miércoles, 28 de noviembre de 2012

Empuñamos las armas y nos lanzamos a la lucha...

El pueblo albanés inició su resistencia armada contra los invasores fascistas antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, pero se elevó a un nivel superior con la fundación del Partido Comunista de Albania en 1941, y concluyó su Lucha de Liberación Nacional antes de que finalizara dicha guerra. El Gobierno Democrático de Albania encabezado por Enver Hoxha, entró a Tirana y celebró el Día de la Independencia (conmemorando el 28 de noviembre de 1912) en la capital liberada. Un día, después se lograría la completa liberación de Albania, luego de expulsar de Shkodra a los ocupantes nazis.
Discurso pronunciado con ocasión del Día de la Independencia y de la entrada del Gobierno Democrático en Tirana
Enver Hoxha
28 de noviembre de 1944
Pueblo albanés:
En un día memorable como éste, en 1912, después de un largo periodo de esclavitud, nació la Albania independiente. Cuando nuestro país era amenazado por todas partes por los enemigos del exterior, cuando para nuestro pueblo se forjaban las nuevas cadenas de esclavitud, el venerable anciano Ismail Qemali [1], junto con un puñado de valientes patriotas, enarboló la bandera de la libertad en Vlora, y el pueblo albanés puedo al fin respirar. Quedamos victoriosos, pero de nuevo fieros vendavales azotaron a nuestro infortunado pueblo, y la bandera de la libertad fue pisoteada, los sátrapas del pasado régimen la utilizaron abusivamente, la convirtieron en moneda de cambio, se sirvieron de ella para cubrir las  ignominias y los actos de bandolerismo contra nuestro pueblo. Mas la bandera del pueblo, la bandera de Ismail Qemali, permaneció incólume en los corazones de los patriotas albaneses, fue izada, enarbolada por las férreas manos de los combatientes del pueblo y atravesó por entre huracanes y tempestades, siempre invencible, inquebrantable, símbolo de libertad e independencia.
Después de tantos combates heroicos contra el fascismo, la bandera roja de Vlora, bañada con la sangre de los héroes del pueblo caídos en el transcurso de esta guerra antifascista, flamea hoy altiva bajo el cielo de Albania libre. Cinco años transcurrieron bajo la insoportable dominación fascista, cinco veces, cada 28 de noviembre, se ha visto correr por las calles de las ciudades de Albania la sangre de los heroicos hijos del pueblo albanés que se enfrentaban a las bayonetas de los ocupantes y de los traidores. El Día de la Bandera se ha hecho dos veces sagrado, por el día de la independencia y de la unidad del pueblo albanés.
El 7 de abril de 1939, la esclavitud se abatió sobre nosotros, se nos impuso una pesada servidumbre. El fascismo, el más grande enemigo de la humanidad, holló nuestro suelo. Esta gran guerra, esta carnicería era preparada por Hitler y Mussolini. Pagamos el primer tributo. Negro estaba el horizonte internacional. Europa se armaba febril y delirantemente, voz alguna se levantaba para protestar en nuestro favor, únicamente nuestro pueblo, traicionado por los gobernantes alzaba la voz pidiendo armas para combatir contra los italianos. Así se cometía un acto de alta traición. Los ruines politiqueros, los especuladores se levantaron, tendieron la mano al invasor, se unieron con él para oprimir al pueblo, para convertirlo en un paria, en carne de cañón. El ocupante fascista y los traidores trabajaron sistemáticamente para reprimir toda resistencia, para sofocar todo sentimiento patriótico, para pisotear el honor de nuestra patria, sus hábitos, costumbres y la lengua materna, para colonizar a Albania a fin de transformarla en trampolín desde los italianos pensaban lanzarse sobre los pueblos vecinos y la Unión Soviética. Pero no obstante el desenfrenado terror, surgió la gran resistencia de nuestro pueblo, que se levantó para conquistar la libertad que le habían arrebatado. El bárbaro ocupante fascista, armado hasta los dientes con las armas más modernas y ayudado por los traidores, se encontró frente a los pechos de nuestros combatientes, desbordantes de fervorosos sentimientos de libertad y con corazones pertrechados de una férrea voluntad y de una infinita abnegación. Se pusieron de pie los hijos del pueblo que sentían en lo más hondo el amor por la patria y que llevaban sobre sus espaldas los sufrimientos, las miserias, los tormentos de todo su pueblo. Muchos de ellos cayeron mártires en las primeras horas de la lucha por ese pueblo que tanto amaban, cayeron con la canción en los labios y felices, porque sabían por qué se batían y que, con su sangre y sus huesos, habrían de edificar la Albania nueva. Era este un grito de guerra y de alerta dirigido al pueblo por su vanguardia y que le decía que la patria estaba amenazada de muerte, que debían empuñarse las armas para liberarla a través de una lucha implacable e incesante. El pueblo albanés escuchó el grito de guerra de sus mejores hijos, la sangre que corría en las calles de las ciudades y aldeas era su propia sangre, y el pueblo empuñó las armas.
Nuestra gloriosa Lucha de Liberación Nacional comenzó. Era una lucha desigual, nos faltaban armas, estábamos hambrientos y descalzos, pero éramos fuertes porque combatíamos por una gran causa, luchábamos por la liberación del pueblo, para traerle días felices, para vengarnos del enemigo que intentaba ahogarnos en sangre. Éramos un pequeño pueblo frente a una enorme fiera, pero éramos fuertes, porque en nuestros corazones sentíamos un profundo odio hacia aquellos que habían hollado nuestros hogares y saqueado nuestros bienes. Empuñamos las armas y nos lanzamos a la lucha, porque estábamos seguros de la victoria, teníamos la justicia de nuestro lado y no estábamos solos en esta lucha. Todo el mundo progresista y antifascista, unido en una sólida coalición, estaba en guerra contra los mismos enemigos, los enemigos de la humanidad: el nazismo y el fascismo.

