los ojos para no verlo– que
seguir aceptando la falsa, disparatada y rocambolesca historia oficial según la
cual Lin Piao capituló ante el socialimperialismo soviético y murió tratando de
huir a la URSS estrellándose sobre Mongolia en el avión en que viajaba.
La purga y eliminación física de Lin Piao y
sus partidarios se inició en la madrugada del 9 de Septiembre de 1971. Al
respecto existen distintas versiones: según unas fuentes Lin Piao, su esposa Ye
Chun –dirigente también del PCCh y su hijo Lin Li-kuo, comandante suplente del
grupo aéreo a cargo de la frontera con la República Popular de Mongolia y
vicedirector del comando de ataque de la fuerza aérea, tras ser detenidos y
negarse a firmar confesiones sobre sus supuestas conspiraciones, fueron
asesinados en alguna prisión militar de Pekín o en el aeropuerto (6); según
otra versión, Lin Piao y su esposa Ye Chun fueron asesinados en Pekín por
fuerzas de una unidad militar especial de seguridad, que lanzó varios
proyectiles sobre el coche en que viajaban, el cual resultó destrozado,
resultando ambos muertos en el acto. Todas las versiones señalan que las
órdenes provenían de Chou En-lai.
“En la
noche del 9 de septiembre –escribe Robinson Rojas, comunista y periodista
chileno que vivió en China en los años 1970-1971– fueron desmembrados el estado mayor general del EPL, el estado mayor
dela fuerza aérea, el de la marina y el del ejército, y purgados el
departamento político general del EPL, la dirección general de logística y el
departamento de ferrocarriles militares. En total, cerca de 35 generales fueron
apresados esa noche. (…)
Los generales
Juang Yung-sheng y Li Tsuo-peng fueron arrestados en sus automóviles cuando se
dirigían desde la embajada de Corea al ministerio de defensa en el centro de
Pekín. Así, a la medianoche del 9 de septiembre, cinco de los ocho miembros del
estado mayor general estaban presos: los generales Juang, jefe del EMG y
miembro del buró político del partido; Wu Fa-sien, subjefe del EMG y miembro
del buró político y jefe de la fuerza aérea; Chiu Jui-tsuo, subjefe, y miembro
del buró político; Li Tseuo-peng, subjefe, miembro del buró político y
comisario político de la marina; Yen Chug-chuan, miembro suplente del comité
central, subjefe. El subdirector del departamento político general, miembro
suplente del comité central, Juang Chi-yung, también estaba preso.
Dicho en
lenguaje político. Ocho de los 25 miembros del buró político del partido, la
más alta instancia de poder en China, estaban bajo las bayonetas al terminar el
banquete en la embajada de Corea. Junto a esos ocho, casi treinta generales del
comando superior. El golpe de mano de las fuerzas de Chu fue dado en el más
estricto secreto (…)” (7).
“Un
recuento de las personas que arrastró en su caída [Lin Piao] –señala en
relación con estos mismos acontecimientos el periodista y escritor K.S. Karol
que se encontraba en China en 1971– permite apreciar su amplitud: de los
veintiún miembros titulares de la secretaría política, solo diez permanecieron
en funciones (…) Por otra parte, más de sesenta altos cargos y, entre los
destituidos, figuraban “celebridades nacionales” como P`an Fu.chih, promotor de
la toma del poder “modelo” en la provincia de Heilungkiang, Wang Hsiao-yu,
presidente del Comité Revolucionario de Shantung (citado igualmente como
ejemplo para la nación en 1967), Liu Ko-pìng y Chang Jih-ching, presidente y
vicepresidente, respectivamente, del muy alabado Comité Provincial de Shansi; y
la lista no acaba aquí, ni mucho menos. En el Ejército Popular de Liberación,
la tala alcanzó al jefe del estado mayor, a tres de sus adjuntos y a la mayoría
de los responsables de la aviación, de la infantería, de los servicios
políticos de la marina y a militares de diferentes graduaciones en las
provincias. Este recuento, aun siendo provisional, hace pensar que los “conspiradores”
no carecían de partidarios en el conjunto de las instituciones que había creado
la revolución cultural, y que estaban reclutados de entre los mejores
activistas del movimiento que, en los años anteriores, se había fijado como
objetivo alcanzar cimas “que nadie había alcanzado nunca”. En realidad, en caso
de que los conceptos de “mayoría” y de “minoría” pudieran tener un sentido en
un asunto en que el voto no intervenía, habría que admitir que fue una minoría
quien impuso la nueva línea internacional e interior”. (8)
Tras la eliminación de Lin Piao y sus
partidarios en 1971, la política de colaboración con el imperialismo
norteamericano avanzó a pasos agigantados convirtiéndose en el eje de la
política exterior de la República Popular China, concretizándose en la
contrarrevolucionaria “teoría de los tres mundos”, diseñada por Chou y Teng. Y
esto más claro que el agua –o como dice un refrán español “no hay más ciego que
el que no quiere ver”. La eliminación de
Lin Piao y sus seguidores significó la liquidación de aquellos que en el seno
del PCCh y del EPL rechazaban la aproximación con el imperialismo
norteamericano, entonces encabezado por los asesinos Nixon y Kissinger y su
aproximación a gobiernos reaccionarios proyankis (como el de Franco en España,
el de Pinochet en Chile, el de Marcos en Filipinas o el de Mobutu en Congo).
A la vista de los hechos es
incorrecto calificar a Lin Piao como un contrarrevolucionario en base a la
campaña plagada de falsedades lanzada tras su asesinato. La liquidación
física de Lin Piao y la eliminación y depuración de sus seguidores no sólo tuvo
un efecto traumático en China sino que creó un terreno fértil para que el
revisionismo volviera a ganar franjas de poder que había perdido durante la
Gran Revolución Cultural Proletaria, culminando con el golpe de estado
contrarrevolucionario a la muerte de Mao Tsetung en octubre de 1976 y la
restauración del capitalismo de la mano de Hua Kuo-feng, Teng Hsiao-ping y
compañía.
A escala internacional, y para muchos militantes
y simpatizantes del movimiento marxista-leninista-maoísta y de la República
Popular China, la forma en que la dirección del PCCh abordó la muerte de Lin
Piao creó confusión, muchas preguntas quedaron sin responder, muchas dudas sin
resolver, lo que trajo como resultado que el PCCh –sumado a su nueva política
internacional de colaboración con el imperialismo yanqui y sus lacayos
burgueses en Europa y otros países del mundo consecuencia de la “teoría de los
tres mundos”– comenzó a perder prestigio y autoridad entre los comunistas y
revolucionarios del mundo.
Es preciso puntualizar que las posiciones erróneas de Mao Tsetung
condenando a Lin Piao y apoyando la línea derechista de capitulación ante los
imperialistas occidentales para hacer frente al socialimperialismo soviético
–que tenía como máximo ideólogo a Chou En-lai, en modo alguno empañan la
grandiosa vida y obra política de Mao Tsetung a lo largo de más de 50 años.
Fueron errores en el curso de bregar con problemas de gran envergadura tanto en
la nueva experiencia que supuso la Gran Revolución Cultural Proletaria –primera
revolución proletaria bajo el socialismo– como en la compleja situación internacional de
finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo veinte, consecuencia de
la feroz rivalidad entre el imperialismo norteamericano y el socialimperialismo
soviético a escala mundial y la línea táctica derivada de ello y elaborada por
Chou En-lai, apoyada por Mao Tsetung y otros dirigentes chinos como Wuang
Hong-wen, Chiang Ching, Chang Chun-chiao y Yao Wen-yuan los cuales, tras la
muerte de Mao Tsetung, en Octubre de 1976
al producirse el golpe de estado contrarrevolucionario de Hua Kuo-feng,
fueron detenidos, encarcelados y juzgados por los revisionistas chinos. En modo
alguno, en el caso de Mao Tsetung, se debieron a problemas ideológicos
fundamentales.
Retomar la vida y la obra de Lin Piao
Los marxistas-leninistas-maoístas, los
comunistas y revolucionarios deben oponerse a la crítica inadecuada de Lin
Piao, hecha con argumentos falsos y con métodos erróneos.
Porque Lin Piao, en la lucha contra la
burguesía y sus agentes, contra el oportunismo y el revisionismo de todo tipo,
defendió el marxismo-leninismo-maoísmo.
Porque Lin Piao, con sus obras y escritos
teóricos, políticos y militares, hizo un aporte imborrable al
marxismo-leninismo-maoísmo y al Movimiento Comunista Internacional.
Porque en vida de Lin Piao, el Partido
Comunista de China y el Gobierno de la República Popular China, aplicaron una
política exterior que correspondía al internacionalismo proletario y prestaron
gran ayuda a las luchas revolucionarias de los pueblos de diversos países
(Corea, Vietnam, India, Filipinas, Malasia, Colombia, Brasil, Palestina,
Francia, Italia, España, etc. )
Porque Lin Piao se puso al frente de la
corriente histórica, dirigiendo la lucha revolucionaria; fue enemigo
irreconciliable del imperialismo, del socialimperialismo y de todos los
reaccionarios.
Porque la vida de Lin Piao fue la vida de un
gran marxista-leninista-maoísta, de un gran revolucionario proletario.
Lin Piao fue un gran
marxista-leninista-maoísta, que defendió el marxismo-leninismo-maoísmo de todos
los enemigos y revisionistas tanto de dentro como de fuera de China e hizo una
valiosa contribución en su comprensión y desarrollo. Lin Piao cuenta con grandes méritos en el desarrollo y
victoria de la Revolución china, y muy especial en el lanzamiento y desarrollo
dl Movimiento de Educación Socialista (1963) y la campaña en el seno del
Ejército Popular de China para el estudio del Pensamiento Mao Tsetung (1964).
Y, sobre todo y muy especialmente, en la gestación y desarrollo de la Gran
Revolución Cultural Proletaria (1966-1969), que impidió la restauración del
revisionismo y el capitalismo en China durante algunos años (más hasta
producirse en 1976 el golpe de estado de Hua Kuo-feng tras la muerte de Mao
Tsetung) y supuso un avance para el Movimiento Comunista Internacional y las
luchas de liberación de los pueblos del mundo entero.