Pueblo albanés:
Tres años de lucha armada, páginas gloriosas de la historia de nuestro país, páginas escritas con la sangre pura de los hijos e hijas del pueblo albanés. Nuestro movimiento de liberación nacional creció y se fortaleció en una encarnizada lucha armada, en una lucha política. Los enemigos eran fuertes y astutos, se valieron del terror y de la demagogia, empeñaron todas sus fuerzas para sofocar nuestra resistencia. Los traidores de nuestro país, Mustafá Kruja, Mehdi Frasheri, Ali Kelcyra, Mithat Frasheri, Abaz Kupi, Shefqet Verlaci y todos los demás colaboracionistas, recurrieron a toda suerte de tácticas para dividir a nuestro pueblo. Su demagogia era grande y en un comienzo una parte del pueblo se dejó engañar hasta cierto punto por esos bandidos, instrumentos dóciles y constantes de los enemigos del interior y del exterior. La organización “Balli Kombetar”, la del “Legaliteti” y todas las otras organizaciones terroristas se convirtieron en un arma activa de los ocupantes y, movidos por una ferocidad extraordinaria, arremetieron conjuntamente con los alemanes contra nuestro pueblo asesinando y degollando a inocentes, mujeres, ancianos y niños, saqueando y violando. Estos criminales vomitaron fuego y hiel sobre nuestro movimiento de liberación nacional, sobre nuestro ejército, pero nuestro movimiento no se doblegó, pues estaba cimentado sobre sólidas bases, porque era un movimiento popular, un movimiento democrático progresista. En torno a nuestro Frente de Liberación Nacional se unió el pueblo honesto, el pueblo trabajador, el pueblo que gana el pan con el sudor de su frente y no con manejos y con traiciones. Nuestro Frente de Liberación Nacional agrupó a todos los demócratas, sin distinción de tendencias políticas ni religiosas, se convirtió en un organismo sano y apropiado para llevar a feliz término esta difícil y sagrada misión. Nuestro Ejército de Liberación Nacional que creció y se fortaleció en sangrientas batallas, era un ejército del pueblo, en cuyas filas los campesinos, los obreros, los intelectuales, unidos como un solo hombre, combatían por el mismo objetivo, por una Albania libre, por una Albania independiente, por una democracia popular. Y después de tres años de esfuerzos heroicos, luego de haber derramado tanta sangre, después de tantos sufrimientos y sacrificios, triunfamos, vencimos al bárbaro alemán y a sus lacayos, los traidores.
En estos tres años de lucha, nuestro Frente de Liberación Nacional se hizo una realidad, se instauraron los consejos de liberación nacional, órganos de lucha y cimientos del Poder, se consolidaron y se convirtieron en el verdadero Poder democrático del pueblo. Este Poder popular echó por tierra al viejo Poder, que era instrumento dócil del ocupante y de los traidores. Por la creación del Frente y del Poder cayeron miles de hijos del pueblo albanés que combatieron con abnegación porque estaban seguros del feliz porvenir de nuestro pueblo. Nuestro movimiento, con su justo programa político abrió al pueblo amplias perspectivas y le indicó el camino hacia la victoria. Nuestro movimiento de liberación nacional, que se proponía unir a todo el pueblo albanés, se esforzó, a costa de su propia sangre, por hacer comprender a las personas equivocadas que el camino que seguían era funesto para nuestra patria. A través del llamamiento que dirigieron a los elementos que aún se encontraban en las filas del enemigo, el Comité Antifascista de Liberación Nacional y la Presidencia del Consejo Antifascista de Albania dieron otra vívida prueba de los objetivos de nuestro movimiento.
Después de tres años de heroicos esfuerzos y de haber derramado tanta sangre hemos conquistado la victoria. El enemigo alemán ávido de sangre ha sido expulsado de casi todo el territorio de nuestra patria [2], las bandas de reaccionarios, fautores de la guerra fratricida, han sido desbaratadas, y hoy 28 de noviembre es celebrado con indescriptible entusiasmo por el pueblo albanés, que ha conquistado su libertad con el precio de la sangre que ha derramado. Hoy en Tirana liberada, después de duros combates calle por calle, casa por casa, hoy en la capital de Albania libre y democrática y en el seno de este heroico pueblo que se ha mantenido firme en las primeras líneas de nuestra lucha, que no lograron doblegarlo las masacres cometidas por los alemanes y los traidores, ha entrado el Gobierno Democrático de Albania. 
 
Pueblo albanés:
Nuestra lucha victoriosa ha levantado en alto el prestigio de nuestro país, ha hecho que el nombre de Albania y de los albaneses sea honrado por el mundo progresista, que se hable con respeto de nosotros, porque hemos permanecido y permaneceremos fieles a la gran alianza de la coalición antifascista, y hemos derramado la sangre a ríos al lado de nuestros aliados que combaten con heroísmo para salvar a la humanidad de las garras del nazismo alemán.
Nuestra heroica lucha estaba ligada estrechamente con la lucha de nuestros grandes aliados: la Unión Soviética, Inglaterra y los Estados Unidos, estaba íntimamente unida con la lucha de los pueblos avasallados. Durante nuestra lucha teníamos una inconmovible confianza en la victoria, porque contábamos con el respaldo de la gran coalición anglo-soviético-norteamericana. Cuando el glorioso Ejército Rojo, dirigido por el gran estratega de los tiempos modernos, el Mariscal Stalin, aplastaba implacablemente a las hordas hitlerianas y liberaba sus territorios, ejército que ahora avanza triunfalmente hacia el Oeste, lanzándose al ataque decisivo sobre el último reducto de Hitler, las energías de combate de nuestro pueblo se renovaban y se multiplicaban, su fuerza y confianza se acrecentaban. Las brillantes victorias del Ejército Rojo eran al mismo tiempo nuestras victorias y las del mundo entero, porque constituían el principal factor de la destrucción del nazismo. Gracias a estas victorias, las luchas de liberación nacional de los pueblos avasallados se reforzaron. Estas victorias del Ejército Rojo han ayudado a que llegara este día que festejamos hoy con tanta solemnidad. En este día, nuestro pequeño pero invencible pueblo expresa a los heroicos pueblos de la Unión Soviética y al glorioso Ejército Rojo su infinita gratitud. En esta gran lucha, Inglaterra y los Estados Unidos no se doblegaron ante el nazismo alemán, lucharon y luchan con valor por la causa común. Su lucha por mar, tierra y aire, que causa tantos daños a la máquina de guerra alemana, constituye una valiosa ayuda para nuestro pueblo [3]. La apertura del segundo frente y el desbaratamiento de la resistencia alemana en Francia no hacen más que acelerar la victoria final.
En toda su lucha de liberación nacional, nuestro pueblo ha estado apoyado por la heroica lucha de los pueblos de Yugoslavia. Nuestros pueblos vecinos y hermanos, desde los primeros días de la ocupación de su país, se han empeñado en una resuelta lucha de liberación. Nuestro ejército y el ejército yugoslavo están derramando juntamente su sangre en los llanos de Kosova y de Metohía: nuestros soldados y los soldados yugoslavos se curan mutuamente las heridas recibidas en las encarnizadas batallas contra el mismo enemigo y con esa sangre se forja nuestra amistad; nuestras brigadas que han recibido la orden de no dejar salir vivo a ningún alemán de nuestro país, están pasando a Montenegro[4] donde, conjuntamente con las brigadas yugoslavas, están dando fin a la resistencia alemana en estas regiones. Con sangre y sufrimientos se ha sellado la amistad entre nuestro pueblo y los pueblos de Yugoslavia. Dirigimos, en este día de gran fiesta para nuestro país, nuestros saludos a los pueblos hermanos de Yugoslavia.
Junto con el vecino pueblo griego hemos luchado y derramado sangre, nos hemos restañado mutuamente las heridas en esta lucha común antifascista, y nuestro deseo es que siempre mantengamos buenas relaciones con ese pueblo generoso. Constatamos con pesar que las bandas chovinistas y reaccionarias de Zervas[5] están martirizando a la minoría albanesa, le saquean sus bienes y la expulsan de su territorio. Los elementos de Zervas atraviesan subrepticiamente nuestra frontera, asesinan y hieren a nuestros guerrilleros. Semejantes actos no los toleramos. El Primer Ministro griego Papandreu ha manifestado pretensiones anexionistas sobre nuestras regiones de Gjirokastra y de Korca, sobre el Vorio-Epiro como las llama. Naturalmente tales pretensiones no facilitan las buenas relaciones con el vecino del Sur. Nuestras fronteras son indiscutibles, porque, de este lado de ellas no existen más que nuestros territorios, territorios que nos han dejado nuestros antepasados y que hemos regado con nuestra sangre. Que nadie ose violarlas, porque sabremos defenderlas.
Nuestro movimiento de liberación nacional ha reconocido a la minoría griega en Albania los mismos derechos que al pueblo albanés. El Gobierno Democrático de Albania garantizará a esta minoría las libertades y los derechos democráticos y nacionales, por los cuales sus hijos han luchado heroicamente encuadrados en las brigadas de liberación nacional. 