Por todas estas razones Lin Piao gozó de una
gran autoridad no solo entre el proletariado y las masas populares de la
República Popular China sino también entre el proletariado y las masas
populares de los cinco continentes. En las cuestiones esenciales, como es la
defensa de los intereses del proletariado y de la teoría
marxista-leninista-maoísta, en la lucha contra el imperialismo y el
socialimperialismo, el revisionismo y demás enemigos del socialismo, Lin Piao
fue y será siempre un ejemplo para los comunistas y revolucionarios.
Por todo ello, los marxistas-leninistas-maoístas, los comunistas y revolucionarios del
siglo veintiuno deben retomar la vida y la obra de Lin Piao.
El proletariado internacional y el Movimiento Comunista Internacional cuentan
en la actualidad con un inmenso bagaje de experiencias, tanto positivas como
negativas, para afrontar las nuevas batallas contra la burguesía y el
imperialismo y en la gran marcha hacia el Socialismo y el Comunismo. Y, muy
especialmente, cuentan con la ideología del marxismo-leninismo-maoísmo, la
ciencia de la revolución elaborada por Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao
Tsetung, resultado de todo el periodo histórico iniciado en el siglo XIX con la
Primera Internacional, pasando por la Comuna de París, la Gran Revolución Socialista
de Octubre en Rusia y la construcción de la URSS, la Tercera Internacional
Comunista y la Gran Revolución Cultural Proletaria en China.
Madrid, Agosto 2006
Notas
1. A saber, sólo un
puñado de organizaciones como la Liga Marxista Leninista de Italia (que tenía
su base en Brescia y editaba el periódico “Lotta di classe”) o el Partido
Comunista de la India (Marxista-Leninista), liderado por Mahadev Mukherjee tras
el asesinato de Charu Mazumdar, continuaron defendiendo a Lin Piao después de
1972. En España no parece que ninguna organización de ideología maoísta
mantuviera esta misma posición. La actitud de los partidos y organizaciones
alineados ideológicamente con el PC de China entonces siguieron una postura
seguidista y acrítica respecto a éste en la cuestión de Lin Piao.
2. Ver, por
ejemplo, Livio Maitan, El Ejército, el
Partido y la Masas en la Revolución China, Akal Editor, Madrid 1978; Richard
Wich, La crisis política chino-soviética,
Fondo de Cultura Económica, México 1983; Yao Ming-Le, Conspiración y muerte de Lin Piao, Editorial Argos Vergara,
Barcelona 1984; Chen Jian, La China de
Mao y la Guerra Fría, Ediciones Paidos Ibérica, Barcelona 2005.
3.No ayuda al
avance y fortalecimiento ideológico de los partidos y organizaciones
marxistas-leninistas-maoístas seguir presentando en la actualidad a Lin Piao
como un renegado junto a Liu y Teng y negar la responsabilidad que tuvo Mao
Tse-tung en el cambio de orientación en la política del PC de China a
principios de los años 70 del siglo veinte estableciendo una alianza con Nixon
y el imperialismo norteamericano -como
hizo por ejemplo el Partido Comunista de Nepal (maoísta) cuando afirmaba en su
IIª Conferencia de Febrero de 2001: “Algunas
personas no comprenden la complejidad de la revolución cultural y culpan a Mao
por una serie de compromisos en el periodo más tardío, lo que es completamente
erróneo” (Some Important Documents of
Communist Party of Nepal (Maoist), p. 57, Janadisha Publications, Nepal
2004).
4. No olvidemos que
el propio Mao Tsetung en su conversación con Edgar Snow en 1965 declaró que era
necesario más culto a la personalidad; que Chou En-lai en el IXº Congreso del
PCCh ensalzó el desarrollo del marxismo-leninismo por Mao con los calificativos
“con genio y de forma creativa”. Kang Sheng en un discurso pronunciado el 21 de
enero de 1967 se refería “al Presidente Mao que imprime al marxismo-leninismo
un impulso fecundo, a él el jefe supremo de los pueblos del universo, y a su
genial pensamiento”. También en 1968, Chiang Ching proclamaba en un discurso
“…es la voz de nuestro gran jefe, el presidente Mao! Larga, larga vida al
Presidente Mao!” (Pekín Informa 68/37 de 17 de septiembre de 1968) y Yao
Wen-yuan en un artículo publicado en Pekín Informa 68/35, de 3 de septiembre de
1968, se refería a Mao Tsetung como “el gran jefe de la clase obrera”, etc.,
etc.
5. Robinson Rojas, China: una revolución en agonía,
Ediciones Martínez Roca, Barcelona 1978, pp. 282-283.
6. Ibid., p. 293
7. Ibid., p. 291
8. K. S. Carol, La segunda revolución china. Seix
Barral, Barcelona 1977, pp. 476-477.
Cortesía de "Gran Marcha Hacia el Comunismo", en cuyo sitio se puede descargar el documento "Acerca de la cuestión de Lin Piao" (2006).
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