Pueblo albanés:
Hoy se abre una nueva página de nuestra historia, una página que hemos de escribir nosotros, y la escribiremos, tan gloriosa como nuestra lucha contra el ocupante, y ella es la lucha por la reconstrucción de Albania, por la edificación de su economía, por el desarrollo de la cultura y de la instrucción de nuestro pueblo, por la elevación de su nivel social, económico y político. Nuestro movimiento emprendió en momentos cruciales una lucha gigantesca y desigual y salió victorioso, porque nuestro pueblo se unió como un solo hombre en torno al Frente de Liberación Nacional. Nuestro movimiento de liberación nacional emprenderá también esta segunda lucha y saldrá victorioso. Este es el legado de aquellos que cayeron en el campo de batalla, y lo exigen la vida de todo nuestro pueblo y su porvenir. Los nazis alemanes y los traidores han sembrado la ruina y el duelo en nuestro país, regiones enteras han sido devastadas, zonas agrícolas desoladas, la economía de nuestro país está arruinada, miles de familias sin abrigo y sin pan, debemos construir escuelas, velar por la salud del pueblo. Realizaremos todas estas importantes tareas si fortalecemos nuestro Poder y llevamos a él a los hombres que sinceramente desean el bien del pueblo. Por eso tenemos el deber de darlo todo por el Poder, de hacerlo fuerte y de movilizar a todo el pueblo a su alrededor para que así podamos realizar estas vitales tareas. Fortalezcamos nuestro Frente de Liberación Nacional, el cual debe unir en su seno a todo el pueblo, educarlo en el espíritu de nuestra justa política, ligándolo estrechamente con el Poder y haciéndole tomar conciencia de las tareas que se le plantean. Debemos comprender, del mismo modo que lo hemos hecho en el transcurso de la lucha armada que, para realizar estas tareas, para asegurar al pueblo una vida más feliz y más próspera, es necesario que todo el pueblo sea el artífice de esta gran obra. Que ningún albanés honesto quede fuera del Frente, que ninguna energía sea gastada inútilmente. Con ocasión de la fiesta del 28 de noviembre y de la liberación de Tirana, la Presidencia del Consejo Antifascista de Liberación Nacional de Albania concede una amnistía general a todos los miembros del “Balli Kombetar”, del “Legaliteti” y de otras organizaciones que han colaborado con el ocupante. Son excluidos de esta amnistía todos los criminales de guerra, todos los que han asesinado, incendiado, violado, los que han saqueado los bienes del pueblo. Esta es otra prueba que testimonia los altos objetivos del movimiento de liberación nacional, de ese movimiento que ha luchado y luchará por el pueblo, de ese movimiento que tiene por principio la justicia.
Que toda Albania se transforme en un gran centro de trabajo, que todos, grandes y pequeños, comprendan que no trabajan para los extranjeros, sino para su propio país y por la construcción de éste. Al igual que no escatimamos nuestra vida por esta patria, tampoco debemos escatimar nuestro sudor y nuestros esfuerzos. Hay que empeñar todas nuestras fuerzas para que nuestro ejército, importante factor de estos éxitos, se fortalezca y se convierta en un ejército modernos en el amplio sentido de la palabra. Este ejército será el verdadero defensor del pueblo y de su poder. Para que pueda cumplir con esta tarea esencial debemos hacer de él un ejército consciente y político, porque sólo así estará en grado de terminar la guerra con el más grande éxito y convertirse en vivo escudo de los intereses del pueblo. 

Pueblo albanés:
Tú mismo debes recoger los frutos de tu heroica lucha, porque a ti te pertenecen, los has pagado con tu sangre. Para no permitir que nos sean arrebatados por los bandidos, los especuladores, los intrigantes, los politiqueros embusteros y los vampiros acostumbrados a vivir a expensas, cerremos nuestras filas más fuertemente que nunca, agrupémonos en torno al Poder, al Frente, al Gobierno Democrático, y, así unidos, marcharemos hacia los objetivos deseados, que son el mejoramiento de la vida social y económica de nuestro país. 

¡Viva la Albania libre y democrática!
¡Viva el pueblo albanés!

Notas:
[1] Ismail Qemali (nació en 1844), diplomático, político, patriota y combatiente indoblegable por la libertad de Albania. El 28 de noviembre de 1912 izó la bandera de la independencia de Vlora y encabezó el primer gobierno albanés. Murió envenenado por los imperialistas italianos en 1919. Héroe del pueblo.
[2] Shkodra, ciudad al noroeste del país, fue liberada un día más tarde, el 29 de noviembre de 1944, fecha que marcó la completa liberación de Albania.
[3] No obstante los esfuerzos de los gobiernos inglés y norteamericano por sabotear nuestra Lucha de Liberación Nacional, la guerra de los ejércitos inglés y norteamericano contra el fascismo y el nazismo, independientemente de los fines que perseguían sus gobiernos, contribuía a la aceleración de la victoria de nuestro pueblo.
[4] Inmediatamente después de la liberación de Albania, por decisión del CC del PCA y en cumplimiento de la orden del Comandante en Jefe, camarada Enver Hoxha, las divisiones V y VI del Ejército de Liberación Nacional Albanés siguieron en persecución de las tropas hitlerianas en Yugoslavia. Los combatientes albaneses, hombro a hombro con los yugoslavos, lucharon contra las hordas nazis y, en diciembre de 1944 y en los meses de enero y febrero de 1945, liberaron conjuntamente con las formaciones del Ejército de Liberación Nacional Yugoslavo, Montenegro, Sanxhak y la parte meridional de Bosnia y Herzegovina.
[5] Durante la Segunda Guerra Mundial, instrumento del imperialismo inglés, chovinista acérrimo.

Obras Escogidas t. 1, páginas 427-437, Casa Editora “8 Nentori”, Tirana, 1974